nuestra vida, llegué a conocer la joven que en ese momento ll
bía transformado en el motivo de todas mis intranquilidades y mis insomnios. No r
llos y sin darme cuenta y sin saber cómo, empecé a crear los primeros versos de tal manera que fue el inicio de la creación de mis primeros poemas imperfectos y quiz
llegaron a convertirse en más de trescientos. Las novelas de grandes amores fueron entonces mis libros de cabecera
ando mi amada se había volado con otro romance secreto que le calentaba el oído y del cual no llegué a da
na mientras que la ranchera que se escuchaba en el fondo del bar de mala muerte, repetía una y otra vez
onvirtió en la primera raya de la que sería con el pa