Robert Landon luchó por años contra organizaciones criminales en Nueva York, hasta que mataron a su esposa, esa vez se volvió como loco y mató a muchos antes de caer herido por múltiples disparos que hizo que lo consideraran muerto. Pero logró sobrevivir y fue ayudado por los médicos y su jefe, quienes lo ocultaron y declararon que había muerto. Cuando despertó de su coma tenía nuevo nombre, el rostro cambiado y una vida nueva, de allí se mudó a Los Ángeles para olvidar y permanecer en el anonimato. Ahora se llamaba Steve Lonergan anticuario de la ciudad de San Francisco, California. Pero por avatares del destino un día , paseando por el muelle ve a una joven en peligro rodeada de tres hombres que pretendían lastimarla. Steve los lastima a ellos y salva a la chica, luego se vuelven a encontrar y conversan, se hacen amigos y a pesar de la diferencia de edad la chica derrite el hielo del duro corazón de Landon y se enamoran. Pero el destino tenía otro amargo trago para Robert Landon, Bridgette Reynolds es hija de un poderoso mafioso neoyorquino, quien seguramente está involucrado con el grupo que mandó a matar a su esposa y lo dejó a él, mortalmente herido.
Bridgette Reynolds ya no era una ilusa jovencita, era una mujer madura que estaba llegando a los treinta años, era alta, con unas formas divinamente delineadas; parecía que la había tallado un hábil escultor inspirado en las hermosas diosas y amazonas griegas.
Tenía unos ojos profundos y de un azul que hacía sentir envidia al mismo cielo y al hermoso mar, su cuerpo era curvilíneo con una cintura bien marcada y unos pechos generosos sin ser demasiado grandes o vulgares, pero sí estaban por encima del promedio. Sus caderas eran generosas a pesar de no haber dado nunca a luz un bebé y hacían juago de manera perfecta con el resto de su cuerpo y de las hermosas, largas y torneadas piernas.
En conjunto era una mujer que destacaba aunque no a propósito, sino por su naturaleza. Además de ello era una chica muy madura e inteligente, lo que hacía que la mayoría de los hombres que ella había conocido en la universidad o de los que conocía en su trabajo o en las pocas ocasiones en que salía de fiesta con algunas amigas, le parecieran unos tontos sin cerebro.
En la oficina trabajaban puros jóvenes sin ambiciones a futuro, los cuales sólo vivían para fiestas y las "novias" de turno, primero que la mayoría eran mas jóvenes como ella, los mas lanzados la veían como "carne segura" para una noche de sexo (en eso se estrellaron todos ellos), los de su edad o mayores parecían andar en otra onda, en otro mundo, pendientes de cosas superfluas nada más.
Y eso por no hablar de los que conocía en fiestas o discotecas, cuando iba arrastrada por alguna de sus amigas. No, para Bridgette parecía que nunca iba a conseguir un hombre apropiado para ella, o al menos que hiciera algo de esfuerzo por conquistarla como Dios manda.
Y es que pareciera que su cuerpo había sido hecho como tentación. ¡Las cosas que tenía que escuchar de algunos sujetos en la calle! y eso que ella no era precisamente una exhibicionista con la ropa, al contrario, era más bien recatada, nunca había utilizado "minis" ni tampoco salía en pantalones cortos a la calle.
Excepción hecha cuando iba al gimnasio, y había dejado de hacerlo porque los tipos en lugar de completar sus rutinas, a veces se dedicaban a mirarla más a ella que a dedicarse a lo que estaban haciendo.
De hecho una vez un sujeto la estaba mirando embobado cuando sostenía unas pesas para ponerlas en una de las máquinas y ella estaba de espaldas a él haciendo press de piernas con unas pesas grandes, por supuesto que cuando se agachaba, sus hermosos glúteos se marcaban y abrían un poco permitiendo "adivinar" la forma de su intimidad, y el sujeto había soltado la pesa que le cayó sobre el pie, fracturándoselo, ante las risas de sus amigos que no dejaron de molestarlo hasta que se lo llevaron en una camilla para subirlo a la ambulancia.
Ella casi no se había dado cuenta de lo que había sucedido, o más bien de por qué, había sucedido, hasta que el dueño del gimnasio le dijo e indirectamente le sugirió que quizás sería bueno utilizar otros atuendos para evitar accidentes de ese tipo. A partir de ese día utilizaba pantalonetas holgadas y no llevaba los tops sino franelas grandes, sin embargo siempre había alguno mirándola de reojo, era muy difícil "esconder" sus abundantes encantos a pesar de la ropa que llevara.
