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Una joven llamada JazmÃn, ella sufre de una enfermedad cardiaca, luego conoce a un chico universitario, ella se enamora de él, pero a él no le gusta para nada, entonces este les cuenta a un grupito y estas se encargan de divulgarlo por todo el instituto, ella se decepciona mucho y se enferma, luego de un tiempo conoce a un chico llamado William, el mejor amigo de su hermano, él es un productor Audiovisual que normalmente vive en Londres, ellos se enamoran a primera vista, pero tienen que vencer muchas circunstancias. ¿Lograran estar juntos?
Dicen que hay amores que solo nacen para ayudarte a sanar y otros nacen para amarte, los corazones suelen unirse para tratar de curarse, solÃa verle y aunque estaba lejos tenÃa la esperanza de tenerlo junto a mà algún dÃa, fue muy irreal ese sentimiento que sentÃa.
- Hello, linda - preguntó mi amiga Mayra.
- Has madrugado, eh.
- Siempre ya sabes, hoy vienen unos chicos lindos hacer sus prácticas.
- ¿En serio?
- Si.
- Pues, bueno espero que encuentres tu media naranja.
- Será mandarina, porque nadie me soporta - se rÃe
Las charlas con mi amiga eran lo mejor, hemos estudiado juntas desde que estamos pequeñas y nunca nos hemos separado.
- Mira, mira ahà vienen - susurro mi amiga.
Eran unos tipos morenos y otros guapos, pero habÃa uno que me llamaba la atención, no era su forma de vestir y tampoco su belleza, era que su alma conectaba con la mÃa.
- ¿Cómo se llama ese chico? - dijo Rita, la tipa que tanto me odia.
- Estas apresurada a olvidar a Oliver he.
- Es que mira que guapo esta.
El tipo era ojos verdes, piel blanca, cabello castaño y su altura era muy alta, sus ojos chocaron con los mÃos y rápidamente me flecha, hash, pinché corazón se ilusiona con poco.
- Las clases han comenzado.
- Por fin las veo - dijo Arthur.
Era nuestro mejor amigo un tipo alto de ojos azules, que tenÃa una estatura muy alta.
- Hoy iremos a desayunar a la cafeterÃa que apertura ron en la esquina del colegio.
- ¿Enserió hay nueva cafeterÃa? - pregunté.
- Pues claro, el dueño es guapo.
- Diablos no sabÃa que habÃa gente guapa en este lugar - se rÃe.
Todos los alumnos parecÃan locos y los de último año tenÃan que hacer muchas cosas, andaban de arriba abajo, cargando libros y papeles.
- Alan.
Se escucho la voz de la directora, llamando al chico de último año.
- DÃgame licenciado - dijo el chico.
- Necesito que lleves estos documentos a las aulas de último año.
- Con mucho gusto.
Alan era el nombre del chico que logró quitarme unas cuantas inseguridades.
- Buenos dÃas, me ha mandado la licenciada Soraya.
- Pasa.
Todas las chicas murmuraban en sus adentros, pues el tipo era guapo.
- Chicos, hoy saldremos temprano.
Luego de salir del instituto nos dirigimos a la cafeterÃa nueva, y el lugar era muy elegante, parecÃa de gente adinerada, el dueño era el papá del mejor amigo de Arthur.
- ¿Dónde vive su hijo? - preguntó Mayra.
- Oye...
- Pues vive en Londres, estudia comunicación audiovisual.
- ¿Y es guapo?
- Tranquila, hace mucho que no hablamos.
- ¿Hace cuánto?
- Un dÃa - se rÃe.
- Oigan, pero, el café sin azúcar es muy rico - dije ignorando lo que estaban hablando.
- ¿Qué?
- Que asco.
- Oye, respeta mis gustos.
- Por eso te amo porque eres especial - dijo Arthur.
De la nada se acerca un hombre de 45 años, vestido con una camiseta, un pantalón de lona, zapatillas cafés, sus ojos negros se abrieron muy grandes cuando vio a Arthur.
- Hace mucho que no te veÃa - dijo el hombre.
- Mi padre me ha prohibido verle - dijo Arthur.
- Bromeas.
- Mi padre se ha ido de viaje y me quedé solo en la casa.
- Y ¿Quién de ellas es tu novia?
Las dos nos atragantamos y el hombre se hecho a reÃr, el señor era muy amigable y respetuoso.
- Tengo que irme - dije.
