/0/9061/coverbig.jpg?v=20230113101501)
El experto y solitario detective Cristhopher Clark se encuentra a solas en su oficina cuando recibe un inesperado mensaje de texto de un agente de la INTERPOL. Al leer aquel mensaje sabe que tiene un nuevo cometido: ir tras Jade Sanders, una mujer físicamente hermosa pero que posee una doble vida secreta la cual no es nada encantadora. Mientras Cristopher va tras Jade, ella se da cuenta que hay un sujeto que la está siguiendo y decide enfrentarse a él. Aquel encuentro marcará un antes y un después en la vida de Cristhopher ya que entre ellos nacerá un amorío que definitivamente traerá a su vida una serie de terribles consecuencias. Siendo detective de los agentes de la INTERPOL por el día y amante de Jade por las noches, Cristopher se expone a riesgos que harán que pueda perder la vida, pero aquello poco le importaba ya que su vida comenzó a ser vida cuando conoció a Jade...
Cristhopher Clark golpea el saco de boxeo por última vez y con ese golpe le da fin a su entrenamiento matutino, en un intento de estabilizarlo coloca ambas manos en el saco mientras observa sus nudillos enrojecidos por tanto golpear.
Exhausto reposa su cabeza en el saco y haciéndolo humedece notablemente la superficie del mismo, levanta su rostro de inmediato al sentir el sudor correr por su mejilla y al hacerlo logra ver su reflejo en la superficie mojada.
- Agh. - exclama, al sentirse asqueado de su propia imagen.
Gira su mirada hacia el reloj digital que se encuentra colgado en la pared de su gimnasio.
-Joder, al parecer entrené más de lo que pensé. - piensa para sí mismo al darse cuenta de que se le había hecho tarde.
Era una fría mañana en San Francisco y el reloj marcaba las 9:27 de la mañana, con mirada clavada en el reloj Cristopher decide ponerse en marcha.
Comunmente empezaba a entrenar a las 06:00 de la mañana para terminar a las ocho, sin embargo, aquel día no tenía mucho que hacer y por ello se dió el lujo de extender sus horas de entrenamiento.
Al pasar por la puerta para salir del gimnasio camina por el oscuro pasillo en dirección hacia su baño que se encuentra en su dormitorio. Con las persianas extendidas y sin ninguna luz encendida aquella habitación daba la sensación que era de noche, lo cual para él era perfecto, desde hace mucho Cris disfruta más de la oscuridad que de la luminosidad, y su apartamento era un ejemplo perfecto.
Si no fuera por las paredes blancas y las luces cálidas que tenía en todas las salas, su departamento parecería la baticueva de Batman.
En dirección al baño Cristopher tropieza con una pared estampando así su frente en el muro.
-Joder, vaya patán que soy. - susurra para sus adentros, recriminándose.
En medio de aquella oscuridad no podía ver nada así que Cris, ya frente a su baño, coloca la mano en el encendedor y al presionar el botón queda cegado por la penetrante luz.
Estrujando sus yemas contra sus párpados intenta volver a la normalidad su visión, abriendo lentamente sus ojos logra apreciarse en el gran espejo que tiene en frente de sí, pero había algo que no estaba bien, confundido se acerca a su reflejo y alcanza a observar algo en su rostro.
Un moretón.
Luego de estrellarse contra la pared se le produjo aquel hematoma en su frente.
-Con los nudillos enrojecidos y con la cara así parecerá que estuve peleando en luchas clandestinas.- piensa, y sin darle mucha importancia se desnuda y entra a la ducha.
Toma una larga ducha de una hora y al salir agarra la toalla negra que tiene a un lado y en un rápido movimiento la amarra a su cintura.
Se dirige a su vestidor, que se encuentra justo al lado del baño y rápidamente elige su atuendo, una camisa negra manga larga, un saco y un pantalón gris plateado a juego con unos mocasines negros.
Él siempre solía vestir de traje ya que era un atuendo perfecto para pasar desapercibido entre todos aquellos hombres de negocios que caminaban en las calles de San Francisco. Con su trabajo de detective era indispensable que sus víctimas no se dieran cuenta que estaban siendo seguidas por él, por ello, el típico atuendo con gabardina y boina que usaban los detectives en las películas le parecía la peor opción. Un tipo con gabardina y boina siempre destaca y era lo último que él necesitaba, por ello, con un típico traje formal parecía uno más entre los miles de hombres empresariales que se encontraba por la ciudad.
Aunque, sin saberlo, en tres años de carrera solo habría una mujer que descubría que alguien le estaba siguiendo el paso, y no solo eso, que también lo enfrentaría amenazándolo de muerte.
Siendo ignorante de lo que le ocurriría en los días siguientes y a la mujer que conocería, continúa alistándose para salir, a pesar de que solo iría a hacer una compra él llevaba un atuendo para gala, desde que empezó a trabajar como detective empezó a vestir bien, ya que por un lado su sueldo se lo permitía y además nunca se sabe a quien te vas a encontrar por ahí.
-No hay segunda oportunidad para la primera impresión.- eso es lo que Cristopher siempre decía.
Siendo las 10:43 de la mañana, Cris sale de su apartamento y entra al ascensor. Viviendo en el penthouse tiene que bajar 37 pisos hasta el lobby.
