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sé que el capítulo va a valer la p
*
eanor ¡Está va a ser la me
uier otro momento estaría refunfuñando como señora amargada, por la loca idea de mi amiga de salir
l siguiente día tendría que levantarme temprano para los entrenam
e un sermón y, desde, luego no me iba a arriesgar a que los hombres de mi padre se enteraran y le fueran con el chi
de los que pertenecían al klan, pues como dije, no quería que alguien informa
tado y un montón de balcones, a través de los cuales podían verse un buen número de personas bailando en el interior,
también se encontraba atiborrada de personas que disfrutaban de la
isando su maquillaje con el retrovisor, lo cual puso un
estros vestidos de lentejuelas volviéndolos más llamativos. Me dejé envolver por el ambiente del lugar, sintiéndome, por un momen
encima de la música, señalando co
nía mejor conocimiento del lugar que yo
mente absorta en la música y en las almas que disfrutaban del ambiente. Sonreí y me contagié d
esfumó en cuanto reparé en las tres figuras que estaban sentadas fr
oncertada, pero ella solo se encogió de h
, así que se nos ocurrió que sería buena id
rechazar su oferta. Prefería mil veces la seguridad de
uándo haces pl
gió de
bandona un día completo en su
no es por g
erte contado el plan completo, pero present
adamente. Podía sentir los oj
a rodó
y déjate llevar. Si algo no te gusta
media vuelta y largarme, pero mi amiga tenía razón, había pasado menos tiempo con ella de lo
ue Irem, no había convivido con ella, pero parecía una chica extrov
e Nabila, pero, a diferencia de los hombres, Irem tenía l
y depositó un beso en cada una de mis mejill
itaria. Él se encontraba en al asiento al centro de s
. Acomodó su largo cabello caoba detrás las oreja
en confianza -intervino
í, a mi cuerpo mejor dicho. Su mirada me recorrió de pies a cabeza, de una manera discreta pero intimida
noches,
da disimuló mi nu
tó un fugaz beso en ella. De soslayo pude ver cómo el rostro de mi amiga se teñía de rojo y
o deseaba como es debido debía mantenerse al margen. Aquello solo me incentivó a encontrar la manera de terminar con el abs
do por parte del turco
uavidad, pero a diferencia de mi amiga, alargó el momento, tanto que mi piel comenzó a cosquil
e se afianzó. Aquello no llegó a causa
fugaz a mi alrededor, solo para tratar de ignorar lo que sucedía en ese momento, pero, pa
ntó Nasra, liberándome de su agarre y bri
as -mu
micircular liberando el espacio suficiente para Nasra y para mí.
tas de Bozkurtlar, brindándonos privacidad, pero manteniéndose alerta, después
Fiore, dándole un vistazo a l
a. En la mesa había otro par de vasos con un líquido ambarino oscuro y bast
mesero y ordenó un campari con naranja, mientras que yo me incliné por una copa d
a amena conversación, que Farid (Pese a que se encontraba en el medio de aquellas dos chicas), ignoraba por completo, de hecho, no parecía que el herma
ílabo. No había nada que no nos llevara al tema de los negocios familiares y, honestamente, era en lo que menos quería p
esa forma mi carrera. Le confesé mi gusto por la literatura romántica y la mitología y, a diferencia de lo que habría imaginado, no minimizó ni
siento, haciéndome reaccionar ¿Por qué carajos estaba pensando en Nas
té entre desconcer
te del mundo. Le lancé un intento de mirada amenazante, que ignoró por completo -. Voy a envejecer aquí s
y aplaudió co
emoción, haciendo ad
obre la mesa. Irem lo miró con culpa y algo de súplica. No hicieron falta palabras para que l
con una sonrisa brillante, a
manera, retar al futuro líder de la mafia turca
hablando antes de que pudiera echar a perder lo que estaba a punto de hacer -Pero, lleva a Irem -dije con una sonrisa, la cua
ujo a Nasra y a mí para que nos apartáramos de su camino), tomó la mano de Irem y la arra
de satisfacc
un simple movimiento de cabeza, dos de sus guardias se dirigieron hacía la pista de baile, manteniéndose a una
mo el nombrado tensaba la mandíbula y empuñaba su vaso. Temí q
roveché para averiguar si Nasra tenía alguna persona especial en Turquía o en cualquier otra parte del mundo, sin embargo, pese a mis intentos de sacar el tema a flote, él terminaba
entonábamos la letra de Barbie Girl, dispuestas a enseñarle la canción a Irem. La letra reflej
on todo el alcohol que ya habían bebido. Esa era la señal para salir del club antes de que las cosas se salieran de control. No me
as chicas, quienes seguían c
les pedí que se adelantaran por la camioneta y que nos esperaran en la entrada del lugar. Helg
he había estado bastante tranquila, ¿q
un poco de recelo, pero
los pedí, caminé de regreso, la pista se extendía al final del pasillo, el cual estaba iluminado por una tenue luz azul neon. Traté de buscar a las chicas en medio de la gente, pero ya
ró y un escalofrío recorrió mi cuerpo, me sentí desorientada unos moment
po al mío, lo cual me confirmó que era al menos unos treinta centímetros más alto que yo. Mis ojos aún
xtraño, sujeto. Mis ojos se abrieron como platos
hubiera llevado todo mi aliento -¿Qué mierda crees que estás haciendo? ¡Suéltame! ¡Esto no
dijo, mientras tomaba mi mentón con su mano libre y levantaba mi rostro para que lo mirara d
ablando, imbécil
rdias? -Chasqueó la lengua en negación -No
ar
salgo de aquí en menos de cinc
mente me encargaría de llevarte a tí y a tu amiga
hijo de pu
stante, pero gracia
era la poca moralidad que pudiera haber dentro d
a futura esposa de tu hermano? ¿Tu futura cuñada?...
