penhague y sentía que mi vida había cambiado
palabra y yo continuaba sin dirigírsela a mi madre, pero el hecho de que las organizaci
yuda para evadir cualquier tipo de acercamiento con las mujeres de
así que me puse a investigar un poquito y ¡Evviva
-La miré a través del esp
ales ya no me podía negar a asistir) y al siguiente había cambia
do en una ocasión y había sido de manera fugaz, pues estaba encargándose, junto con mi padre, Ilhan
alibre más potente, pero aún así más ligeras y fáciles de sostener y transportar; con un mejor alcance en detonaciones a larga distancia; municiones
s miembros de la mafia rusa) tenía
los dieciocho años... -La voz de Fi
ntrar mi atención en su imagen, a través del espejo. Tenía la frente ar
esde hace treinta minutos, Eleano
sobre el tocador y me encaminé hast
go la cabeza llena de
comprensiva y t
ño -. Es que... No quiero escucharme como una perra egoísta, pero... -Dudó un s
arcaba una ceja, instándola a contin
ntes de continuar con s
ertada de mi parte -. Si yo estuviera en tu lugar, me casaría con los ojos ce
su comentario, pero ella
e su relación es prácticamente imposible -agregó -. Nosotras sabemos desde siem
tenía
queteando todas las cosas -, se ve que tiene experiencia en... muchas cosas -me miró de una manera sugerente con ambas cejas levantadas
re y atarías tu vida a alguien que apenas conoces solo por conve
con i
nosotras, Eleanor
ado esa misma frase antes de que termin
casó por am
so? -La pregunta me
de veces pero no fui
tan enamorados, eran el uno para el otro. Mi padre trataba a mi madre como su mayor tesoro y la vida de ella s
se a mi lado. Sujetó mis manos ent
ica -, no intentes nada estúpido; no me gustaría ver que terminas como la Capuleto y su
ay de la
nó mi subc
es para mí: Convertirme en la esposa de Nasra o terminar muerta; porque el negarse a un co
oner los pies en la tier
lena de porquería o, tal vez, era demasiado cobarde para aceptar lo que correspondía y quería seguir
lleza a los dieciocho años?-Continu
render mi cambio de plática tan repentino, pero ense
a! -canturreó con
i ser. Ni tampoco mi comentario venenoso, pero realmente había sido lo prim
s reinas de belleza es la paz mundial?.
la mano, restándole imp
tactos en el certamen? Tal v
en blanco y ne
lleza de Israel, Fior
*
como reina mundial de belleza, salió de mi habitación deci
né de alistarme para el
s me dirigía al búnker que había sido construido bajo la mansión y el cual fungía como
fondo, practicando algunas técnicas en un saco de box; mientras que Alf estaba sentado en un
erd
nis para correr que llevaba puestos. Lo ví tensar la mandíbula y arrugar la frente, aunque no comentó nada al respecto. Ví como su p
s castaños, tenía la facilidad de hacerme
uviera sufici
si no como amigo, al igual que Tanya y Helge, era tan reacio y serio que las cosas al final no habían salido como esperaba. Aquel ch
abían caído sobre su frente, apoyó las manos sobre sus ro
dos los
además de que las plataformas de las botas lo hacían crecer aún más, mi
r -Asintió con re
al a como había visto en las películas) y
rdias no se andaban con nimiedades. Las batallas cuerpo a cuerpo eran intensas, solo
sentir mejor o peor. Alf estaba conteniendo la fuerza en sus golpes y movimientos,
s nuevas se estaba acumulando sobre mí, volviéndome incluso peo
cerrado, así como llaves y otras técnicas de sumisión de MMA, en las que también se
para secar el sudor que bañaba mi frente y
destensar los músculos y descansar un rato antes de tener que
cuerpo, no quería ni imaginarme cuánto me ib
é exas
e que estaba en Dinamarca mis días eran iguales, era como un círculo vicioso en e
la este, salió Farid Akdemir, vestía un traje negro con camisa satin
ano en la bolsa delantera de su pantalón y ladeaba ligerame
s dorados recorrieron mi cuerpo detenida y descaradamente, haciéndome sentir i
cubría discretamente la piel expuesta de mi abdomen con la
apareció en los labios de Farid. Algo.me dec
e, pasando de largo, si
que que quería escapar de esa intensa y escalofriante mirada que aún sentía puesta sobre
mi corazón se hubo acompasado, preparé la tina con esencias florales y burbujas, me deshice de la ropa y me sumergí en el agua tibia. La sensación
de los cargamentos que estaban preparando para enviar a América lo tenían bastante ocupado. Desde hacía un par de años, Magn
no siguiera en pie y tampoco era algo que simplemente le diría por teléfono como si se tratara
é esa pequeña brecha en mi mundo de cobardía y le envíe un mensaje diciénd
mesita de noche y me metí a la
s en la puerta se hicieron presentes, mis ojos viajaron de manera automática
¡La estúpida p
estuviera a punto de derribar la
¡Mierda!
