aquella distante época en que fui blanco de las pelotitas de papel, el tiempo siempre tan relativo,
nte al amor y los sentimientos, era un tema con unas características que podía considerar aplazadas, por lo menos por un tiempo aún no determinado y en consecuencia debía c
ente a la sobrevivencia, para una vez consolidada esa parte, entonces sí, sentarme a pensar en cualquier o
ntico corazón, quien como lo describiría tan acertadamente Alejandro Sanz en "Corazón partío" de las heridas de aquel desengañ
monio que se diluía rápidamente como arena entre los dedos, tomé
que aún sobrevivía de lo existente hasta ese momento, ya que legalmente no tenía como demostrar que alguna parte de aquel patrimonio pudiera pert
ma tranquilidad y sin esperanza de que algo pudiera mejorar, llegué a la conclusión que d
o ya lo había hecho en el pasado cuando salí en busca de mi destino y abandoné derrotado aquel hogar