s mundanas, terminan descubriendo el nombre de cada una
ico restaurante que había en toda la locación, eran agradables, pero no lo suficiente como para enc
causa problemas como Jack, en un momento de la conversación el chico se quedó en silencio,
pensaba, hasta que Jack tuvo que arruinarlo con sus acciones, des
-susurró, levantándose a
gunté, extrañada co
smado, dejándome aún más conf
Marlon, frunciendo el ceño al
en el exterior frente a un tipo que no lograba recon
murmuré corriendo fuera de allí, a ver
simple vista bastante peligrosos, estos estaban rodean
rtera semanas atrás, el motivo de mi mala suerte, ese estúpido chico qu
térico, exigiéndole entre berridos que le devolviera su
usitó, sin perder esa e
rtera! ¡Maldito
de temor a ser agredida-. Podrías regresarles su dinero y sus papeles, ¿por favor
o los dientes, bastante enfa
áll
rme contigo? -dijo con una sonrisa socarrona, tomándom
ro en otra dirección, basta
ándole un puñetazo, antes de que yo pudiese
scuché un ruido sordo que me obligó a girarme; a pesar
, Rhys lanzaba puños y patadas a diestra
ver que poco a poco lo acorralaban con su fuerza, dejándolo agotado, e indefenso, no pu
ebía ayudarlo o no, así que sin más remedio, salté sobre el más gordo
elea, mientras yo seguía lastimando con mis uñas al gordit
po que estuvo a mi alcance sin poder sentir un poco de remordim
ó rendirse, y por fin, pude poner mis pies sobre el duro suelo de un salto, bastante contenta con los resultados,
ció, lanzándole montones de billet
nos solos en medio de la calle con la mirada de
ólo podíamos disfrutar de la forma tan graciosa en la que esos cuatro
, ya no importaría si lo pensara con más calma, después de todo, lo único que invadía mi m
su cuello con mis delgados brazos y mi sonrisa imborrable oculta en su hombro, t
e, dejándome petrificada cuando él me devolvió el abrazo de u