taba dentro de ella. Saqué mi celular y busqué el número de Nell, para llamarla. Sonó a
me sentía un poco mejor, pero aun así quería encontrar a Nell. Desesperada, lancé el celular en dirección a un sillón que se hallab
tiempo porque habían colgado, revisé el registro y era Adria. Intenté llamarle, pero no contestó
a abierta, intenté recordar si la había dejado así, pero no lo había he
la,
tán?! -Me sentía tan al
o a casa de tus t
ada porque no recordaba que me habían dicho que se irían. Mis tíos
"Hija, saldremos mañana a las cuatro a casa de tus tíos, sabem
dres?", pensé. Me sentía tan enojad
se mucho y diviértanse. Los quiero. Salúdame a todos y dile por favor a Bayron que no ande de chiflado y a Leo dale un beso y un ab
s mucho, cuídate y no vayas a hacer cos
tonamente-. Adiós, cuídense
ma. Me quedé dormida después de pensar en todas
ar, contesté entre sueños
, Mil
rmilada y con voz tenue. -Ya
é tu nombre. Eres el muchacho
olpeaste -me dijo, ri
-dije, al sen
preoc
era muy cerca de donde yo me encontraba. Así qu
tornó roja, aún estaba vestida igual, me sentía tan cansada que no tenía las ganas suficientes para ir a la ducha. Y e
s que, lo que pasa es que me gusta más co
rijas a mí -observé que quería hablar, así que se lo impedí y continúe hablando-.
tú te enfades conmigo -observó que mi cara tenía una expresión de enojo y continuó hablando-. Te he estad
arlo, después de todo, debería tener buenas razones para haberme rescatado luego de desva
ando seguros dentro de ella esperé a que despertaras, pero para mi gran desgracia, cuando lo hiciste no me encontraba cerca de ti. Por cierto, espero que no te enfades conmigo por mover tu camioneta hasta la cabaña. Y lo que corresponde a tu nombre completo y demás dat
maban ni una sola, sus últimas palabras me habían deja
aba, caí sentada en mi cama y él me besó ligeramente los
s, mañana tenemos que ir a la escuela. Adiós -él abrió la boca p
entras se alejaba. Él, con expresión de sorpresa, me la
Los pensamientos se paralizaron por completo, no me di cuenta cuando salí de la ducha ni cuándo me puse el pijama; reaccion
perfora el pensamiento, tampoco sabía por qué había asistido a mi casa sin invitación. No me trago e
aún no había ni una pista de dónde estaba Nell, llamé a casa de sus padres,
e mi cama y salí por la ventana, no me importó sali
me pudiera servir para encontrarla, y ahí encontré su móvil. La única forma de encontrarla. Respiré profundamente. Posé mis manos enfr
egurándola con llave
, mientras un sueño tan poderoso
o de siempre, solo que esta vez usaba un vestido que llegaba arriba de la rodilla, su color era rojo manza
s cosas de la misma manera monótona. En esa semana, no había ni rastro de Nell n
eres y hombres. Suspiré y miré al frente sin prestar at
é que era alguien que pasaba por mi asiento, después sentí una
, ¿está
una completa mentira, estaba tan preocupada
os afectarán su desempeño escolar y, por consecuencia, s
momento en adelante estaré más atenta -le
er de "persuasión" que tenía gracias a los años de servicio, la verda
a mirada hacia el frente, resignada y ansi
n un abrir y cerrar de ojos, cuando una sensación de una nueva presencia en el aula me invadió, miré hacia la puerta y no vi a nadi
con un corte pequeño, de un lado lo lleva hasta el oído y del otro a mitad del cuello, sus ojos son g
ver con la desaparición de mis amigas y los chicos n
tiene confianza en sí misma, eso me hizo reflexionar aún más,
Cómo te
es Payton
o, soy Mile
, sonó el timbre de salida y Payton
ntos, me dirigía mi vehículo para llegar a casa,
s en ellas. Durante toda una semana la rutina del día se repetía constantemente, sin alguna señal de los desaparecidos, tamb
ica nueva no volvió a a
ron cinco. Esto me ha dejado en un estado depresivo muy grave, pero hoy estoy decidida a enco
-dije la pregunta al aire, esperando
ocas cuadras de mi casa, seguí corriendo sin inmutarme por las piedras que se enterraban bajo mis pies, hasta que la rama de un árbol golpeó mi cara e hizo sangrar mi nariz, pero eso fue lo único que
la sangre que emanaba de la nariz, t