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Gonzalo es infiel por naturaleza y con su grupo de amigos se dan ánimo para que ninguno deje de lado esa actitud, esquivando las responsabilidades y sin importar cuanto herían a los demás, ellos salían a divertirse conquistando mujeres a pesar de estar en pareja. El nivel económico, el atractivo que tenía y el descaro con que se manejaba Gonzalo, le permitía hacer lo que le viniera en gana. Hasta que cierta noche conoció a Debora, una bellísima y joven mujer que no cayó ante sus pies y hasta parecía gozar negándose a estar con él... Ella sabía perfectamente quién era Gonzalo y cómo vivían él y sus amigos.
Por Gonzalo
Estábamos cenando en casa, vivo con mis padres, o al menos duermo allí varias veces por semana, lo hago por comodidad, aunque en ese momento estaba incómodo, a veces mi madre se ponía muy densa con el mismo tema, repetía, cada vez que podía, lo hermosa que es su nueva maquilladora, que si es delgada, pero con excelente cuerpo, que si es perfecto, que su altura es ideal, que tiene una cara de modelo, que sus ojos verdes son hermosos y parecen esmeraldas.
Parecía una representante artística queriendo venderla como si fuera un producto.
Estaba seguro que lo hacía a propósito, solo para molestar a Marta, mi novia.
Mi madre no quería a Marta, trataba de disimular, aunque creo que mucho no se esforzaba.
En ese momento, la cara de mi novia llegaba al suelo.
Tampoco sé porque le molesta tanto que mi madre hablara de alguién que ninguno conoce.
-Mamá, ya la nombraste mil veces y nadie la conoce, cambiá de tema.
-Perdón hijo, es que es tan bonita y las clientas están felices, además de ayudarlas a vestirse con los vestidos de fiesta, el día de su boda o agasajo, les ofrezco como servicio, que ella las maquille en ese día especial.
-Qué suerte.
Digo sarcásticamente, Marta, mi novia, me mira y sonríe.
Eso no le pasó inadvertido a mi madre.
Por un momento se puso seria.
Suena su celular, era mi hermano avisando que se quedaba en el departamento de su novia.
-Mandale besos a Luz, que la pasen bien, te quiero.
Escucho que corta.
-Nosotros nos vamos, no vuelvo esta noche.
Le cambió la cara cuando le dije que nos vamos, no entiendo, a mi hermano jamás le pone esa cara cuando dice que no viene a casa y eso lo hace...5 o 6 veces por semana.
Aunque tiene que ver que mi madre no quiere a mi novia.
Lo lamento si no le gusta, me tiene que gustar a mí y eso es suficiente.
Mi padre trata de ser más agradable con Marta.
Ya hace 6 años que salgo con mi novia y ella, últimamente también me agota con el mismo tema, quiere formalizar, no me pide que me case con ella, solo que convivamos, pero presiento que en cuanto convivamos, me va a poner la soga al cuello y me va a llevar de la oreja delante de un juez, para que nos case.
Yo estoy cómodo cuando me quedo en la casa de mis padres y trato de estirar el momento de la convivencia con Marta.
No entiendo a Tiziano, mi hermano, con lo mujeriego que era, conoció a Luz, su novia y se olvidó hasta de sus amigos, no es que los dejó de ver, solo que los vé muchísimo menos.
Está día y noche con Luz, ella dispone de una casa, un poco antigua, pero muy cuidada y está ubicada en medio de una zona comercial y junto con mi hermano, lograron habilitarla para que funcione con consultorios médicos.
Tiziano es kinesiólogo y Luz es nutricionista.
Instalaron allí sus consultorios y como había más habitaciones, las fueron alquilando para cubrir otras especialidades, sobre todo con médicos especialistas en estética.
Me enteré que Mariela, mi prima, que es médica cardióloga, también, una vez por semana atiende algunas horas desde allí, creo que hasta hay dos psicólogas.
Realmente lo hicieron muy bien y me alegro por ellos.
Tizi, está día y noche con Luz, jamás creí que se pudiera enamorar, no había mujer que se le resista y él aprovechó muy bien sus dones, salió con media ciudad y nunca había tenido novia.
Luz es una chica que sabe lo que quiere, es más, creo que fue ella la que lo encaró a él, no era nada raro, las chicas nos suelen encarar a los dos, debo reconocer que a mí también se me acercan, pero yo soy más tranquilo que Tiziano.
Tengo novia...
Los jueves suelo reunirme con unos amigos, ex compañeros de la facultad, soy ingeniero.
