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que el huésped de Villa Philipides desea hacerse un arreglo de ca
oblación de tres mil habitantes. Nuestros ingresos económicos dependen fundamentalmente de la p
bre, al millonario y misterioso Señor Alexander Philipides. Los habitantes del pueblo de Santa Edu
ue las mujeres caigan como palomas heridas a sus pies, pero tiene fama de no pasar más de u
están destrozados, Alexander siempre les proveyó noticias jugosas que eran bien pagadas. Son muchos los
nstruosa Villa en su extremo de la isla. He oído a los chismosos del pueblo susurrar que la mansión está intencionada par
...pero mi tía trabaja allí y ...Giro el volant
auto y presiono el
s he venido a petición
sile
ionar el bot
la?
z que me hace pensar en chocolate fundido y whisky. Se eng
nunca me había excitado un desc
de estatuas representativas de los antiguos dioses griegos, las borboteantes fuentes
l maletín que contiene mis herramientas de
os tangas
como si fuera el dueño de todo lo que le rodea. Sus labios son delgados y su nariz pequeña. Lo que más me gusta de su aspecto es su cabello negro y lacio, lleva un estilo que permite que dos gruesos mechones caigan a cada lado
a, s
ra sin siquiera detener
l propietario de la voz tumba tangas de hace minutos. ¡Uyuyuy! Si no fuera tan c
desconocido, bordeando el jardín
arriba en su cuarto. - saluda mi tía, secándose las
ick.
celular, Seño
- pregunto
s Alex no desea que se filtre informació
o tí
rá el celular en cuanto estés lista par
en la palma extendida de Patrick.
ok. - mi tía entrelaza sus brazos en mi codo y me guía rumbo a unas gigant
to, tía, ¿el que se
- mi tía ríe como adolescente. – Ése es Patrick Amíntoros, es
*
lcanzo los espejuelos a la muchacha y ésta se conte
ida, acariciando su nuevo cabell
ojo. Recogiendo y limpiando las tijeras, los peines, la
ra impresionar a su anfitrión. No es el tipo de bellezas despampanantes, pero es amigable y conversadora y ocurrente. Me he divertido mucho con ella.
pregunto mostrándole las
es? No sé a otras, pero se me inflama la
entro del maletín. Le mue
te pare
y con
perf
*
Yolie, recojo mis cosas y salgo de su cuart
r en el otro y nada. Camino por un par de pasillos más y nada. Aprieto los
tísima. Me mira con cara de odio y
ta Samaras? Pensé que había sido claro en qué no s
. Don bombón tiene el cará
do. - le respondo
ara poder mirarle a la cara. Es demasiado alto el tipo. (Patrick se llama Patrick.)
a del codo obligándome a separar los
ruto! - protesto forc
ngún placer tocarte, créem
sueltes t
suelte. Doblamos una esquina y estamos frente a las
uí pueda encontrar la salida. - mas
mi codo. Tengo una piel muy blanca, el mínimo roce dem
impaciente una billetera
gó por mi trabajo. Lo que quiero es
ca mi celular de otro de s
o buenos reflej
ón de bajar las esca
s últimas tres horas. Te han
ndo las escaleras y me dirijo