Bridgette no era ignorante de sus encantos, siempre había sido consciente de que era mucho más llamativa que la mayoría de las muchachas, y en su adolescencia se vio acosada varias veces por estudiantes mayores e incluso por profesores, pero ella se lo contaba a su madre y su padre iba al colegio a reclamar y de inmediato cesaban las molestias para ella.
Lo que no entendía era por qué, algunos de ellos, después de los reclamos de su padre parecía que le tenían pánico, porque apenas la veían venir en los pasillos, o en los patios, inmediatamente cambiaban el rumbo y se alejaban de ella lo más rápido que les permitían sus temblorosas piernas.
Bridgette, "Bri", como la llamaba cariñosamente su madre, pensaba que iba a quedarse soltera de por vida. No parecía que existiera un hombre en el cual ella pudiera ver "algo", esa sensación que describían, con tanta pasión, en las películas y novelas románticas.
Hasta que conoció al maduro y bien formado Steve Lonergan, quien la había salvado de ser atacada por algunos tipos con pinta de facinerosos o bravucones de barrios bajos. EL sujeto se veía que estaba más allá de los cuarenta, pero tenía un físico envidiable, era alto, fornido y con una virilidad que le rezumaba por los poros.
Después de haberlo conocido, y tras varias veces de compartir, se dio cuenta de que no sólo era un hombre fuerte y varonil, sino que al mismo tiempo era un hombre culto y con una personalidad que la hacía sentirse atraída por él (aunque al principio se negara a admitirlo) Y la hacía sentir cosas que no había sentido antes.
Sabía que él era un hombre diferente, y a pesar de que no se veía muy sociable, tenía una conversación inteligente y entretenida. Además, casi todas las mujeres, aún las que estaban acompañadas, no podían dejar de notarlo. Alto y musculoso, aunque no exagerado, de porte elegante y finamente vestido, Steve no pasaba inadvertido en ningún lugar, y para ella, ahora que lo estaba reconociendo, era el hombre que siempre había estado esperando.
-¿Desea algo más, señorita? -le dijo la dependiente de la elegante tienda donde había entrado para proveerse de ropa apropiada para la conquista que estaba planificando.
-No -dijo sonriendo con amabilidad- Creo que llevo todo lo que necesito.
No pudo evitar una nota de picardía en su voz al decir eso. Luego se dirigió a la caja para pagar, segunda de la eficiente joven que la había atendido.
Lo que no sabía Bridgette Reynolds, era que el endurecido corazón de Steve Lonergan era un amasijo de cicatrices que lo habían destrozado varios años atrás, dejándolo vacío y sin deseos de acercarse a nadie, nunca más.
Brian y Charlotte se conocieron desde niños, su empatía fue mutua y desde el principio parecían hierro e imán, donde iba uno estaba el otro, pero sus familias, a pesar de vivir en la misma comunidad era de estatus muy diferentes. Charlotte venía de una familia rica y Brian era hijo de un trabajador de las minas, en las cuales la familia de Charlotte tenía acciones. A ella le habían arreglado el matrimonio y aunque trataron de escapar juntos los alcanzaron y finalmente los separaron, aun amenazando a Brian y a su familia... El día de la boda de Charlotte, Brian se fue del pueblo, luego de pasar por la iglesia donde se casaba la mujer de su vida, con una mirada triste se despidió y se fue a buscar fortuna... Años después regresó, hecho un hombre diferente, apuesto, de mundo, multimillonario, y venía con toda la intención de reclamar a la mujer que siempre debió haber sido suya.
¿Cómo podría enamorarse? Los miembros con el "legado" en la familia siempre habían permanecido solteros y generalmente eran solitarios. Su don los hacía apartarse de todos, no eran como los demás hombres, y él no era común. Pero se había enamorado. Y era un lobo diferente. Clyde Magnus Alastair McCallum era también un hombre diferente, pero él mismo no lo sabía. A sus veintitrés años era bastante alto, como un metro ochenta y algo de centímetros, aunque un poco delgado. Clyde, era un joven nacido en las tierras altas de Escocia, descendiente de una antigua familia que gobernó la zona siglos atrás. Había decidido salir de su tierra natal para ir al Canadá para continuar sus estudios de historia antigua y arqueología. Pero Clyde estaba lejos de ser un hombre común, sus ancestros procedían de un antiguo clan que sufrió los feroces ataques de tribus nórdicas. Y uno de sus antepasados se refugió, luego de ser herido, en un viejo bosque con ruinas druidas. Allí se le apareció un viejo sacerdote-hechicero quien le dió una pócima mágica que lo ayudaría a él y a su clan a resistir las hordas bárbaras. A partir de ese día, el viejo Angus McCallum se convertía en un ser alto, poderoso, con apariencia de lobo humanoide, con una fuerza y destreza sobrenaturales. El "don" era hereditario, pero desde el bisabuelo McCallum, nunca se había vuelto a manifestar, hasta que su bisnieto lo necesitó para salvar a la mujer de la que se enamoraría.