Mi novia, ese día sale más tarde del bufete de abogados donde es secretaria, le faltaban 8 materias para recibirse de abogada, pero no quiso seguir estudiando, ella tiene 35 años, me lleva cinco años, empecé a salir con ella cuando tenía 24 años, la conocí en un pub y no dejaba de mirarme, me acerqué con toda la intención de pasar esa noche con ella, la pasamos juntos, por supuesto y me gustó como era en la cama, por lo que le pedí su número de teléfono y la llame a los tres o cuatro días, así fué que comenzamos a salir, no es super hermosa, pero nos llevamos bien, sobre todo sexualmente.
Mi madre la considera fea, no me lo dice a mí, pero tengo oídos.
Cada vez que habla con Mariela, mi prima, hablan de ese tema, que no sabe que le veo a mi novia, que si es fea, que no terminó la carrera de abogacía teniendo posibilidades para estudiar, que es egoísta y sigue con infinidad de cosas.
Le encuentra mil defectos.
Mariela tiene lo suyo y a veces me cansa, pero tampoco es como dice mi madre, ella exagera.
Con Luz, el comportamiento de mi madre es todo lo contrario, claro que Luz se la supo comprar, y reconozco que es bastante más simpática que mi novia.
Tiene detalles con mi madre que Marta jamás los tendría, por eso jamás le reprochaba que se lleve mejor con la novia de mi hermano, porque si le digo algo y destaca la forma de ser de mi cuñada, mi novia terminaría perdiendo.
Fuimos a un hotel con mi novia, la paso bien, no tiene el mejor cuerpo, ni siquiera es alta, pero en la cama es donde mejor nos llevamos.
A veces me aburro, es normal eso, ya hace 6 años que salimos, por lo que cada tanto,
cuando salimos con mis amigos, tengo alguna cañita al aire.
Mi madre, los jueves, jamás se preocupa cuando llego tarde o cuando no vuelvo, tampoco lo comenta con Mariela.
Creo que hasta es feliz, ella dice y eso si me lo dijo alguna que otra vez, que Mariela no me conviene, que estoy perdiendo el tiempo con ella.
Lo dijo con dos o tres situaciones muy puntuales por algunos acontecimientos que sucedieron, donde no pude disimular las estupideces que a veces hace mi novia.
Ese jueves, estábamos reunidos en un bar, con Gabriel y con Rodrigo, ellos fueron compañeros míos en la facultad, en un momento trabajamos juntos en una empresa, luego yo me fuí a otra empresa donde me ofrecían mejores condiciones laborales, ellos siguieron trabajando por un tiempo en ese lugar y luego cada unos terminó trabajando por su lado, pero a pesar de haber terminado, hace años, la facultad, nos seguimos encontrando cada tanto los sábados o los domingos y por supuesto, los jueves era nuestro ritual.
A veces nos veíamos en el pub donde estábamos ese jueves y alguna que otra vez íbamos a un lugar distinto.
Ese pub guardaba bastantes secretos nuestros, había infinidad de chicas que trabajaban de acompañante.
Era un lugar normal, solo que solían estar, en las mesas que se hallaban detrás de una columna, un grupo de chicas que trabajaban en la profesión más antigua del mundo y por suerte iban variando, o trayendo amigas, sino también sería aburrido.
A veces me iba con alguna que no era prostituta, tampoco me esforzaba demasiado, unos tragos y algunas palabras llenas de halagos y terminamos en mi departamento.
Tengo un departamento, es un semipiso, cómodo, lujoso y es el secreto que le guardo a mi novia.
A Gabriel y a mí, comenzaron a ofrecernos proyectos, más allá de nuestros trabajos, por lo que decidimos asociarnos y llevarlos a cabo juntos.
Los dos seguíamos trabajando, por separado, en distintas empresas, pero nos reunimos para hacer los distintos trabajos que nos iban llegando.
En un momento, a mi padre, en la inmobiliaria donde es socio, le ofrecen un emprendimiento, para terminar un edificio, porque los dueños se habían fundido, el edificio tenía algunos pequeños problemas de estructura.
Mi padre me llamó para charlar sobre ese tema y yo lo llamé a Gabriel.
Había que resolver unas cuantas cosas, pero no era nada grave.
No faltaba mucho para terminar el edificio, pero iba a salir a remate y en la inmobiliaria, los dos socios de mi padre, pensaron que no era un buen negocio comprarlo.
Rápidamente hicimos cuentas.
Mi padre contaba con dos casas en la costa y con dos departamentos en capital, que estaban en alquiler.
Siempre nos había dicho a mi hermano y a mí, que esos departamentos eran para nosotros, para cuando decidamos vivir solos, pero mientras vivamos con ellos, iban a estar alquilados.
