apreciando el techo de mi alcoba color gris, la voz volvió a resonar, pero más fuerte, diciendo de nuevo: -Milena -y una última vez lo volví
demasiado tarde! -diciéndolo con u
hombre de mis sueños, si es que así se le puede llamar, la verdad no sé por qué he soñado todo esto, así que intenta
¿por qué viene a levantarme tan temprano?! -no había volteado a
tarde para llegar a la escue
egro con estrellas rojas y moradas, estaba llena de almohadas, tenía un aroma floral y al tocar
s las 7:30 de la mañana y siempre suelo levantarme una hora antes, par
, morado, azul, verde, rosa y rojo. Siempre suelo usar algo negro, la verdad es que no me gusta andar sin ese color, no me siento cómoda. La prenda que más me gu
una blusa negra de manga corta y cuello alto. Los coloqué en la cama y me
andaba en pantuflas. Rápido saqué mis botines negros de tacones del armario, me senté en un sillón negro (de esos que son como una gran pelota y que si te sientas se amolda a ti) que tengo al lado de la puerta del armario. Me puse mis
pero intenté controlarme, respire hondo y corrí hacia dentro de la casa, subí las escaleras a tropezones para buscarlas en mi cuarto y entré en el armario, efectivamente ahí se encontraba colocada en una argolla al lado de la puerta, quería revisar la hora y no traía mi celular, que estaba en la mesa de luz que
amemos Nell; ella es alta, más de lo normal, sobrepasa el metro ochenta, su piel tiene u
demasiado tarde!... ¡Corre!, aún tienes tie
pon
y para
alir de la casa le grité a mi madre: -Ya me voy, después nos vemos -seguí con mi caminata rápida, para evitar caerme. Cuando de repente la escuché a
un árbol, presioné el botón de la alarma y abrí la puerta, entré al auto
metros por hora, la escuela me quedaba a veinte minutos de casa y llegué en diez, sin hacer altos en ningún sitio. Las calles estaban recién pavimentadas, así que no había baches que me molestaran al trasla
jo por la rendija a ver si el profesor Omar ya se encontraba adentro, para mi sorpresa, él aún no llegaba. Cuando me enderecé para abrir la puerta sentí que había una persona atrás de mí, giré mi cabeza
ega a estas horas? Son
undos. Como un rayo pasó por mi ca
sta hora -enderecé mi cabeza y lo
a es la única y última vez que se lo
tanas del fondo. Me senté, mientras respiraba una buena bocanada de aire y percibí el olor de una mañana de clases, con su aroma floral que dejan los limpiadores comerciales; observé el salón como si nunca h
Nell que estaba sentada atrás de mí; en ese momento estaba yo ahí en cuerpo, pero mi mente
ro ahora en el brazo, me sob
pasa, por qué me p
ás toda distraída, te estoy
que pasa... hum... -
or favor!...
o te lo puedo contar por qué el profesor Omar nos va a regañar por estar p
que contármelo todo, no se
sto nunca lo podré olvi
ro sin mirar nada, seguí ensimismada en mis pensamient
e clase, pero miré a mis compañeros y todos salían del
si no se va a acabar todo -la
es hora d
tás demasiado distraída.
a caminar a paso rápido, yo me levanté d
solo que... no sé, tengo dem
Dime, ¿o es que no m
omento, ¿sí? Lo voy a escribir todo cuando entremos a la clase
advertí que venía Adria Newell saliendo del salón y lucía un vestido corto de color ro
que alguien me tocó mi hombro, era el
café oscuro, su cara es afilada, el cabello es negro, corto y ondulado,
esperemos? ¿De qué es
quiere contar lo que soñó anoche -Nell contes
a que lo lean y sepan lo que yo soñé realmente porque si se lo
al cabo aceptaron (gracias al cielo, porque la verda
n la esquina inferior del edificio; la cafetería es de color gris, con ventanas grandes, en su extremo superior hasta llegar a la m
lejos observé venir a Adria y a Nell con sus charolas rebosantes de comida, al llegar colocaron las charolas en la mesa, arrastrar