¿Qué harías si en una venganza injusta tus enemigos asesinan al amor de tu vida y a parte de tu familia? Los cuentos de hadas generalmente terminan con la frase: “Y vivieron felices para siempre” Pero en la vida real la maldad no descansa y las bajas pasiones del ser humano superan en mucho a los cuentos. Ivonne Coleman está presa en una cárcel federal, al igual que Dereck, su sobrino. Pero la hermosa historia de amor entre Rachel Anderson y Patrick Hamilton estaba lejos de ser como en los cuentos de hadas, porque un nuevo y poderoso enemigo surge de las sombras. Alexander Grassman, quien había sido el novio de Ivonne en su juventud, y a quien tuvo que rechazar por orden de su padre para casarse con Randall Hamilton, era ahora un malvado y poderoso multimillonario. Grassman había amado con locura a Ivonne y nunca había dejado de amarla a pesar de que hizo su vida con otra mujer, nunca tuvo hijos, y su carácter se había vuelto amargo al perder al amor de su vida. Por eso, al enterarse de que ella estaba presa y que se había separado de Randall Hamilton, decide visitarla en la cárcel, para saber qué había sucedido para que terminara en esa prisión federal. Allí Ivonne le cuenta su desventura y él le ofrece vengarse y ella, con todo el odio que anida en su malvada alma, acepta gustosa. Allí comienza una historia de venganza y supervivencia para Rachel y Patrick que nos conduce a un final completamente inesperado.
Muchas mujeres son asesinadas en el mundo, pero cuando se trata de la mujer del mercenario más peligroso de todo el mundo las consecuencias pueden ser impredecibles Velkan Rottenberg es un muy peligroso mercenario entrenado para matar, había trabajado durante años para distintas mafias alrededor del Cáucaso, tan pronto prestaba sus servicios para la mafia rusa, como para la mafia turca, y también hacía trabajos aislados para clientes en el medio oriente y otras partes del mundo. Pero se había enamorado de una hermosa y dura mujer, hija de un mafioso Georgiano. La pasión que nació entre ellos era avasallante e intensa pero nadie viola las reglas de la mafia sin sufrir las consecuencias. Una historia intensa, llena de romance, pasión y aventura en un mismo relato.
Rachel Anderson era una tímida pero hermosa muchacha, criada por sus abuelos y un hermano mayor muy sobreprotector. Quería ser independiente, por lo que se decide a buscar empleo y lo consigue por su títulos y excelentes referencias. Pero su jefe directo, Patrick Hamilton, es el CEO de Hamilton's Corp. una enorme corporación financiera, es un hombre duro y amargado, que detesta a las mujeres en general, pero en especial a las bonitas a quienes nunca contrata. Su padre, Randall Hamilton, un hombre duro también, viejo y con altos principios morales y familiares, le impone una condición inviolable para que pueda heredar el vasto imperio familiar: Debe casarse y tener un heredero en el plazo de un año. Si no lo hace el setenta y cinco por ciento de su fortuna iría a parar a su madre y ésta prefería a su pedante y egocéntrico primo, Derek Coleman, quien además es mala persona, pero está casado y tiene dos hijos, y con toda seguridad sería el nuevo CEO de las empresas. Entonces en medio de su apuro se le ocurre una idea: pedirle matrimonio a su tímida e inteligente asistente, quién en secreto se ha enamorado de él, aunque él la menosprecia y la trata mal como a todas las mujeres, al menos al principio. Pero la chica resultó tener un cerebro sobresaliente y va escalando puestos en la empresa por mérito propio, y quizás también, en el endurecido corazón de Patrick Hamilton.