Era una entrada más de dinero y realmente en casa estábamos cómodos.
Por mi parte yo tenía dinero ahorrado como para comprar mi propio departamento, ya hacía un par de años que me había recibido de ingeniero civil y por supuesto, mi salario es bastante alto y a eso le sumaba todos los trabajos que hacíamos en conjunto con Gabriel.
Mi amigo estaba más o menos en las mismas condiciones que yo, pero él estaba un poco más apurado para irse de la casa de sus padres.
Para ese proyecto que le ofrecieron a mi padre, había que vender los dos departamentos de la costa, más los dos departamentos que teníamos en alquiler, más mis ahorros, más los ahorros de mis padres y también los de Gabriel...
Nos seguía faltando una parte.
No había problemas para sacar un crédito bancario, porque por la actividad de mi padre, él tenía contacto con algunos gerentes bancarios.
Nos sentamos con Gabriel y estudiamos cómo reestructurar el edificio, para que en el futuro no hubiera problemas, sumamos a Rodrigo.
Vimos viable el proyecto.
Ellos eran vecinos, sus casas estaban pagadas. Emanuel era engreído y hasta déspota en su manera de actuar, y le molestaba bastante que su vecinita prescindiera de su saludo y que con su hermano fuera pura simpatía. Hasta que coincidieron una madrugada, a la salida de una discoteca y terminaron teniendo relaciones sexuales. Al día siguiente él la humilló apenas la vio, es que estaba acompañado por su futura esposa y evitó problemas. Solange sintió que el mundo se le venía abajo, la noche anterior le había entregado su virginidad y creyó que habían comenzado una relación. Las consecuencias llegaron al mes siguiente, cuando a Solange le faltó la regla, ella, con odio hacia Emanuel, por las humillaciones recibidas, nunca confesó de quién era el bebé. Sus padres estaban avergonzados de que su hija adolescente estuviera embarazada y la enviaron a Italia, con una tía que nunca pudo tener hijos. La vida cambió para Solange, porque fue recibida con verdadero cariño. Años después, al fallecer su tía, ella se convirtió en la dueña de un imperio económico. Sus caminos se cruzaron nuevamente al tener negocios en común, en dónde ella tenía el poder. La vida para Emanuel, en el plano personal, había cambiado, descubrió que su esposa lo había engañado, que el que creía su hijo, no lo era y que el interés de la mujer que tenía a su lado, era lo que regía su vida. Sin embargo, él seguía siendo el arrogante como siempre. La atracción que sentía por Solange era tan fuerte, que se convirtió en una obsesión, pero al no reconocerlo, solamente planeaba hacerla pasar malos ratos, desatando momentos desopilantes, porque Sol siempre lograba dar vuelta la situación y dejarlo mal parado. Hasta que descubrió que tenían un hijo en común y dejó de lado su infantil comportamiento, dando paso a un amor pocas veces visto.
Edith no podía entender por qué su marido, su gran amor, se había suicidado, ella nunca creyó que él podría tomar semejante decisión. Se encontró sola, teniendo que hacer frente a gastos que no tenía cómo cubrir y no quería despojar a su hijo de la casa en donde había crecido, venderla no era una opción. Cuando una amiga le propuso bailar en el club de strippers de más categoría de la ciudad, luego de dudarlo, aceptó, saldría al escenario camuflada y nadie sabría quién era ella. Lejos quedó la dama de alta sociedad que un día había sido, aunque su belleza y elegancia resaltaba entre miles de mujeres. Ella sólo quería que su hijo ingrese a la facultad y tenga una vida digna. Todo se complicó, cuando el jefe de su hijo, uno de los hombres más importantes de la ciudad, descubrió su verdadera identidad.
El amor entre ellos surgió como por arte de magia, ambos eran médicos y la mejor amiga de la bella doctora era cuñada de Ramiro, ellos estaban compartiendo sus vacaciones. Era tan profundo lo que ellos sentían, que pensaban que al volver a su país, estaban en una pequeña ciudad cerca de la frontera, pronto se casarían y estarían unidos para siempre. De pronto el mundo cambió, tuvo lugar la pandemia del COVID, se cerraron las fronteras y ambos quedaron atrapados en el país vecino, decidieron colaborar en la clínica de la pequeña ciudad. Rocío terminó por contagiarse de ese cruel virus, que arrasó con media ciudad. La tuvieron que intubar, y aunque Ramiro quería quedarse a su lado todo el tiempo, los casos se multiplicaban y tenía que atenderlos. Una enfermera, que siempre estuvo celosa de la bella médica, dejó de suministrarle los medicamentos, en lugar de empeorar, Rocío recuperaba de a ratos la conciencia, en un momento Rocío tuvo una pequeña arritmia, un pequeño preinfarto, Charo, la enfermera, se apresuró a desconectarla, diciendo que había fallecido, amenazando a los médicos residentes, inventando que tenía un romance con Ramiro, que era el médico más importante, logró que metieran el cuerpo de Rocío en una bolso mortuoria, sin avisarle a él. Rocío logró recuperarse y con ayuda del destino, pudo salir de la bolsa mortuoria y de la ambulancia llena de cadáveres. Luego de esconderse en la que fuera la casa de sus padres, volvió a Argentina, el médico de la clínica en donde ella trabajaba, la acogió, protegió y le propuso matrimonio, ya que siempre estuvo enamorada de ella. Por agradecimiento, aceptó la propuesta, ya que sólo confiaba en él, un año después su esposo, fallece de cáncer, dejándole como herencia sus clínicas y una cuantiosa fortuna.