Cris no tiene muchas cosas que hacer más allá de comprar un whisky para degustar, así que decide que saldrá a pie.
Caminando por la calle Cris se dirige hacía su bar favorito el "The Devil Bar" el cual vende los mejores licores de toda la zona. Cris es un fiel cliente del The Devil Bar desde hace tres años ya que fue ahí donde conoció a su mejor amigo, Henry Cox, amigo que tiene mucho tiempo sin ver...
Ya lleva un buen rato caminando, está muy cerca del bar así que decide concentrase en el camino y dejar de pensar en el pasado.
Aquel día estaba nublado y la calle estaba ajetreada, a cada instante se escuchaban los clapson de los autos y las pisadas de los civiles en el suelo.
Parado frente al The Devil Bar lo único que tiene que hacer es cruzar la calle ya que se encontraba en la acera del otro lado de la carretera.
Cris mueve su pie derecho y empieza a caminar para cruzar cuando de pronto observa a una hermosa pelirroja al otro lado de la calle, el color de su cabellera es tan hipnotizante que a pesar de que el día carecía de sol, ésta brillaba con una intensidad que no podía ignorar.
Ella caminaba con rapidez y todo lo que Cris lograba apreciar era su cabello y la parte trasera de su gabardina gris. Hipnotizado ante aquella mujer todo lo que quería era ir hacia ella para poder apreciar su rostro el cual que el sospechaba que era hermoso.
Pero antes de poder dirigirse hacia ella siente por medio de sus pies como el suelo tiembla, Cris detiene el paso y se da cuenta que está en medio de la calle, voltea su mirada y ve como un auto se dirige a gran velocidad hacia él.
La felicidad era como un espejismo para Rocío Ouyang, cuando más se acercaba a la felicidad, más se alejaba. Ella acababa de casarse con Edward Mu, pero en su noche de boda todo se derrumbó. Dejando a Rocío embarazada, Edward la abandonó en su noche de boda. Pasados unos años, Rocío renació por completo, cambiando totalmente su personalidad, convertiéndose en la única coronel del ejército. En este momento Rocío comenzó a reflexionar varias preguntas que eran misterios para ella: ¿Por qué los padres de Edward estaban actuando de manera tan extraña? ¿Por qué su padre la odiaba? ¿Y quién estaba tratando de dañar su reputación en el ejército que ella había trabajado tan duro para construir? ¿Y por qué sigues leyendo la sinopsis? ¿Por qué no abres el libro y descúbrelo tú mismo?
El día de su boda, Khloe fue inculpada de un delito que no había cometido por su hermana y su novio. Fue condenada a tres años de prisión, donde soportó mucho sufrimiento. Cuando finalmente liberaron a Khloe, su malvada hermana utilizó a su madre para obligarla a mantener una relación indecente con un anciano. El destino quiso que Khloe se cruzara en su camino con Henrik, un elegante y despiadado mafioso, así cambió el curso de su vida. A pesar de su frialdad, Henrik quería a Khloe como nadie. La ayudó a vengarse de sus enemigos y evitó que volviera a sufrir acoso.
Tras una noche apasionada, Verena dejó algo de dinero y quiso marcharse, pero fue retenida por su acompañante: "¿No te toca a ti hacerme feliz?". Verena, siempre disfrazada de fea, se acostó con el tío de su prometido, Darren, para escapar de su compromiso con su infiel prometido. Darren gozaba de respeto y admiración, todos creía que era frío y temible. Corría el rumor de que lo habían visto besando a una dama contra la pared, pero muchos no lo creyeron. Después de todo, ¿quién podría conquistar el corazón de Darren? Entonces, sorprendentemente, Darren fue sorprendido agachándose para ayudar a Verena con sus zapatos, ¡todo para conseguir un beso de ella!
"¡Firma los papeles del divorcio y lárgate!". Leanna se casó para pagar una deuda, pero fue traicionada por su marido y rechazada por su familia política. Viendo que sus esfuerzos eran en vano, aceptó divorciarse y reclamó su mitad de las propiedades. Con la cartera repleta gracias al divorcio, Leanna disfrutó de su nueva libertad. Sin embargo, la amante de su ex la acosaba, pero Leanna logró lidiar con ella. Además, ella retomó sus identidades de hacker de primera, campeona de carreras, profesora de medicina y diseñadora de joyas de renombre. Entonces alguien descubrió su secreto. Matthew sonrió y le preguntó: "¿Me quieres como tu próximo marido?".
Eveline se casó con Shane, un obstetra, a la edad de 24 años. Dos años más tarde, cuando estaba embarazada de cinco meses, Shane abortó al bebé él mismo y procedió a divorciarse de ella. Fue durante estos tiempos oscuros que Eveline conoció a Derek. Él la trató con ternura y le dio el calor que nunca antes había sentido ella. También le causó el mayor dolor que jamás había tenido que soportar. Eveline solo se hizo más fuerte después de todo lo que experimentó, pero ¿podría soportar la verdad cuando finalmente se revelara? ¿Quién era Derek detrás de su carismática fachada? ¿Y qué haría Eveline una vez que descubriera la respuesta?
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".