y yo los mirábamos con miedo. No queríamos que nuestros hij
on una sonrisa y me abrazó la cintur
jo tímida
-Catrina imit
r. Por mucho que Kentin quiera disimular, nuestros
sencillez-. De vez en cuando papá y m
ritando -dijo L
nadie, ¿de acuerdo? -dije con una sonrisa, Liam y Catrina asintieron. Ahora mi marido y yo debíamos de dar el ejemplo; siempre le
ás -dijo Kentin con una sonrisa, acercó sus labios a los míos. Su b
con nuestra discusión. No me gustaba discutir estas cosas en la vía pública pero no veía otro modo de que K
dre te consiguió -dijo Kentin con la mandíbula encajada, casi sin mover los lab
taba mantener una sonrisa no muy forzada en el rostro mientras veía cómo mis hijos se divertían, lejos de las preocupaciones de los adultos-. Entiendo que tu padre
iga fajando el lomo -ri
ijos, limpiando la casa, preparando la comida, yendo a hacer las c
l dinero a casa -gruñó mi esposo mientras
hes de Catrina, limpiar, cocinar, lavar la ropa, ayudar a los ni
olía terriblemente lo injusto que estaba siendo conmigo. Él también tenía conocimiento de la situación en casa, yo trataba de solucionar las cos
verdes. Tenía el ceño partido al medio por la fuerza que estaba haciendo-. Ya viste cómo tengo el cuerpo
o cómo el resto de los que están ahí
anas y NECESITO que encuentres un trabajo, porque hasta ahora estuvieron haciendo la vista gorda conmigo por ser un O'Connor -dijo Kentin, yo lo miré sin entender-. Yo tendría que entrar
más que me quede en casa -d
a mucho tiempo. No quiero sonar fatalista, pero si no hubi
puedo -le dije con
s dando tu m
quieres q
jo Kentin, aunque un poco fuerte porque la
je que no!
abezota, ac
ptarlo y no pu
ue hacer, pero no puedes de
prefería no seguir la discusión ahí en el parque. Así que simplement
por el otoño, eso me daba excusas para poder estar lejos de Kentin durante al menos un par de ho
odo las noches. Aún no era invierno y ya estaba usando medias para poder dormir porque los dedos de los pies se me congelaban de noche. Coloqué a Dante cerca de mí mientras Fuser se acercaba despacio por su edad, pobre viejo querido... ya tenía los días contados... Empecé a rastrillar las hojas mientras
ya va siendo hora de desagotarla, limpiarla en profundidad y taparla con la lona protectora o luego tendríamos sapos en la casa, más de los que ya teníamos. Vivir en el campo tenía sus claras venta
sorprendió ver que era Louis el que llamaba, generalmente me llamaba directo a casa porque viví
ómo estás?
a sido siempre-. ¿Estás disponible? Me gustaría que nos junte
discutimos y no quiero que se enoje más de
ongo que puedo ir a ver
hay pr
ijos pasen un poco al aire libre pero ya estaba haciendo demasiado frío y ahora sólo faltaba que el bebé se enferme. Abrí la puerta de vidrio y entré junto con Catrina que me seguía los pasos de cerca. V
staba que llegue gente cuando estábamos
? Me parecía de por demás injusto que continúe con esa ac
ciudad era que el servicio de recolección de residuos no pasaba por aquí, así que nosotros mismos debíamos de llevar la basura
de abono para las plantas, así que en vez de tirar las cáscaras de huevos, los corazones de manzanas, entre otras cosas, cavaba un hueco en la tierra cerca de
Subí hacia el primer piso y entré a mi dormitorio, saqué un jean y una sudadera limpias, las dejé en la cama y entré al baño, abrí la ducha y esperé a que el agua se caliente. Me miré al espejo: La vida de madre estaba haciendo estragos en mi rostro, ya se empezaban a notar ciertas arrugas, lo cierto era que estar las veinticuatro horas del día enc
las dos horas mensuales. Catrina y Liam me demandaban demasiado tiempo, Dante no era una molestia, pero con dos hijos que se odian entre sí... Y luego estaba Kentin. Hacía unas semanas que ya ni intentaba seducirme, antes lo hacía, pero ahora lo más íntimo que habíamos llegado a tener era un beso de buenos días, el mismo beso se usaba para despedirnos antes de que se vaya al trabajo; hasta dormíamos sin abrazarnos, cada uno en
ba maquillaje en casa, pero tenía unas ojeras terribles. Lo último que faltaba que mi amigo me dé un sermón por mi salud. Terminé de arreglarme; en mi humilde o
aba demorar más de lo necesario en abrirle la entrada, esperar a que él entre y luego volver a cerrarla. Mientras saludaba a Louis que entraba con su
Tuvo que agacharse en todo su metro nove
calones de la galería de la entrada de casa. Abrí la puerta y pasamos. Los c
y Liam. Dante reconoció a
as los tomaba en brazos a ambos y los abrazaba. Luego los dejó en el piso y mi
rse cómodo y le ofrecí algo para beber pero no quiso aceptar nada. Nos sentamos en
vueltas. Me sorprendía mucho que Louis se haya t
realidad es de Helena, yo solamente moví un par de hilos junto c
ada? -pregu
l jefa de Relaciones Públicas de Dolce & Gabanna de que te contraten como la su segunda asistente
stás diciendo que Helena logró convencer a la j
e organiza los eventos, las fiestas, desfiles,
abalancé a los brazos, mientras le daba las
evista de trabajo! ¡Tendrás que levantarte temprano porque
-dije con lágri