Mi vida fue un calvario, un mal cuento, aun así, me aferre a lo único que me daba esperanzas, mi compañero, no me importaba de que especie fuera, solo queria que me encuentre, y tener al fin un poco de felicidad, pero claro que nunca nada sucede como deseo. Ahora se supone que mi vida cambio, incluso hasta mi nombre, pero, sin embargo, el dolor permanece, se supone que debía cuidarme, amarme y respetarme, era mi Alpha después de todo, pero resultó ser un maldito, y lo peor, es que me embarazo, estoy embarazada del maldito Alpha, y ya no sé qué hacer con mi vida, ni siquiera sé si tengo una.
Laura:
A veces creo que mi vida es como un cuento, pero sin la suerte que siempre tiene la protagonista, incluso Cenicienta ha tenido una mejor vida que la mía, a ella en algún momento su padre la amo, y su madre si no hubiera muerto estoy segura que la amaría y cuidaría, me pregunto si tendré un final feliz, soy una bruja, aunque no me dejen usar la magia, algo que no entiendo, tal vez es por ser mujer, ya no pregunto, a decir verdad, a esta altura no hablo a no ser que me lo pidan, sé muy bien cuales son las consecuencias de hablar sin permiso.
Parece un mal chiste que aun en un mundo donde los seres sobre naturales existen, también exista el maltrato, si fuera una humana buscaría ayuda, es lo que se debe hacer, sin importar quien sea que ejerza el maltrato o de que tipo sea, pero ¿A dónde podría buscar ayuda un ser como yo? Aquí no existe un rey a dónde acudir, una corte donde quejarse, para mi gente eso no existe, el único que podría ayudarme seria mi ANCLA, así se les llama a las parejas destinadas de los brujos, pero, aunque aparezca dudo que pueda contra mi padre, he visto lo que hizo con la pareja de Baltazar, y es por esa misma razón que en el fondo de mi ser, prefiero no encontrarlo nunca, ya no quiero más muertes por mi culpa.
Si me permito ser sincera conmigo misma, no creo poder tener un final feliz, por lo menos no en esta vida. ¿Cuánto más tendré que soportar? Dicen que todo ser mágico nació en la protección del manto de la noche, con nuestra Diosa luna guiando nuestro camino, pero parece que incluso la diosa se olvidó de mí, solo quisiera desaparecer, desvanecerme como la espuma de mar, esa que nadie nota y la que no echas de menos.
Si solo tuviera la valentía de acabar con todo esto, morir es la mejor opción, pero no es fácil y lo sé muy bien, no importa cuánto me golpeen, ni la cantidad de latigazos que marquen mi espalda o el hambre que me consume día a día, hasta pegar la piel a mis huesos, simplemente sigo viva, aunque no lo quiera. He visto a mis hermanos ser heridos, cuanto tardan en recuperarse y demás, pero conmigo es diferente, no lo entiendo, ya no entiendo nada.
Mientras tanto no me queda más que continuar con mi vida, me preparo para la pelea como cada noche, hasta que la puerta se abre dejando ver a mi hermano mayor Baltazar, el único que me quiere y cuida.
- Laura, este oponente es especial. - veo la preocupación en los ojos celestes de mi hermano, aunque creo que en realidad no es mi hermano, por lo menos no de sangre, conozco a muchos brujos y si en algo se destaca esta raza es en que todos son rubios de tez color crema y ojos celestes, algo que yo no soy.
- ¿A qué te refieres, Baltazar?
- Es un lobo, ten cuidado hermanita, él no es un rival cualquiera, te lastimará a la primera oportunidad y no te tendrá piedad, solo... ten cuidado, debes sobrevivir a esta pelea. - la mirada de seriedad que tiene me eriza la piel, algo sucede lo sé, mucho más de lo que dice.
- ¿Qué es lo que me ocultas hermano? - pregunto con voz temblorosa, Baltazar toma mis manos y la sujeta con fuerza.
- No puedo decirte, pero quiero que sepas que Dima vino a ayudarme, es un viejo amigo. - lo miro confusa, ¿Qué es lo que no puede decirme?
