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Una vida nueva, una apariencia nueva, una ciudad nueva, todo por escapar de quien la lastimó y tratar de ser feliz... Luego de escapar de su ex y hacer su mejor esfuerzo para intentar reconstruir su vida, Tzatzi se encuentra sola, en su nuevo departamento, con un cambio de imagen radical y con una bolsa enorme se comida china en sus manos... pero sin la llave de su casa para poder volver a entrar. Solo le queda una opción: pedirle ayuda a su vecino, el cual le dijeron que no es muy amistoso. Aun así, ella se arriesga, y cuando él aparece solo en toalla y observándola con una ceja alzada, obviamente interrumpido por ella en la ducha, digamos que podría tratarse del vaticinio de la locura que será su relación a partir de ahora, ¿no les parece? Si quieren saber cómo es que pueden relacionarse un "duende de metro y medio alocado y patoso" y un "gigante demasiado serio para su bien", entonces continúen leyendo y atrévanse a averiguar si un matrimonio tan horrible como el de ella se puede superar, y si el amor puede conseguir que los traumas queden en el pasado.
Acelero a fondo, mi respiración al mismo ritmo que el motor del auto, mis manos temblando tanto que necesito apretar el volante con fuerza para que no pierda el control del auto. Las lágrimas empapan mi rostro y me nublan la vista, cosa que me preocupa de que surja la posibilidad de que choque, cosa que no quiero porque él podría encontrarme. La sola idea me pone más tensa y que me muerda el labio de forma inconsciente, haciendo que el dolor nuevamente estalle en mí, pues la hinchazón y la herida se ha puesto peor con cada minuto que pasa.
Maldito infeliz, deslizo momentáneamente la mirada hacia el espejo retrovisor y el rostro aterrado y magullado que me la devuelve, casi no lo reconozco. Otra vez herida, otra vez con las marcas de su violencia injustificada hacia mí, con esos puños que tantas veces me dejaron secuelas que no quería que en el hospital vieran para que no me hicieran preguntas... No puedo creer todavía que lo estoy consiguiendo, aún no estoy segura, el miedo de volver a fallar me tiene tan tensa como un cable de acero. Las lágrimas vuelven a deslizarse por mi rostro y la mejilla que, por más que está roja, no se ha abultado aún. ¿Qué hago ahora? ¿A dónde iré? Que él llegara antes, causó que tuviera la oportunidad de intentar detenerme de esa manera tan suya, y casi me olvidara de la mitad de mis cosas, no obstante, conseguí escaparme y eso es lo importante. Ésta vez no pudo detenerme.
Tengo que encontrar un motel donde pueda ocultarme: gracias a Dios que no va a poder rastrearme por tarjetas, porque las cancelé todas y saqué todo el dinero de mis cuentas antes de irme. Luego veré a dónde puedo ir y le avisaré a mi abogado para que se haga cargo de todo, no quiero volver a ver a Marcos en lo que me quede de vida.
Unos cuantos kilómetros más adelante, un enorme cartel luminoso me avisa de un posible escondite y, en cuanto la entrada se hace presente, no lo dudo y enfilo la trompa del auto en ella, estacionando para luego taparme la parte baja del rostro con un barbijo para que nadie vea mis heridas. Lo único que me falta es que llamen a la policía, ¿y si él se entera de esa manera que estoy aquí por eso?
¿Por qué no podía ser un profesor, contador o cualquier otra cosa y no un maldito policía? ¡CON UN DEMONIO, MALDITO INFELIZ, OJALÁ TE MUERAS!
Respiro profundo y me armo de valor, entrando a la recepción para pedir un cuarto y desaparecer dentro en menos de cinco minutos. Con la puerta cerrada y sola conmigo misma, por fin me permito quebrarme por completo y dejar salir todo el miedo, el dolor y la angustia que me han agobiado por el último par de meses, maldiciéndome a mí misma por haber sido tan tonta de dejarme engañar por ese desgraciado por tanto tiempo. Gracias a Dios que tuve la posibilidad de escapar, quién sabe si hubiera podido hacerlo luego o ese desgraciado me habría matado antes...