Kallie era una muda. Su marido la ignoró durante cinco años desde su boda, no solo esto, ella hasta sufrió un aborto por culpa de su cruel suegra. Tras el divorcio, Kallie se enteró de que su exmarido se había prometido rápidamente con la mujer que realmente amaba. Sujetando su vientre ligeramente redondeado, se dio cuenta de que él nunca se había preocupado realmente por ella. Decidida, ella lo dejó atrás, tratándolo como a un extraño. Sin embargo, tras su marcha, ese hombre recorrió el mundo para buscarla. Cuando sus caminos volvieron a cruzarse, Kallie ya había encontrado una nueva felicidad. Por primera vez, él se humilló ante ella y le suplicó: "Por favor, no me dejes...". Pero la respuesta de Kallie fue firme y despectiva, cortando cualquier vínculo entre ellos: "¡Lárgate!".
Después de tres años de matrimonio sin amor, la traición de Neil hirió profundamente a Katelyn. Ella no perdió tiempo y rápidamente se deshizo de ese canalla. Tras el divorcio, se dedicó a su carrera profesional. Alcanzó la fama como diseñadora, doctora y hacker brillante, y se convirtió en un icono venerado. Neil, consciente de su grave error, intentó en vano reconquistarla, solo para presenciar su magnífica boda con otro. Mientras sus votos se retransmitían en la mayor valla publicitaria del mundo, Vincent deslizó un anillo en el dedo de Katelyn y declaró: "Katelyn es ahora mi esposa, un tesoro de valor incalculable. Que todos los que la codicien tengan cuidado".
Ella cayó en la trampa que la tendieron su prometido y su mejor amiga. Lo perdió todo y murió en la calle. Sin embargo, ella renació. En el momento en que abrió los ojos, su esposo estaba tratando de estrangularla. Afortunadamente, ella sobrevivió a eso. Firmó el acuerdo de divorcio sin vacilación. La joven estaba lista para su miserable vida. Para su sorpresa, su madre en esta vida le dejó una gran cantidad de dinero. Ella dio la vuelta a las tornas y se vengó. Todo le salió bien cuando su ex marido apareció en su vida.
Todos se sorprendieron cuando estalló la noticia del compromiso de Rupert Benton. Fue sorprendente porque se decía que la novia afortunada era una chica normal, que creció en el campo y no tenía nada a su nombre. Una noche, ella apareció en un banquete, lo cual causó una sensación a todos los presentes. "¡Cielos, ella es tan hermosa!". Todos los hombres babeaban y las mujeres se pusieron celosas. Lo que no sabían era que esta supuesta pueblerina era en realidad una heredera de una fortuna de mil millones de dólares. No pasó mucho tiempo antes de que sus secretos salieran a la luz uno tras otro. Las élites no podían dejar de hablar de ella. "¡Dios mío! Entonces, ¿su padre es el hombre más rico del mundo?". "¡También es esa excelente pero misteriosa diseñadora que mucha gente adora! ¿Quién lo hubiera adivinado?". Sin embargo, un montón de gente no creía que Rupert pudiera enamorarse de ella. Pero les cayó otra bomba. Rupert silenció a todos los detractores emitiendo un comunicado. "Estoy muy enamorado de mi hermosa prometida. Nos casaremos pronto". Dos preguntas estaban en la mente de todos: "¿Por qué la chica ha ocultado su identidad? Y ¿por qué Rupert estaba enamorado de ella de repente?".
Para pagar la deuda, desesperada y sin opciones, ella sustituyó a la novia y se casó con el hombre quien era conocido como un diablo al que todos temían y respetaban. Él le dio un mordisco a su dulzura y gradualmente se sometió a la lujuria adictiva. Antes de que se diera cuenta, ya era incapaz de liberarse de ella. El deseo desencadenó su historia, pero ¿cómo continuaría este amor condicional?
Durante tres arduos años, Emily se esforzó por ser la esposa perfecta de Braiden, pero él todavía se mantenía distante con ella. Cuando él le pidió el divorcio por otra mujer, Emily desapareció. Sin embargo, cuando reapareció más tarde, se convirtió en su última fantasía. Despidiendo a su ex con una sonrisa burlona, ella le desafió: "¿Te interesa una colaboración? ¿Quién te crees que eres?". Los hombres no le servían para nada; Emily prefería la independencia. Mientras Braiden la cortejaba sin descanso, descubrió las identidades secretas de Emily: hacker de alto nivel, chef, médica, talladora de jade, corredora clandestina... Cada descubrimiento aumentaba el desconcierto de Braiden. ¿Por qué los conocimientos de Emily parecían ilimitados? El mensaje de Emily era claro: destacaba en todos los aspectos.