tado atención a mis explicaciones? -los gritos de El
la voz de la esclava apenada
a nada! -mi madrina apuró el paso al oír las ofensas que salían
mi casa! -exclamó, mient
útiles! -las mujeres bajaron el rostro, mi madri
nó. Las mujeres hicieron lo que les pidió y salieron ráp
ates a mi servidumbre cuando yo no lo h
acieron para ser tratados como
a Dios que Adrián no haya sacado ese carácter -el rostro de la mujer e
rácter. Lo críe para ser un triunfador, no un m
nclusiones que saqué en torno al carácter de su madre estaban muy lejos de la maldad de aquella mujer. Jamás me aceptaría como nuera. Q
omo lo hacen las otras esclavas ¿Por qué no le ordenaste a ella que llevara los paquetes al
mucho menos una sirvienta ¿Acaso quieres que coloquemos las cartas sobre
a como la nuestra, deber
s en tu cuarto por qué no pienso prescindir de la compañía de Estefanía por tus estúpidos prejuicios. Tristeza me da que mi hijo no te haya hecho cambiar en todo este tiemp
a, no discutan por
esto con desprecio y luego, colocó su cara de víctima y declaró: -No, querida, de eso me encargo yo, soy un
ndo algunos pendientes de la hacienda que mi madrina le encargó. Al verlos cruzar el salón me disculpé y sal
sobresalté al oír la voz de mi madr
rina,
r los comentarios venenosos de ella, no valen la pena
encias madrina y es mejor que mantenga
e Adrián me produjo un d
zabeth no es la dueña de e
y hace poco usted me comentó que había notado como él me miraba. Yo no quiero traer problemas, antes p
en el corazón; con respecto a que Adrián te mira con interés, ya me convenciste de que de tu parte ya no es un peligro; solamente continúa comportándote correctamente como lo has hec
iamente de que Rosa irrumpiera para solicit
mi corazón era mejor evitarlo. Más agonizante se volvía mi esfuerzo cuando lo escuchaba preguntando por mí y como mi madrina me excusaba diciendo que estaba indispuesta, aunque su excusa no era
egunté curiosa; ella
sin observarte, se ha dado sus vueltas por la cocina y por el
á? -quise saber, record
lo que falta para la fiesta -contestó Rosario, otra de la muchach
ieto. Apenas el joven llegó, ella lo acaparó, les voy a ll
ejor q
no podrás h
o h
n dedo y esta vieja puede observar a través de tus
án aún no se percataban de nuestras presencias cu
te detien
terrogando al joven Adrián sobre ti -el corazón s
e quedarte calladita y
da la razón
una galleta de la bandeja y se la
el poeta Griego Homero en sus poemas épicos y que servían de inspiración a los artistas para crear exquisitos cuadros. De esta manera lo admiraba a él, me quedaba sin aliento con solo mirarlo. Su elevada estatura,
r que te cayó mu
mento que por sentirse indispuesta no la haya podido ver. Sería inaprop
de Adrián, pero lamenté no tenerle en un ángulo de visión más cercana
pedirte algo -dijo d
esees -le
ja y ya poco me queda en este mundo. Estefanía es una muchacha tan dulce y pura que no quiero que nada ni nadie la lastime, aunque sé que ese dese
protegeré..., no obstante, lo que no le pued
ro de mí, que me llenó de alegría y amor. El sol resplandeció en mi interior. Por otra p
s sintiendo con ojos de hombre atraído? -s
-¡A tu madre le dará un ataque al corazón si descubre que te sientes atraído por mi ahijada! Ya sabes cómo es ella con el tema de l
a pasar el resto de mi vida la elijo yo y
ó al padre de Estefanía? -Adrián tocó un asunto que me interesaba demasiado; é
regunta, muchacho? -
ntemplé, quede sin aliento: Su estampa es simplemente magistral, no es como las otras mujeres que he conocido y que mayormente llevan el cabello recogido en peinados muy elaborados; ella, en cambio, lo llevaba suelto como un mant
a? Qué no se te olvide qué ella es como hija mía y cuido de su virtud con fi
que no pienso esconderlo. Nunca vi una mujer como ella; ninguna otra mujer me
lo que creía! -exclamó mi madrina
a mi oído. Odié no poder es
a lo mismo que yo, también me quería, al conocer sus sentimientos por su propia boca hizo sentirme imparable e indestructible. ¡Aquel caballero irreal me encontraba hermosa y atractiva!, pero él tenía razón en su sup
de preguntas que nunca antes me atreví a formularme. Ahora lo quería saber todo, saber que hacían las parejas cuando se casaban, en qué consistía la luna de miel y de cómo una dama dejaba de ser doncella, si era un pecado darse un beso en los labios a un hombre previamente de casarse... De pronto me vi inundada de infinidad de preguntas. Adrián e