Ahora lo que importa es cómo seguir, ¿qué haré o a dónde iré? Tengo la suerte que no muchos tienen, de que mi trabajo puedo hacerlo de cualquier sitio, que no estoy anclada a una oficina ni nada similar, o de lo contrario, estaría desempleada directamente. La única cosa que necesito resolver ahora, es que requiero una nueva computadora y un nuevo teléfono, algo que ese desgraciado no pueda rastrear, y hasta entonces, me mantendré con el dinero de mis ahorros que saqué de mis cuentas.
Cuando finalmente me repongo lo suficiente, saco fotos a las heridas para tener registro válido para conseguir el divorcio con causa, me meto en la ducha, me limpio la herida del rostro, la del brazo y la de las costillas (que parece ser solo un golpe, nada roto o el dolor sería mucho peor y lo sé por experiencia) y me meto en la cama para tratar de descansar, mañana será un largo día y buscaré tanto los aparatos que mencioné, como un departamento en un sitio muy lejano, donde él no pueda siquiera imaginar que estaré.
Escucho autos llegar e irse, y todos me ponen nerviosa, pasos cerca que hacen que me tense, no obstante, hago un esfuerzo y termino por quedarme dormida, no dejaré que gane, volveré a ser feliz y no va a poder impedírmelo, mi mejor venganza es poder seguir con mi vida a pesar de él. Ni siquiera me interesa obtener algo más de él que solo el divorcio, por mí que se pudra: soy lo más importante y me trataré a mí misma como tal.
Miserable.
Cuando el sol del nuevo día me da en el rostro, respiro profundo y me muevo con cuidado por el dolor, tomando una otra pastilla como la de anoche para calmarme y vistiéndome para empezar. Lo dije anoche, tengo mucho que hacer hoy, mi nueva vida es hoy, empieza el día de hoy y nada ni nadie va a detenerme.
A LA ESPERA DE APROBACIÓN... (MESES) Sofía es una licenciada en economía que trabaja en una empresa importante y divide su tiempo entre su trabajo y su tesoro más preciado, Lucía, su preciosa niña de cinco años, a quien ama más que a nada en el mundo. Una gripe la obliga a tener que llevarla consigo al trabajo y que, por accidente, la pequeña se encuentre con el nuevo CEO de la empresa quien, extrañamente, le inspira confianza a la niña, la cual tiene dificultades para confiar en la gente. ¿Será esto una señal? Para Erick, Lucía es alguien parecido a él, solo que no sabe cuánto y hasta dónde alcanza el parecido y el averiguarlo le causa curiosidad, sin embargo, eso no le impide que ella le caiga mejor que la mayoría de la gente de su edad... Y conocer a su madre le hará despertar cosas que no sabía que estaban dentro de él...
SIN SER ACEPTADO, NO SE PUBLICARÁ ACÁ SINO EN BOOKNET Vittoria nació para ser un Capo de la Cosa Nostra, lo lleva en la sangre, no para ser la mujer de un mafioso, por eso, cuando Francesco (el hijo del Capo di tutti Capi y heredero del puesto) se fija en ella y declara que será su mujer, las cosas se vuelven una locura: Vittoria no lo puede ni ver. Un problema les obligará a tener que trabajar juntos, lo que se volverá complicado cuando lo único en lo que puede pensar ella cuando lo ve, es meterle una bala entre ceja y ceja y él desnudarla y averiguar hasta dónde llegan sus tatuajes y cuántas armas se carga encima. La búsqueda le parece excitante... No obstante, en una relación donde hay dos líderes demasiado necios para ceder ante el otro, ¿quién lleva realmente los pantalones? ¿El Diablo le teme a la Muerte?
