Janeiro
en São Conrado. Salió del auto deportivo plateado poco después de que se detuviera en uno de los cuatro garajes. Metió las manos en los bol
nfusos y paz al alma. El cuerpo de Alexander no cabía en el columpio de madera de los niños, manos delgadas movían la cuerda al recordar a Ni
pejo redondo con incrustaciones de oro. El silencio cayó sobre la habitación vacía. Se sentó en e
de llaves lo saludó con una am
odó en el sofá. - Quería sorpre
avía no ha regresado. - Miró el reloj chapado en oro en su muñeca derecha. - Ya casi es la h
mbre, pero to
que te
as visto
cas v
o está
iene la costumbre de juguetea
tiene es
uerdo que tu amigo estaba cargado de rabia porque Nicky lloró cuando rec
quería comprar un osito de peluche, pero mi abuela insistió en que compra
la foto de su madre en el altar de plata, lloró. Su tía no celebró nada en el ani
e consanguíneo de Nicole. El padre no asumió la paterni
ina poco después de que su hermana Julliane
Nicky sopor
nde correr. - Rosa se a
o te
.
a luz del trueno irradió a través del cielo y en unos segundos el rugido resonó. Alex
a Nicole al baile de graduación. Se quedó quieto, tomó un sorbo del líquido negro en su taza y fijó sus ojos
- El ama de llaves
pensando en el día del baile de graduac
n hermosa ese día,
aleras. Caminó elegante con tacones altos y su bolso plateado a juego. En ese momento, Sophie le
el tono de su voz. - Rosa, ¡voy a
! Aviso al se
.
adera. Él se acercó a la biblioteca de madera de caoba en la esquina de la pared. Sus dedos recorrieron
o aquí? - Cogió el li
ole había dejado en su habitación y luego la levantó. Se abrió el mismo capítulo que