ra
o el puto polo norte. Chillo. Estoy c
quién es, pero a mí cuerpo le gusta este nuevo desconocido. A pesar de que est
ue quería conmigo era un maldito violador y éste a
sp
ric
ga y el alcohol, al vomitar se ha purgado bastante de ambas cosas. Le estoy dando un ba
ía y se los entregué. Al hacerle el cateo le requisaron una bolsa
con la descripción de un violador en serie, sospecho de hab
Ahora el problema es la tigresa
Ha suplicado, amenazado e incluso hasta llorado. Su co
oallón y la saco de
o sé ni quién eres, pero me gus
realmente atrevida y ahora que la he visto desn
última hora. Seguramente no recordará nada mañana, y podría justificar mis actos en el hecho de qu
Es una verdadera lástima. A despertado mi interés ésta noche, pero me resulta impos
ama y se ha quedado dormida. Bab
eremos si cuando despiertes te salvas
i
vueltas y me pesan los párpados. Debería levantarme, hoy es lunes y tengo que ir a trabajar. Gruño. No
Contemplo las paredes familiares de mi habitación, y
sí recuerdo de anoche. El primer cóctel, el tipo apestoso, el segundo cóctel,
a niña chiquita. ¿Es
días muc
por las tangas de Afrodita. ¡Esa vo
r. Te he traído un café, bé
caraj
í! Está sentado en la silla que está de frente a mí cama. Completamente vestido de negro y perfecto, T
s y sonríe elevando la comisura de sus labios. Sabe lo
. - ronronea. Theos, voy a venirme de escucharle hablar y de mi
o la raza entre mis manos. Doy un sorbo y se me quema la pun
. No voy a irme a nin
rminarme esto rápido, no sea qu
a mi casa, Pat
nías en tu bolso. (Y me inviste a entrar,
ontraste? - s
co que tú y vi cuando e
que dos penosos cocteles no
as relamo mis labios descaradamente. Estoy consciente de que estoy desnuda bajo la blanca
gunto. -. Lo último que recuer
de mi jefe. El viaje
la planta de los pies. Mirándole a lo ojos. - ¿Cómo sabes lo qu
a mi cama. ¡Oh por las tan
es ...porque anoche me lo pedi
ersonal y busca mi boca sin dejar de mirarme a los ojos. Hace c
oche. Me deseas, muchacha. Me deseas tanto que sospecho que te ven
tan encendida que podría ven
¿Entiende Señor Amíntoros?- pregunto en un susurro ahog
apodera de mi nuca y me besa, cubriendo mi cue