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
Hace dos años, Ricky se vio obligado a casarse con Emma para proteger a la mujer que amaba. Desde el punto de vista de Ricky, Emma era despreciable y recurría a artimañas turbias para asegurar su matrimonio. Por eso mantenía una actitud distante y fría hacia ella, reservando su calidez para otra. Sin embargo, Emma amaba a Ricky de todo corazón durante más de diez años. Cuando ella se cansó y consideró la posibilidad de renunciar a sus esfuerzos, Ricky empezó a tener miedo de perderla. Solo cuando Emma estaba muriendo, embarazada, él se dio cuenta de que el amor de su vida siempre había sido Emma.
Para cumplir el último deseo de su abuelo, Stella se casó con un hombre al que nunca había visto. Sin embargo, los dos continuaron llevando sus vidas sin ser molestados. Un año después, Stella regresó a Seamarsh con la esperanza de conocer a su misterioso marido. Pero para su sorpresa, él le envió un mensaje pidiéndole el divorcio. Apretando los dientes, ella respondió: "¡Entonces divorciémonos!". Poco después, Stella se convirtió en empleada de Grupo Prosperity y trabajó directamente para el director ejecutivo del grupo, Matthew. Se decía que el apuesto CEO estaba casado y amaba mucho a su esposa. ¡Pero Stella no sabía que él era en realidad su misterioso marido! Decidida a centrarse en su carrera, Stella deliberadamente se mantuvo alejada del jefe, aunque no pudo evitar notar sus intentos de acercarse a ella. Un día, su marido cambió repentinamente de opinión y se negó a seguir adelante con el divorcio... ¿Cuándo descubriría Stella que Matthew era su marido? En medio de una mezcla de dulzura y mentiras, ¿adónde los llevaría el destino?
Ibiza fue invitada a un evento importante de la empresa para la que trabaja y allí se encontró con una desafortunada situación. Sin que se dieran cuenta le suministraron un fuerte afrodisiaco, el cual la hizo pasar la noche con un hombre supuestamente desconocido. Sin embargo, aquel hombre resultó ser uno de los hijos de su jefe, pero todo se tornó complicado cuando producto de esa noche ella quedó embarazada. ¿Qué sucederá cuando un padre rechace a su bebé sin haber nacido y encima de eso pretende que lo aborten? Esa es una buena pregunta si resulta que años después regresas en busca de perdón para enmendar el error que jamás debió de haber sucedido.
Celia Kane proviene de una familia adinerada, pero perdió a su madre a una edad temprana. Desde entonces, ha vivido una vida difícil. Peor aún, su padre y su madrastra le tendieron una trampa para que ella se casara con Tyson Shaw en lugar de su media hermana. No dispuesta a aceptar su destino, Celia se escapó el día de la boda y, accidentalmente tuvo una aventura con un desconocido. Al día siguiente, ella se fue en secreto y, más tarde, su padre la encontró. Habiendo fracasado en escapar de su destino, se vio obligada a convertirse en la novia sustituta. Inesperadamente, su esposo la trató muy bien después de la boda. Celia también conoció poco a poco que él tenía muchos secretos. ¿Descubriría Celia que el hombre con el que se acostó era en realidad su marido? ¿Tyson sabría que Celia era solo una sustituta de su media hermana? ¿Cuándo iba a descubrir Celia que su anodino marido era en realidad un magnate misterioso? Descúbralos en este libro.
Después de tres años de matrimonio hermético, Eliana nunca había visto a su enigmático esposo hasta que le entregaron los papeles del divorcio y se enteró de que su supuesto esposo estaba cortejando a otra mujer sin importarle cuánto le costara. Ella volvió a la realidad y decidió divorciarse. A partir de entonces, Eliana dio a conocer sus diversos personajes: estimada doctora, legendaria agente secreta, hacker reconocida, célebre diseñadora, experta piloto de carreras y distinguida científica. A medida que se conocieron sus diversos talentos, su exesposo fue consumido por el remordimiento. Desesperado, suplicó: "¡Eliana, dame otra oportunidad! Todas mis propiedades, incluso mi vida, son tuyas".