ensanchó provocando q
r nada hacía tamba
dejando una distancia nul
mi piel -Llevo días preguntándome si tu padre te había dado la buena nueva de que pron
bligándome a mante
te dentro de mi cama noche y día. Es una lástima que nuestras posiciones dentro de nuestras
s ojos
iotez acababa de
sta -lee mis labios, Farid Akdemir: NUNCA VOY A SER
an los ret
id, él decidiera echar atrás el estúpido compomiso. Después de todo Sten era receloso en cuanto al respeto de la familia y el matri
la realidad -Tu padre está cegado por el poder que le va a traer el
dije con una
apareció en los
tu altanería, p
labios ya se encontraban aprisionando los míos, sus movimient
ejarme llevar por la necesidad que tenía de él.
empujón en el pecho y una patada cerca de la entrepierna. Trastabilló ligeramente hacía atrás, gruñendo y vocife
nsabilidad. Repasé rápidamente la zona VIP, en la que habíamos es
ie
emblorosas, con mi mente trabajando a mil por hora: El compromiso, los Akd
diciones en su idioma, hice un paneo con la vista, logrando identificarla a no más de dos metros de donde me enco
tra mi
se había salido
donde se e
¡¿Qué mierda e
que se quiso pasar d
cadas. Iba a intervenir, cuando los hombres de Bozkurtl
ik! -vociferó pasándose las manos por el cabello, con frustració
em refugiándose en sus brazos -Po
enterarme? -Me
pero en mi caso era por una situació
ligeramente mi brazo desnudo con el dorso de su mano. Arrugué
aron un segundo en mí, ante
asunto que debemos resolver -agregó con una frial
con esas simples palabras, Nasra le hubier
ndonos paso entre la gente, que nos miraba con
de la nuestra, me analizó rápidamente, asegurándose de que estuviera en una sola pieza. No estaba segura de cu
Fiorella -pidió Irem, sujetando el br
on una sonr
der (Seguramente con una
de su hermano -...Es lo mejor -agregó, observándolo de manera
una ligera reverencia y s
a puerta y se montó en el asiento del copiloto. A través de los cristales polarizados pude ver
avanzaron en cara
? -pregunté
asin
ió con las mujeres equivocadas -g
abeza de aquel chico, resultaba bastante gracioso. Mi sonrisa se convirtió en un montón de carcajadas que
je a mi amiga, tom
o... ahora también a tí, pequ
rte del gru
o, aunque, a diferencia de Irem, Grette aún era meno
ho tiempo llega
irigimos cada una a sus respectivas habitaciones. Los pies me mataban, deseaba una ducha para liberar toda la tensión acumul
rior, llamaron mi atención. Me asomé por la ventana que daba al jardín. Los guardias parecían alterados por algo, sin embargo, lo que más ll
posible, corrí en puntillas hasta el pasillo en el que se encontraba la entrada principal
ie
que me brindara unos segundos para poder ingresar al lugar, pero lo único que me servía era el
desde el interior, permitiéndome llegar hasta la puerta. Me ade
en ese momento se encontraba vacía. Escuché sonidos y voces que venían del lado derecho del lugar, así que seguí por el pasillo, hasta donde estos
tro metros que semejaba una sala de interrogatorios, en el centro había u
club, el que había molestado a Fiore e Irem. Solo que ya no lucía para nada como aquel chico. El hombre frente a mí, ten
idos que emitía, podía haber pensado
ocultarme mejor tras el muro del pasillo
caba a una distancia prudente del hombre al centro. Se acomodó en ella y encendió
, valoro mucho esto que hace por nosotro
campo de visión. Llevaba la misma ropa de hacía un rato, pero se h
lando, mientras se limpiaba la sangre de las manos -, pero este hijo de pu
tiendo perfectamente. Haría lo mismo si alguien
mpezar por el ho
ns
(que no podía identificar del todo) brillaban bajo la luz. Lo vi sostener unas pinzas mientras las observaba
turco a Sten -Mi padre me ha dicho que sus mét
ntras le daba una c
ijo, expulsa
bra, el Sten que conocía podí
naron de lágrimas. Me había quedado congelada en el lugar, por más que traté no pude move