el 99% de su vida y había sentido que se le venía la muerte encima, sin embargo, por súplicas de su m
es para hacerlo, puso todo su empeño y multiplicó y triplicó lo poco
eno a ser un mísero hombre con dinero pero sin
fuerte que la anterior lo hizo distraerse
í mismo pero no lo suficientemente suave ya que Héctor
Cristopher para intentar cargarlo. - Suba conmigo a
lar, Héctor rodea a Cristopher con
ir Cristopher al sentir
lo desde adentro, un intenso escozor en el abdomen
e estuviste en una
r el pensamiento que tuvo el reflejo de sí
uedó fatal. - bromea sin saber qué tal le sentaría
uella br
s peor. - dijo
erzas se inquietó, miró fijamente a los ojos de él y pudo
mie
pañado de una temblor en las palmas de sus manos, temblor que Cristofer
que había ido demasia
instantes antes había estado a punto de molerlo a golpes, resulta muy creíb
dadera calma y sintió que podía bajar la guardia, pero al parecer
odía permanecer de pie por su propia cuenta, a Héctor le
n dichas con tanta convicción que no pudo evi
de todos los temores que aún no conoces o por su porte tan esbelto, que a pesar de no estar completamente erguido, tenía la sensación de que estaba
iolento, de joven siempre fue un niño muy cari
debaja consumir por los recuerdos y remordimientos, no
ue le pagó de la peor manera en el pasado, y el n
u corazón y por ello estallaba
a contra él todo el odio que tenía reprimido
o a pensar que todo lo que ocurrió fue un accidente, él
amos el evento tod
e la calle, hiptonizado por una melena cobriza y
e le ocurrió la grandiosa idea de quedarse parado
había dispuesto a golpearlo, todo p
ía acelerado y había perdido el control de su mente, no pensaba más que en ella, e
de la realidad y había olvidado que pos
era ese pobre hombre, que solo estaba t
ser golpeado o soltarlo y preveer por su bienestar dejándolo caer, Cristopher