- Ayudarme ¿a qué?
- A escapar, romperemos el conjuro que hay sobre ti, solo debes de asegurarte de correr al bosque que está en el norte, solo allí estarás segura, confía en mí. - antes que pueda contestarle a mi hermano, mi padre entro en el vestíbulo que se nos asigna a los luchadores.
- Baltazar, ¿qué haces aquí? - Baltazar tiene prohibido estar a solas conmigo, él es el único que cura mis heridas y me alimenta a escondidas, o lo hacía hasta que mi padre se dio cuenta.
- Nada padre, solo vine a advertirle a esta estúpida que más le vale que no pierda, ya me ha causado demasiados problemas, si pierdes te arrepentirás, ¿entiendes Laura? - sé que solo dice eso para que mi padre no sospeche nada, pero me duele, Baltazar es lo único que tengo, mi única esperanza.
- Eso está bien hijo, me alegra que al fin entiendas cual es el lugar de esta perra, y tu presta atención Laura, a este bastardo le debes ganar si o si, o ahora sí que te matare. - De acuerdo, ellos conocían a mi rival, y por lo visto no estaban en buenos términos, eso solo me dejaba una opción, ganar o ganar, aunque siempre es así, yo no me puedo dar el lujo de perder y menos ahora que mi hermano me ayudara a escapar de nuestros padres.
Salimos y como siempre el lugar está repleto, de humanos, magos y vampiros, claro que los humanos desconocen nuestra procedencia, estoy segura de que saldrían dando gritos de terror y pidiendo ayuda, algo que nunca conseguirían y solo provocarían que terminaran con su vida de una forma rápida, pero definitivamente dolorosa. Camino por el angosto pasillo, muchos ríen al verme, mi delgadez extrema les provoca diversión, mientras las apuestas en mi contra aumentan, subo a la jaula a lo que vine, a enfrentar a mi nuevo oponente, algo me inquieta al verlo, su aura despide poder y autoridad, aun así, no demuestro mi miedo, es algo que aprendí a manejar, los vampiros se excitan con el olor a miedo y es lo que menos quiero provocar, no solo por mi bien, por el de todas las mujeres aquí presentes.
Camino en círculos dentro de la jaula, trato de ver cuáles serán sus movimientos, mientras él me estudia con la mirada, se ve confundido, fastidiado, me observa como una mosca a la que no vale la pena matar, al recibir el primer golpe entiendo a lo que se refería Baltazar, que esta no será como cualquier otra pelea, él es distinto, obviamente no es humano, es un lobo, pero aun así, no podrá vencerme, tengo demasiado que perder si eso pasa y no lo podría superar jamás, eso me terminaría por romper.
La pelea comienza sin presentación alguna, no es necesario, por cada golpe que doy, el maldito lobo me da dos, en un momento caigo cerca de un hombre que está apoyado en la jaula, no perdí tiempo en verlo, pero su olor me aturdió, ¿nogal y avellana? Antes que pueda recuperarme un gancho derecho directo a mi estómago, provoca que todos mis sentidos se fijen en mi oponente, a este paso va a matarme y eso estaría bien, cualquier cosa menos perder y quedar con vida.
Risto:
Veo a Ciro sobre la jaula, mis sentidos están alerta, hay demasiados vampiros en este lugar para mi gusto, pero por desgracia, mi opinión el idiota de Ciro se la pasa por el culo. Observo a quien será la contrincante del futuro Alpha de la manada rosas y espinas, y me parece patético hasta donde se puede rebajarse este joven lobo, si estuviera en mi manada, ya lo habría desterrado, pero claro, ya no pertenezco a la manada colmillo de plata, por lo menos, no puedo regresar hasta que no encuentre a mi luna y mi heredero este asegurado, esa fue la orden que mi padre nos dio a mi hermano y a mí; pues teme que nos matemos por ver quién se queda como Alpha de la manada, en lo que a mí respecta, fue culpa de ellos por tener gemelos, lo único que espero es que el idiota de Tifón la esté pasando tan mal como yo, ser degradado al puesto de un beta, es la humillación más grande que he pasado, tener que ser niñero del idiota de Ciro, es aún peor, al menos hoy me divertiré un poco, esa bruja sí que le está dando pelea, y yo que pensé que la destrozaría en cinco minutos, eso solo me da que pensar dos cosas, o esa bruja es más fuerte de lo que aparenta o Ciro es muy mal guerrero, espero que sea lo último, porque si hay algo que tengo en mente, es que luego de que me coronen como Alpha de la manada colmillo plateado, iré por la manada rosas y espinas, acabare con todos y demostrare que soy el Alpha más fuerte de este continente.