alto el hecho de que aún llevaba nada más que la jodida bata de baño encima (que, para variar, el nudo se había aflojado u
i hombro desnudo, para luego centrarse en un punto en la nada, por encima de mi cabeza. Mientras
postura firme,
ita. No era mi inten
e para la práctica ¿cierto? - En realidad no hacía falta q
smo color, botas (Que esta vez yo, por ningún motivo, pensaba
carla, ha estado esperán
í -¿Cuánto tiempo llevo
o un vist
una
ojos, sor
, voy enseg
y me dirigí corr
gura que sería la segunda opción. Conociendo a Sten, podía jurar que le había ordenado a Alf llevarme ha
de la habitación. La enfundé dentro de la cinturilla de mi
ía convertido. Esta vez mi ropa imitaba un poco a la del hombre que caminaba totalmente impasi
n las primeras salas; caminamos por un pasillo que se encontraba
tas cedieron, permitiéndonos ingresar a la sala de control del campo. Todos los que teníamos permitido ingresa
de su arma. Sus ojos viajaron hasta nosotros en cuanto nos escu
-apuntó con to
tante bien, papá. Gracias por pregu
istal donde descansaba todo un arsenal. Ingresé mi clave y abrí uno de los gabinetes, donde sabía que se gua
que, cargué el cartucho, me coloqué los protect
l del costado e hizo descender el riel donde se encontraban sujetos
ada crítica de mi padre. Aspiré profundo y fijé mi objetivo, acaricié
ar tanto tiempo para pre
ento de esperanza de que jamás necesitara accionar un arma
labras de mi padre y vo
n ligero empuje de su pie contra los
rla, señori
acción involuntaria en mi cuerpo. Asentí, s
postura, después sus manos se apoyaron en mis cad
lejándose unos
ás fijé mi objetivo, era el más cercano y tenía la diana dibujada justo al centro del estómago. Sin
atentamente el panera al que acababa de dispararle, el punto rojo del centro continua
erd
primera vez después
é menta
asperado brot
giré a verlo, pero no era conmigo con quien hablaba,
cinturón de su pantalón y comen
s de práctica de tiro, más tres de combate
n más fuerza la empuñadura de m
? -instó
ordenas, padre -res
noró mi comentario
andado, el hecho de que Alf fuera mi única compañía no aminoraba para n
apada en el cuerpo de un joven, porque no h
. No había probado más bocado que el desayuno, aquella siesta me había robado el día. Me preparé una rápida en
s a través de la ventana, agradecí el silencio y l
ansar, pero todo se fue al caño cuando cierta Italiana extrovertida
untó con una sonrisa
que debería estarlo
esta esta noche!
dita s
*
/
herm
toda mi atención en escribir el capítulo especial del mentor, que, a
. Espero que les haya gus
rtancia. Les voy a dar belleza masculina descomu
comunicado, pe
emos p