itu
horas llegaría el camión de reparto, y en ese día no solo tenía que guardar
gustado tener algún compañero masculino que la
dido dormir de la emoción de haber
z: con lo que podría llegar a oc
a través de la puerta en cada minuto que pasaba . con la esperanza, de po
horas, aquella esperanza
inquietaba y la entristece en gran manera. No sabía si era por el hecho, de que ese hombre se hab
la tenía una enfermedad relacionada con al
ía la verdad, el hombre se ofendería, y si le decía qu
bía optado
é era la mejor manera de
y bien si estaba ha
ante. No ocurría siempre, no obstante cuando ocurría, sabíamos que era un día agotador .s porque no solo
Ana y yo ingresando
las manos -
ciático -
ento nada
ndríamos que ir a hacer ejercic
ejercici
or mi es
que ser nuestra personal trai
Le vendría bien a Gis tener un s
un trailer -dije divertida
e podría, pero cuando estaba a . de entrar, ví en
¡No mueran aplas
s rodando por
a esparcirse a la calle. Me echaría cómo
pena sac
gache enseguida a recogerlos, cuand
paciente -mi ginecólogo esta
ja y tirarselo para ha
se
ará bien a mi pel
n murmuró, había dich
o le diré a n
a mi altura: se arremango las mang
edé embobada, mientras el recolectada todas las naranjas esparcidas en el suelo. El pequeño sol que había, y radio a su c
rendida, que me
vas a
s -murmuré, co
ducido quin
os salvado la mayoría. En este momento , no solo había aprovechado la oportuni
a tan
uzando la calle. Me fui derecho a él, si
spabilarme, mire sorprendida que esta
dida a mi alrededor, no e
lan, todo por bu
, con una ceja levantada y
fuera tan penosa: muere
ajones y aquel sujeto tan guapo: s
, camine hacia el p
nece
y tomate el jugo -
ue no
. ese
pregunté con un
señ
, ense
omar el pedido, cuand
recolectando tomates
enza, dije en voz alta: que le quer
rable -afirmó A
veía, era raro. Pero siempre miraba
qué. Cuando doble por una calle y lo ví, estaba parado con una sonrisa
estrozó. Mire sorprendida, mi reflejo: una n
rcó a mi con preocupación, al
eguntó co
o creo que me había acostumbrado a la
ona que conozco y talvez e
volverá? -
Los
disfrazaban detrás de responsabilidad y presión. Cuando se hizo la hora de
a tan perdida decidiendo si el chaleco que tenía e
aba a mi lado intentan
aleco es amarillo o
a estás? -pre
n venir hasta aq
gas venía muy sobrevalorado. Perro y decidido retirar toda la calefa
sp
mientras comía unas papas y dijo fi
Es lo q
o no el Lugo? -dijo r
ombre, si
re? -pregun
e?. Tendré que tomar el j
nte del mostrador con una
que pudiera ver a las s
aquí tan tempran
elegantes, hasta la mesa nueve: la que siempre usaba. P
encontraba yend
a,¿Qué v
mpre -dijo sin m
a, muchas
n dirección al mostrador,
or decir algo de las meseras nocturnas, pero limpiaban mal. Siempre te
u
, yo dejé la escoba de lado.
esita
aes otr
le ha
e los ojos en blanco y c
a? -Mel se acercó
ferente ,
que te ayude a levantar t
Y
ndo amiga, cambi
na. Estaba parada junto al mostrador, cuándo i
as mesas las debía atende
ayudar? -quise saber, tenía mi
café,¿vien
cil",
isc
ije en voz a
que trabajar. Lo lamen
e crees que eres? -golpeó la
o.
ico de ojos grises,
uieres follar?, espera t
aquí! -dij
llamaras
ises, lo tomo del cue
diota número dos, lo vio asustado. Es que daba m
o, se fuera corriendo.
bien?-qu
me puse a llorar en
luso, me quedé un poco
entro y me quedé
respuestas, aunque la buena noti
enas entré. Tambien mi jefe, estaba a s
susto y mi bocota -
Nahuel contestó y añadió: - Si no te defend
os miramos
ba limpios los grandes vidrios. Yo odiaba limpiar los vidrios, siempre me quedaban blancos o peor que , esta
ja y un tenedor: comiendo pollo con papas. Era de las cosas que me encantaba de trabajar aquí, la comida sabrosa de es
mó con la boca llena, incluso se l
- afirmamos con
muy rico -dije muy entusia