Mis planes a futuro se ven interrumpidos por un par de ojos color avellana que se notan desenfocados, esa bruja debería estar muerta, pero es como si su cuerpo se moviera por inercia, más que una bruja, parece un animal herido luchando por vivir y por muy retorcido que parezca, eso me calienta, verla luchar, ponerse en pie golpe tras golpe, resistiendo, es cautivador y muy excitante.
La familia Zhao era la dueña indiscutible de casi todo el oriente, su clan, el tigre blanco, manejaba todo dentro del país, aunque no siempre fue así, antes, casi 20 años atrás, existió otro clan igual de poderoso, el dragón rojo, pero dicho clan encontró su fin por ir tras lo prohibido, ahora la suerte le sonreía al tigre blanco o al menos eso pensaban, hasta que su líder, Loan Zhao, decidió que era tiempo de retirarse y acudió a los monjes para que vieran su tatuaje, ese que los más ancianos le hacen en la espalda cuando asumen como líder y que solo puede ser descifrado, cuando se retiran de su lugar, y así pudieran decir cuál de sus hijos seria la nueva cabeza del tigre. Lo que menos espero escuchar, era que el futuro de sus hijos estaría regido por amores prohibidos, esos que pueden llegar a matarte, por destino o casualidad, el pasado se uniría con el presente, dejando solo dos caminos, la unión con familias poderosas a través de lazos indestructibles, o el dolor y la agonía de arder en amores prohibidos.
Mi nombre es princesa Antara primera del reino Kael, o al menos ese era mi nombre, pero cuando el reino de las brujas cayó, mi vida cambio, pase de vestir sedas y ser adornada con oro, a ser cubierta con harapos y lodo, una vagabunda mendigando en las calles del reino de Joako, los lobos son crueles con los extraños, pero entre todos ellos, creí tener una posibilidad de vivir, fingiendo ser una simple humana, el Duque White sufría por la pérdida de su hija y me acogió como remplazo, no fue fácil, pero pensé que había logrado al menos ganarme su cariño, pero luego entendí que no podía dar nada por sentado, comprendí que si no queria regresar a las calles, solo me quedaba una opción, atrapar al futuro rey Alpha, cualquiera diría que sería fácil salir embarazada de semejante hombre, claro que teniendo en cuenta lo loco que ese bastardo esta, lo genial seria salir viva luego de estar con él.
Si amas a alguien déjalo ir, si vuelve es porque es tuyo, sino nunca lo fue, al menos eso se dice, el problema es cuando alguien que nunca fue tuyo, regresa a tu vida, despertando demonios que creías enterrados. El gran empresario Mateo Zabet coloco una muralla entre ellos en su adolescencia, respetando que la joven que amaba tenía novio, casi dos décadas han pasado desde que la vio por última vez, hoy frente a él está el amor de su vida ¿feliz mente casada? — Esto no está bien, estoy casada y tengo hijos y... — susurra con voz temblorosa. — Esto es lo único que está bien Elizabeth, siempre fuiste tú, mi amor, mi vida, mi todo y no sabes cuanto odio no habértelo dicho antes. — reconoció tomando sus labios con verdadera pasión. gratis hasta finalización.
