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En el principio, algunas veces hay una concatenación de hechos que se relacionan de alguna forma y aunque no pareciera seguir una secuencia lógica, de cierta manera se conectan. Se me ocurre el símil de esas muñecas rusas conocidas como mamushkas, donde las más grande, guarda en su interior una igual y más pequeña y esta a su vez en su interior otra más pequeña y así sucesivamente. En cierto modo, esta historia guarda cierto parecido con la figura en cuestión. Por otro lado, si la entendemos como si se tratara del viaje en un tren, en el cual al final todos tarde o temprano llegamos a bajarnos en nuestra estación de destino, es muy posible que se vayan dando paisajes diferentes mientras hacemos el recorrido. En ese trayecto pueden subirse y bajarse diferentes viajeros mientras dura la travesía y también es muy probable que tengamos situaciones felices y otras no tanto. Con algunos se forjarán grandes amistades y quizás con otros incluso hasta llegue a perderse. Al final, muy pocos de los que conocemos desde las primeras estaciones nos acompañarán durante la vida hasta lo último. Habrá alegría y tristezas, hechos buenos y malos, amores y desamores, variaciones en el clima durante el recorrido, pero quizás lo verdaderamente importante sea, que aprendamos a disfrutar de los paisajes de ese viaje mientras dure, pues para vivir hemos nacido y sobre todo quizás lo más importante sea aprender a valorar los pocos momentos felices...
Ese domingo en la tarde, al caminar por la esquina de Balconcito, una calle antes de llegar a la Avenida Baralt, me pareció extraña la esquina al no ver al sempiterno indigente, que siempre con mano estirada y una amplia sonrisa, pedía "¡me faltan cien!".
Era una asociación que parecía mantener unida la esquina con la harapienta figura del anciano. La primera vez que lo vi, no entendí el petitorio, luego comprendí que se trataba del completo para comprar su diaria botella de caña blanca.
Hoy, al no ver su figura encorvada me causó curiosidad y al preguntar que le había pasado, me dijeron, que al parecer murió en la madrugada. Entonces recordé que toda la noche había llovido y había hecho un frío que calaba los huesos.
Quizás al encontrarlo, aún agarrotada entre sus manos, conservaba las monedas y es probable que le faltaron cien, para comprar la botella que lo hubiese calentado durante la fría noche.... Nunca supe ni sabré su nombre, pero jamás podré olvidar su sonrisa pidiéndome al pasar.
-¡Me faltan cien!
LA PÉRDIDA
En los primeros años de la adolescencia, como suele suceder en nuestra vida, llegué a conocer la joven que en ese momento llegué a considerar la criatura más hermosa que jamás había visto.
Padeciendo de una timidez absoluta, me resultó increíble cuando le dije que se había transformado en el motivo de todas mis intranquilidades y mis insomnios. No recuerdo como llegué a decirle, pero se convirtió en el primer gran amor de mi vida.
Siendo de un carácter romántico en extremo, melancólico y soñador a morir, admirador de los grandes poetas de la antigüedad, había leído un considerable volumen de ellos y sin darme cuenta y sin saber cómo, empecé a crear los primeros versos de tal manera que fue el inicio de la creación de mis primeros poemas imperfectos y quizás cargados de una cursilería superlativa, pero que, para aquella joven, el hecho de ser creados e inspirados en su honor, le producía cierto orgullo y complacencia.
Recuerdo que un cuaderno escolar que había dedicado para esos fines, se fueron llenando página tras página hasta que llegaron a convertirse en más de trescientos. Las novelas de grandes amores fueron entonces mis libros de cabecera y llegué a devorarlos con un apetito que me mantenía inmerso en una nube de fantasías donde el tiempo estaba detenido.
Cuando desperté de ese sueño, habían pasado cinco años en un abrir y cerrar de ojos, solo interrumpido cuando mi amada se había volado con otro romance secreto que le calentaba el oído y del cual no llegué a darme cuenta, sino cuando el acto estaba consumado y la joven se había escapado con su oculto pretendiente.
Durante cuarenta días y cuarenta noches, nadé sumergido en un océano de alcohol tratando de ahogar la pena mientras que la ranchera que se escuchaba en el fondo del bar de mala muerte, repetía una y otra vez "porque sé que de este golpe ya no voy a levantarme y aunque yo no lo quisiera voy a morirme de amor..."
Extrañamente no llegué a morir de amor, pero esa se convirtió en la primera raya de la que sería con el paso del tiempo, una más dibujada en la piel de un tigre.
