l Hotel. Los últimos días de filmac
pañales cuando no había dicho sus primeras palabras, y cuando consiguió la capacidad de articular orac
e los perseguía. O una niña juguetona en el centro del escenario en una escena dentro
de. Aún así, en esos días Marie descubrió algo de sí misma: le encantaba actuar. No era una sorpresa, desde luego, pero la actuación había sido casi siempre algo inculcado por sus padres. Y por lo que veía, sucedía a menudo. En varias ocasiones Marie trabajó con otras niñas que es
n cuestión fuera una niña sin nombre como extra de un parque infantil. Para el
abaciones. Resultaba encantadora con todo el
Una especie de Scooby Doo con personas reales. Lo que parecía una premisa sencilla terminaba con tramas sumamente interesantes y un éxito que apuntó al estrellato. Después de eso había protagonizado a
ento habí
lista
que llegara la pr
aún no hab
ando en la ultima tempor
, llegó al Hotel
o desde el lobby vio que las puertas del elevado
rendido, retuvo el ascens
ra una sonrisa, presionó el botón
ró las puertas y
Quizá me reconoció», pensó. No era la primera vez que ve
a. Se veía fuerte con unos músculos escondidos bajo la camiseta blanca que vestía. Estaba perfectamente afeitado, pero aún así algo
olo mi imagin
de reojo y Marie fin
eteo y un bajón de luz que duró un
l se vieron
erse, ¿verdad?
l zumbido del motor ya no se sentía; tampoco la vibración eléctrica recorr
de electricidad o algo p
é está la lu
energía o algo para asegurarse de que, si
ce un gran
Pue
s estamos
Pue
lo mismo con el suyo sacándolo de su bolsillo. Ambos mi
eñal -di
l mostrándole la pantall
mó la Marie llevándose el pulgar a l
ar demasiado. Saldremos en un santiamén -le
cida, pero intentando sonreírle de vuelt
ez qué te quedas encerr
-S
decir que perdiste la v
a verlo con las
o llevándose una
n ascensor, sino con un ascensor... O sea,
ero no dijo nada, aunque negó ligeramente con la c
a regresado, porque sintió algo de corriente recorriéndole el cuerpo. Tardó unos segundos en
n. Y el examen del hombre tampoco había demasiado; un movimiento rápido de sus pupilas. Y aún así, Marie estuvo segura de que la ha
dijo ella, medio segundo antes de darse cuenta
zó las
rojó y se sen
evitar la mirada del hombre y sacó del bolso la novela que estaba
ce esa novela?
ó la mirada,
e gusta
Es b
me sorprende sabi
leyendo, y luego los volvió a subir, lig
es te gust
nte. ¿Y a ti
aro.