img sueños sobre espejos.  /  Capítulo 4 Conociendo a Paty | 30.77%
Instalar App
Historia

Capítulo 4 Conociendo a Paty

Palabras:3029    |    Actualizado en: 14/04/2022

auto, cómo siempre, fingía estar dormida para que la cargara hasta el interior de la vivienda. Mági

el mismo nombre, el dulce con la misma característica. Si me ponía a la tarea de recordar más cosas, seguro lograría conseguir otras similitudes, pero no; no era el momento de hacerlo. Justamente Eva estaba por llegar y por ser sábado, debía encargarme de la cena. Me adjudiqué esta labor desde que dejé de trabajar en el periódico, porque sabía, por experiencia propia, l

a, antes de cualquier cosa. Satisfecha su atención, procedía en anotar el pedido. En menos de veinte minutos, tanto las croquet

omento con la niña creando nuestro propio ambiente familiar exponiendo todo tipo de conversación, desde hablar de música, películas, hasta programas de televisión, preferidos

único plato que le gustaba que le sirviera. Toqué un par de veces la puerta de su cuarto. La niña de ojazos claro abrió, pero dejando una minúscula brecha que me permitía ver solo una parte del lado frontal izquierdo de su cuerpo,

a otro en la sala hasta que tomé la decisión de llamar a Eva por teléfono desde mi celular al suyo. Su móvil repicó varias veces, per

lograr disminuir parte de la mala energía que me agobiaba. Al escuchar que la puerta de la sala se

ó fue esperar por parte de ella una disculpa que nunca emitió, ver que sostenía su actitud a la defensiva y lo único que hizo fue quitarse los zap

no me digas que no es nada, porqu

un mal día¡? -respondió, solt

jamás me has visto tr

lemente, no han sido unos días buenos para mí

mbio de actitud. No olvides que yo conozco la dinámica, pero nos

sas para cumplirse. No quiero seguir discutiendo, solo quiero ba

seando que tuviera razón

de quicio pidiéndole explicaciones. Debía engavetar, por el bi

dirme disculpa, acabando de una vez por toda con esta situación que me estaba llevando a los límites de mi paciencia.

V

ta vez no esperé a que el agua se calentara, solo era cuestión d

e, pero reaccioné porque no quería pasar esa noche sin que habláramos. Por fin la vi salir del baño con su bata gris puesta, secando con la toalla blanca su larga y negra cabellera (aunque no la veía tan voluminosa como antes). Sacó la ropa para dormir del armario y se volvió a encerrar. ¡Esa

ia se desvaneció y fue remplazada por un sentimiento de culpa que me hizo olvidar todo su rechazo. Traté de abrazarla, pero el repudio representado en su rostro me bloqueo cualquier intención. Era evidente que mi actitud le repugnó, ocasionando un cambio de roles, donde yo dejaba de ser la víctima y pasaba a ser el cruel victimario violento, incapaz de poder dominarse. Se desabrigó con rabia y salió del cuarto lanzando la puerta. Mi intención fue seguirla, pero n

29 de feb

..! ¿Por qu

aquel que despierta

? -respondí sin percatarme

caracas ¡No vez! ¡Muchacho bobo

La persona que me estaba hablando era una niña como de mí misma

fecha

chaveta!? ¡Estos días que han pa

hablar con tanta

! Debería estar atendiendo a los heridos,

an colocado tratamiento intravenoso. Respiré profundamente por un par de segundos, de igual forma me levantaría. Por lo menos no fue doloroso quitarm

ca... ¡No lo creo! Se te ven las pomp

verdes. Podría tener unos nueve o diez años de edad, aproximadamente. La repele

onseja l

ue ponernos.

do cuando se trata de llevar

a!? Por menos que eso he dejado a muchos

e eso. Mejor dicho... ¡

dónde podríamos conse

gran mayoría de pacientes se encontraban dormidos y el personal médico reducido. contamos con la suerte de conseguir ropa de nuestra talla en la segunda

embargo, debíamos andar igual con cuidado: la capital

unté, caminando camuflajea

tricia, pero mis amigos me di

o gust

amar Paty! -respondió con un gesto de a

-le respond

recortó en el acto al recordar q

arme como te dé la gana

ardo. Bueno..

seguro de cómo te llamas? ¿D

s muy difícil explicártelo, así

ué te pasó? Un club de veje

... ¿Y a ti por qué

doctor, de

¿Tus padres no te

nder a un desconoc

ardo ¿Re

fin... Cuéntame.

n estar vivos o mue

no quieres contarme yo sí te diré dónde están los

so! -le respon

omercial. Cuando lograron violentar la puerta de aluminio del negocio, no contaron con la astucia de los dueños que los e

No

parte del clan; mis padres mi obligaron a acompañarlos. Marcos recibió el primer disparo y Ana, destinada a morir c

edaste a a

a frente! ¡Ni de riesgo! Logré ver los cadá

o te dolió

por su culpa! -Se recogió la falda para mostrarme la

de tus padres! -r

Por el camino ambos se cruzaban todo tipo de groserías. Yo pensé que Ana por fin había reflexionado y supuse que, de ahora en adelante, las cosas serían diferentes; mucho mejor. ¡Ah, tan ilusa yo! Resulta que la señora había conseguido un mejor postor. Gracias a Dios el tipo resultó ser un infiltrado de la policía. ¡Por maricas! Los dos

empatía; lo cierto es que esa historia, perfecta para un guion cinematográfico, aun le afectaba emocionalmente. A pesar de esa fortaleza que demostraba. ¡Por Dios! ¡Era

recen estar muertos! -Fue lo ún

é me cuentas? -pregunt

vor? ¿Conoces de un colegio q

d completa. Pero ese colegio es d

o ayúdame -le respo

No hay manera de llegar a menos que sea caminando. Estamos en una de las pocas zonas controlada por policías y guardias, pero está gente no res

s ¿Qué h

esguardarnos hasta que amanezca. Apenas termine el t

la prudencia hasta llegar al piso superior. Seguimos un camino largo donde según las señales que habían quedado a salvo del vandalismo de las personas nos indicaba donde quedaban los baños públicos. La puerta estaba trancada. ¡Nada que hacer! Pensé. Pero Paty me

da, Eduardo? -me preguntó Paty, recosta

uro con la intención de salvar mi matrimonio. -Ciertamente, lo había pensado. Por

o? No te ves ni siquiera como u

na carc

olo es un mal chiste

futuro" Si regresas a tu presente, búscame para saber si sob

nombre y apellido completo, o po

nombre completo es Ana Patricia Rivera Acosta. Por obvias razones sabes porque preferí utilizar mi segundo nombre. ¿¡Te gusta!? Par

orme sin sentido, su rostro también tuvo el mismo destino. Reconociendo lo

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY