lujoso, pero era acogedor, yo seguía en el hombro d
jarme ahora
erás en problemas? – Me
poco me fue colocando en el piso - ¿Qué bonito lugar? – Le dij
tomando? – Me pre
un sofá que estaba en medio de aquella sala. Vi como se acercó a un minibar que ten
vez que bebes alcohol? – M
mujer que te encuentras en la calle
e dijo rascan
tella y las dos copas, él negó con su cabeza, en s
ente, no podía describir como esa mirada me hacia sentir en ese momento, no sabia porque mi cuerpo respondía a esa m
la como tú! – Su mirada penetrante hacia que mi cuerpo temblara. Sus ojos cafés a la luz de lampara
acabas de conocer a tú casa, puede
mis cejas, tratando de entender sus palabras. Él solo soltó una sonrisa – No m
te, además mi cuerpo deseaba besar los labios de este hombre, él se sorprendió por lo que hice, pero poco a poco fue correspondiéndome el beso, yo me puse encima de él. Estábamos sentados en aquel sofá, sus manos estab
beso nos separamos para tomar aire. Con desespe
? – Me dijo mirá
as esto... - Le dije
ada así... - No en
Qu
harme de ti... y no puedo hacerlo, si voy a estar con una mujer tiene que estar sob
? – Le dije
mbre que va por la vida acostándose con todas las mujeres que se le pasan por enfrente y menos si están borrachas y pen
manos – Es mejor que descanses un poco – Me acomodo y me p
.
un me sentía medio dormida, pero escuché una voz. Me levanté, pero él me hizo seña de que me esperara un momento, tenía mi celular entre sus manos, como si hab
lados y me comencé a tocar todo e
de llamar
ños - ¿Qué? La vergüenza me estaba matando, el chico solo me miraba con una sonrisa divertida en su rostro. Yo rasc
e a él - ¿Preocupado por mí? –
ía que
ía a este hombre, era el mismo del avión – Me volveré a presentar –
sonrisa – Soy Alexander Ricci –
saca o mi vergüenza. Podía decir que este hombre tenia una sonrisa hermosa, sus ojos se le achicaban cuando reía y se le h