les de empeoramiento le hacía pensar que en realidad no era tan grave como se veía, cómo se sentía, pues si bien le dolía incansabl
rotas y pasar tanto tiempo sin s
e desde hace mucho los dolores pasaban por su cuerpo como una caricia, est
lo día con día, posiblemente no era la mejor decisión pero tan solo pensar en ten
, dormirse en su oficina después de beber litros de licor y despertar la mañana siguiente sin saber qué pasó, sin dolor
había acostum
de lo que no se daba cuenta es que
o el esconderlos bajo la alfombra y no hablarlo ni con l
ede ser hablar con alguien sobre
hogares dónde los forzaron a sobrellevar sus problemas asumiéndolos
, que hablar sobre sentimientos no era algo que hacían los hombres, al contrario, que debía callarse sus pensa
o mal, tener sentimiento de tristeza o dolor
que Cristopher había
za mental era tan implacable que nada más allá de su pasado podía afectarle, si quiera importarle, y a pesar de consumir tanto
nente por las calles y todos los notaban, las mujeres que
nsignificante, ellos no representaban nada en su vida como para que su estima tuviera algún tipo d
ente interesado en alguien más, tener una relación se convirtió en algo tan secunda
idamente hermosas y que cualquiera de ellas estuviera a su
o desde hace años
os de esmeralda, p
a la pelirroja d
había olvidado por un instante a la mujer que l
hacia por horas pensarla y por
o con el otro lo hacía implementarse , la idea de no volverla a ver era algo que le
ro el no tener manera de contactar con ella lo desesperaba, quería recorrer cada casa y apartamento de San Fra
ra casualidad y algo en él no la podía olvidar,
atropellado... y que hubiera sido ella quien fue a su auxilio, de tanta gente en el mundo y de tanta gente que
tinado y por ello tenía la corazonada de que se volverí
os días tarde o temprano se encontrarían pero dicho encue
calle y aparentemente sin tener ningún tipo de conocimiento básico sobre primeros auxi