Pertenecer a la mafia no es fácil, mantener tu lugar mucho menos, atrapar a uno de los lideres más grandes del bajo mundo... es casi imposible. Dasha Morozova solo queria su lugar en el mundo, al lado de quien amaba, sabia los riesgos, creció con ellos, y cuando al fin creyó conseguir a quien queria... la vida le demostró que no todo es un cuento de hadas, más cuando vives rodeada de enemigos, ahora el amor ya no es su prioridad, busca venganza, quiere recuperar lo que por ley es suyo y no le importa a que demonio deba tentar para ello. Lukyan Neizan, sabe que el legado de sus padres pesa sobre sus hombros, el don de ver destellos del futuro es su gran aliado cuando debe cuidar su espalda y destruir enemigos, pero... hay imprevistos que escapan incluso de su don, es así como el gran mafioso dueño de casi toda rusia y apodado la muerte blanca, despierta un día con la noticia de que tiene un hijo, del cual ni siquiera sabe quién es la madre. Dasha debe atrapar a un mafioso que la ayude en su venganza. Lukyan debe honrar las leyes de su clan y casarse solo con la madre de su hijo. La venganza es un plato que se sirve frio, y atrapar a un mafioso puede hacerte arder mucho antes de conseguir lo que quieres, pero eso Dasha... aun no lo sabe.
Cuatro mujeres que fueron asesinadas por los hombres que amaban un mismo día, a la misma hora, en diferentes lugares del mundo. Pero el universo les tenía preparada una grata sorpresa, darles la oportunidad de renacer de los elementos, agua, tierra, aire, fuego, según como fueron asesinadas, en una nueva vida donde son elegidas para convertirse en hadas. Luego de estar en un complejo donde les enseñan a controlar sus poderes, son enviadas al cumplir 18 años a modo de última prueba a ayudar a cuatro hermanos que son responsables de un gran imperio empresarial, ellas creen que su misión es convertirlos en personas de bien, ya que estos hombres cargan con sus demonios personales, sin embargo, la última prueba es no enamorarse y así poder obtener sus alas y la vida eterna. ¿Podrán lograrlo? ¿O sus corazones volverán a latir por amor? ¿Podrán superar el dolor y la furia que les causó ser traicionadas por sus parejas, amigos y familia en sus vidas pasadas? ¿O desquitaran su ira en los hermanos Romanov? ¿Estos hermanos podrán jurarles amor eterno o están jugando con ellas? ¿Obtendrán sus venganzas, cuando el destino las ponga frente a sus homicidas? ¿Los enfrentarán ellas o los cuatro hermanos a los que han hechizado con su belleza? ¿Podrá más el amor o el sufrimiento? "Si un hombre espera que la mujer sea un ángel en su vida primero debe crear un cielo para ella. Los ángeles no viven en el infierno."
Stefano Zabet-Ángel lleva 5 años buscando a Macarena, su novia de universidad, la cual perdió por no poder manejar sus brotes de ira, fue el primer hombre en su cama y está seguro de que ella estaba embarazada cuando desapareció. Hoy con 23 años no descansara hasta recuperar lo que considera que es suyo. Hades Ángel-Olid tenía 25 años cuando encontró el amor en un aeropuerto, Macarena de 18 años lo enamoro día a día sin darse cuenta, mucho menos pretender aquello, mientras él solo quería ayudarla para calmar su conciencia por un trabajo que salió mal, estuvo a su lado por dos años, la acompaño durante su embarazo y vio crecer a una hermosa niña, Alma, pero no podía seguir huyendo de lo que era, Hades guarda un secreto que la latina desconoce y es que él es el gran asesino conocido como el Ángel de la muerte, la noche que al fin la hizo suya, fue la misma noche que la abandono. Pero regresara dos años después para decirle la verdad y recuperar su amor. Mateo Zabet-Ángel lleva tres años enamorado de la empleada de los recados de su empresa y a pesar de hacer todo lo posible por acercarse a ella, la latina lo evita, como si fuera el mismo demonio, hasta que un día al fin la tiene a su merced, aprovechándose de su desesperación ve la oportunidad para enamorarla o por lo menos obligarla a estar con él. Stefano es hermano de Mateo y ambos son primos de Hades, ¿qué sucederá cuando descubran que comparten más que el apellido ÁNGEL? ¿Qué hará Macarena cuando comprenda que a los tres hombres que se entregó en cuerpo y alma comparten la misma sangre?
