mbi
ntro de la cabeza de Cris
cambiar,
e Cristopher había hec
ambiado para bien o para mal, lo que sí
sonreído y había sentido la alegría dentro de sí, tampoco recordaba la última vez que no tuvo ni medio peso en el bolsillo, cuando de
el primer paso para dirigirse hacía la vida que quería, y a pesar de no haber sido fácil y haber tenido tantos obstáculos en
elic
el camino, por todo lo que tuvo que sacrificar y todos aquellos que decidieron dejarlo at
ra feliz al menos
e nadie le podía roba
tos siente que alguien le coloca
mpo había llegado y al fin alguien
nzó a apreciar a Héctor pasándose las yemas de los dedos por
traba reflexionando, pues no podía dormirse teniendo semejante herida en el cuerpo, por eso, a pesar d
do, pero lo cierto era que el que ya estuviera ahí le generaba alivio, pues el dol
continúa y se presenta con su nombre y apellido, como si se tratase de una celebridad, pues
rrar una carpeta que se encuentra sujetada a la camilla, le echa un
o de voz diferente al anterior, agregándole algo de suspenso a la situación. -Entonces, señ
o que estaría cansado y se dispuso a colaborar, pues ya había perdido
dolor en el costado del abdomen, cómo si se me hubieran rotos las costillas.- termi
tor dice al sentir sobre él la m
ar se habían hechos buenos amigos de camino al hospital y al escuchar aquellas palabras del inocente Héctor a Cri
el doctor al observar el rostro
rata de relajarse y hacer to
cto de los cuales Cris desconoce los
dolos, otro lo coloca en sus oídos y el últ
que habían llevado al pediatra y n
spección de rutina y él sentía que se
procede a colocar sus m
ste hombre en su abdomen, lo había hecho con tan poco cuidado que p
n silencio, con mucho sueño pero las ansias de saber qué
ombría piel morena de Cris, palma el abdomen marcado y con las yemas de sus dedos va haciend
breta de la camilla, luego saca su celular y viendo bien el papel que