Una historia de amor que, por estar la pareja en situaciones complicadas y las dos familias en clara desavenencia, todo parece indicar que era aparentemente imposible. Después de una lucha de parte y parte y múltiples situaciones, algunas peligrosas. La incertidumbre, si podrá o no ser, los embarga. No existe la certeza de que esto pueda materializarse definitivamente y la lucha entre parte y parte, resulta casi épico.
Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa... Porque ella no quiere estar con un hombre tan frío... Seis años después... RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él... Porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK, "¿Cómo te atreves a tener un hijo con otro hombre?" Stella, "No creo que tenga nada que ver contigo". RK estaba a punto de decir más cuando su mirada se posó en el niño a su lado... Su rostro se veía igual que cuando era joven...
Cuando eran niños, Derek le salvó la vida a Norah. Años más tarde, Derek quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilístico y Norah se casó con él sin pensarlo dos veces. Con sus conocimientos médicos, incluso lo curó. Durante dos años, Norah amó a su marido con todo su corazón, esperando poder devolverle su bondad. Pero cuando volvió su primer amor, él pidió el divorcio. Sin dudarlo, ella estuvo de acuerdo. Lo que pocas personas sabían es que ella, etiquetada como "abandonada", era en realidad una piloto de carreras, una famosa diseñadora, una genio hacker y una reconocida doctora. Lamentando su decisión, Derek le pidió perdón a Norah. De repente, apareció un encantador CEO, abrazó a Norah y le dijo: "¡Aléjate de mi esposa!". Sorprendida, Norah soltó: "¿Qué?".
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
La mala influencia de la mejor amiga de Mina Manson la lleva a cometer muchos errores una noche donde su vida cambia totalmente ya que debido a una escapada nocturna con su amiga termina drogada y ebria y lo peor de todo en brazos de un extraño. Paolo Scarton, un CEO arrogante de carácter fuerte y dominante quien no se deja impresionar por cualquier mujer y menos si la conoce en un club nocturno, pero extrañamente esa noche sucede algo que él no se esperaba. Conoce a Mina en un club nocturno y esta joven castaña lo impresiona desde el primer momento que la ve. Por desgracia su primera impresión fue todo lo que él imaginaba, Mina estaba drogada esa noche por culpa de su supuesta mejor amiga. Para mala suerte de la joven se mete en problemas con un sujeto, pero afortunadamente Paolo logra salvarla y sacarla de aquel embrollo. Pero ambos terminan teniendo sexo oral en el coche de Paolo y es cuando el CEO se queda impregnado de esa joven a quien la catalogaba como una cualquiera. Pero Mina era diferente y Paolo lo descubre cuando él termina follando con ella una tarde que la secuestra luego de salir de la universidad, ese día se da cuenta de que era virgen, desde entonces, su obsesión por ella se intensifica. Pero se le dificulta poder estar con ella cuando se da cuenta de los padres de la misma son complicados, cuando la mejor amiga de Mina es una envidiosa y cuando su mano derecha se encapricha de su chica.
Janice, la heredera legítima olvidada hace tiempo, se abrió camino de vuelta a su familia, volcándose en ganarse sus corazones. Sin embargo, tuvo que renunciar a su propia identidad, sus credenciales académicas y sus obras creativas en favor de su hermana adoptiva. A cambio de sus sacrificios, no encontró calor, sino un mayor abandono. Decidida, Janice juró cortar todo vínculo emocional con ellos. Tras quitarse la máscara, ahora era conocida como maestra en artes marciales, experta médica y célebre diseñadora que sabe ocho idiomas. Con una nueva determinación, declaró: "A partir de hoy, nadie de esta familia se cruzará conmigo".
Después de tres años de matrimonio sin amor, la traición de Neil hirió profundamente a Katelyn. Ella no perdió tiempo y rápidamente se deshizo de ese canalla. Tras el divorcio, se dedicó a su carrera profesional. Alcanzó la fama como diseñadora, doctora y hacker brillante, y se convirtió en un icono venerado. Neil, consciente de su grave error, intentó en vano reconquistarla, solo para presenciar su magnífica boda con otro. Mientras sus votos se retransmitían en la mayor valla publicitaria del mundo, Vincent deslizó un anillo en el dedo de Katelyn y declaró: "Katelyn es ahora mi esposa, un tesoro de valor incalculable. Que todos los que la codicien tengan cuidado".