Yelena descubrió que no era la hija biológica de sus padres. Después de darse cuenta de que intentaban venderla por conseguir una inversión, la enviaron a su lugar de nacimiento. Allí descubrió que en realidad era la heredera de una familia opulenta. Su verdadera familia la colmó de amor y adoración. Ante la envidia de su supuesta hermana, Yelena superó todas las adversidades y se vengó, al tiempo que demostraba su talento. Pronto llamó la atención del soltero más codiciado de la ciudad. Él acorraló a Yelena y la inmovilizó contra la pared. "Es hora de revelar tu verdadera identidad, querida".
Kaitlin se enamoró de Alan a primera vista, pero no consiguió conquistar su corazón ni siquiera después de tres años de matrimonio. Cuando su vida estaba en juego, él lloraba ante la tumba de su amada. Eso fue la gota que colmó el vaso. "Divorciémonos, Alan", dijo Kaitlin. Después del divorcio, Kaitlin prosperó en su nueva vida, ganando fama internacional como diseñadora. Recuperó la memoria y reivindicó su legítima identidad como heredera de un imperio joyero, al tiempo que asumía su nuevo papel como madre de dos preciosos gemelos. El pánico se apoderó de Alan cuando vio a los pretendientes alrededor de su exesposa. "Me equivoqué, cariño. Por favor, déjame ver a nuestros hijos", le suplicó Alan.
El amor es ciego. Lucinda renunció a su acomodada vida por un hombre. Se casó con él y se ocupó de todo durante tres largos años. Un día se le cayeron las escamas de los ojos. Se dio cuenta de que todos sus esfuerzos habían sido en vano. Su marido, Nathaniel, siempre la trataba como a una mierda, porque su amor ya pertenecía a otra mujer. Se dijo a sí misma: "¡Ya basta! He terminado de malgastar mi tiempo con un hombre desagradecido". El corazón de Lucinda se rompió en pedazos, pero de todos modos, reunió el valor para pedir el divorcio. La noticia causó un gran revuelo en Internet. ¿Una joven rica que acababa de divorciarse de su marido? ¡La mujer soñada! Innumerables directores ejecutivos y jóvenes apuestos acudieron a ella como abejas a la miel. Nathaniel no aguantó más. Dio una rueda de prensa y suplicó con los ojos llorosos: "Te quiero, Lucinda. No puedo vivir sin ti. Por favor, vuelve a mí". ¿Le dará Lucinda una segunda oportunidad? Siga leyendo para descubrirlo.
Quién dice que para tener sexo es necesario enamorarse, que tenemos que formalizar una relación e incluso casarse. Quién dice que la mujer por no querer enamorarse, solo tener sexo es una puta. ¿Por qué los hombres si hacen bien cuando se acuestan con un millón de mujeres y cuándo lo hace la mujer está mal? Andrea Anderson viene a romper todos esos estereotipos y comentarios de la sociedad. Es una mujer loca, extrovertida, pueden existir millones de mujeres pero ninguna puede hacerle sentir menos. Hace lo que quiere y lo que la gente comenta le da absolutamente igual. No busca un príncipe azul, ni un cuento de hadas con un final feliz; busca un lobo feroz que se la coma mejor.
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.
Sólo había un hombre en el corazón de Raegan: Mitchel. Tras dos años de matrimonio quedó embarazada. Raegan se sintió muy feliz. Pero antes de que ella pudiera darle la noticia, él solicitó el divorcio porque quería casarse con su primer amor. Más tarde, Raegan tuvo un accidente y, tumbada en un charco de su propia sangre, le pidió ayuda a Mitchel. Sin embargo, se fue con su primer amor en brazos. Afortunadamente, Raegan escapó por poco de la muerte y decidió retomar su vida. Años después, se hizo famosa en casi todo el mundo. Después del divorcio, Mitchel se sintió muy incómodo. Por alguna razón, empezó a extrañarla. Le dolió el corazón cuando la vio sonreírle a otro hombre. En la ceremonia de su boda, él irrumpió y se arrodilló. Con los ojos rojos, preguntó: "¿No dijiste que tu amor por mí era inquebrantable? ¿Por qué te casas con otro hombre? ¡Vuelve a mí!".