- Claro, te llevo si gustas - dijo el hombre.
- No tiene por qué.
- Tienes razón.
- Bien entonces hablamos luego Arthur, hasta luego chicas.
Me fui del lugar luego que el hombre se marchará, llegué a casa y que aburrido se siente llegar y ver la soledad que abrazando cada rincón de la casa.
- Madre, ya he llegado.
- Me alegro cielo, ya casi me iré.
- ¿Vas al hospital otra vez? - pregunté.
- Hoy toca guardia, como todos los dÃas.
- A veces me pregunto, de donde sacas tanta fuerza.
- El hambre es una buena inspiración.
Entre risas, ella se despidió, la casa era de dos pisos y justo la puerta estaba en-frente de las escaleras.
Me he quedado sola en esta casa tan grande, el espÃritu de mi padre aun deambula por cada rincón, y cada dÃa siento que lo extraño más, es exactamente un sentimiento de culpa y dolor por tenerlo aquÃ.
- JazmÃn ¿Has llegado? - dijo mi hermano.
- Me molesta que me preguntes, cuando sabes que ni me quedo a las fiestas como tú.
- Si, si lo siento hermanita – dijo con burlas.
Mi hermano era todo un caballero, sus ojos negros y su piel blanca combinan bien con su altura.
- ¿Cuándo creciste tanto Gas?
- Hermano, ¿por qué siempre me dices enana?
- Me voy – dice con risas.
Me he quedado sola otra vez en casa, y estaba en modo FBI, querÃa saber quién era ese chico que llamó mi atención, era como mi alma gemela, pero también me preguntaba si alguna vez el sabrÃa de mi existencia, pues no soy la tÃpica chica que le gusta a todos los chicos.
- ¿Se ha ido Mario? - dice Mayra con ojos de enamorado.
- ¿De qué me perd�
- Tu hermano es el tÃpico macho me que gusta.
- ¿Mario? ¿Enserió?
- OlvÃdalo, no quiero que me mates.
- Bueno, es que mi hermano es un puto y no quiero verte llorar
Las horas pasaban como bala siempre que estaba con ella, pero ya eran las tres de la tarde y Mayra tenÃa que irse.
- Me marcho, mañana acuérdate de llegar temprano.
- Pero, la que vive cerca eres tú.
- Estaba molestando mi linda, me marcho.
Ya eran las cuatro y yo seguÃa pensado en esa mirada, Alan era como cuando tienes un dolor y llega alguien a darte un poco de aliento, sentà cosas que no sentÃa cuando murió mi padre, me derrumbe tanto que hasta el dÃa de hoy sigo queriendo que sea solo un sueño.
Conocerlo fue lo mejor que me pasó, porque hace mucho que querÃa sentir lo que se siente volver a querer a alguien, aunque esto suene raro, porque él no me conoce y yo tampoco a él, es como si el destino lo puso en mi camino.
Los dÃas que he pasado sin ti han sido como estar muerta, te siento conmigo, pe-ro no te veo, y me lastima más sentirte que no verte, porque no te puedo tocar, no puedo abrazarte y decirte, cuanto te extrañó papá
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difÃcil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese dÃa. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. SabÃa que él no estaba allà para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferirÃa morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. QuerÃa quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morà una vez antes, asà que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabÃa era que la noticia de su inesperada muerte le habÃa roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonÃa. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabÃa si debÃa volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegirÃa ella?
Clarissa Chapman, un dÃa, al entregar preservativos a una habitación de hotel, descubrió que su cliente era su... ¿prometido? ¡Atrapó a su prometido y media hermana en la cama! ¡Solo entonces Clarissa se dio cuenta de que su novio de seis años la habÃa engañado! ¿Qué es más ridÃculo? Su padre dijo que era porque ella no era atractiva y su hermana lo merecÃa más. Dejó a su prometido idiota, ¡se encontró con su Sr. Correcto en una aventura de una noche! Espera... ¿por qué este hombre se veÃa exactamente parecido al CEO multimillonario - Anderson Jordan en la televisión? Anderson era de muchas cosas, guapo, considerado y leal. Nunca imaginó que un apuesto como Anderson se enamorarÃa de ella, hasta ese dÃa... Su familia de pesadilla la encontró, tratando de arrastrarla al pasado miserable... otra vez...
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada frÃa. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debÃa solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecÃa a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecÃa ser el atrapado.
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