Tenía 6 años cuando en la puerta de mi casa apareció una mujer con una niña de mi edad, diciendo que esa pequeña también era hija de mi padre. Recuerdo a mi madre llorar y subirnos a su auto, luego de viajar un rato, el auto comenzó a hacer trompos y volcamos, mi mamá falleció en ese accidente, aún siento las lágrimas de mi papá al rescatarme de entre los fierros retorcidos. Esa mujer se instaló en mi casa, haciendo de mi vida un infierno inimaginable, luego de unos años, ellos se casaron y Rosie, mi media hermana, pasó a llevar mi mismo apellido, si su madre me torturaba ella fue la alumna que superó a la maestra. Intentó ahogarme cuando tenía 15 años, y a mis 19, organizó un plan para que me violaran. Mi padre falleció de una enfermedad terminal, casi en la ruina. Yo me quedé sola, sintiéndome culpable de su muerte, prácticamente en la calle, con un ser en mis entrañas y sin saber quién era su padre, pero… mi progenitor siempre estuvo mil pasos adelante, nada es lo que parece y cada cuál tiene su merecido.
Cuando Gonzalo, un importante ceo, tan atractivo como egoísta, abandona a Elizabeth, su bella, sensual y fina esposa, sin importarle que ella tenga un embarazo de 8 meses y que su hijo de 5 años, vaya a sufrir por su ausencia, no se imagina jamás lo caro que le va a costar su capricho, porque sí, él se había encaprichado con una mujer que se cruzó en su camino en el momento en que Elizabeth tenía que hacer reposo absoluto por su embarazo. No tarda en darse cuenta de su equivocación, pero su orgullo, sumado a su estupidez, le impiden acercarse a su familia y pedir perdón, más tarde todo se vuelve en su contra y tiene la sensación que nunca va a remendar el desastre que provocó con sus acciones.
Todo se complica cuando la competencia de dos mujeres va más allá de lo estipulado y pasan ciertos límites cruzando las fronteras permitidas, sin embargo ellas no son las únicas que compiten, también lo hacen los dos primos, que terminan exponiendo situaciones y exponiendolas a ellas, quienes son señaladas por la sociedad, sin embargo, ellos pretenden luchar hasta las últimas consecuencias para lograr limpiar el nombre de las dos bellas muchachas, no obstante, los celos y la venganza, separan a las dos parejas que finalmente se formaron.
Madison siempre había creído que se casaría con Colten. Pasó su juventud admirándolo, soñando con su futura vida juntos. Pero Colten siempre le fue indiferente, y cuando la abandonó en el momento en que más lo necesitaba, por fin se dio cuenta de que él nunca la había amado. Con la determinación de empezar de nueno y sed de venganza, Madison se marchó. Tenía por delante un sinfín de posibilidades, pero Colten ya no formaba parte de su vida. El hombre, por su parte, corrió a buscarla presa del pánico al darse cuenta de ello. "Madison, por favor, vuelve conmigo. Te lo daré todo". Sin embargo, fue su poderoso tío quien abrió la puerta y le dijo: "Ella es mi mujer ahora".
Dos años después de su boda, Ximena perdió el conocimiento en un charco de sangre durante un parto difícil, olvidando que su exmarido se iba a casar con otra persona ese día. "Nos vamos a divorciar, pero el bebé se queda conmigo". Estas palabras resonaron en su mente. Sabía que él no estaba allí para ayudarla, sino para quitarle a su hijo. Ximena preferiría morir antes que ver a su hijo llamar madre a otra mujer. Posteriormente perdió la vida en la mesa de operaciones con dos bebés en su vientre. Pero ese no fue el final para ella... Años más tarde volvió a encontrarse con Ramon, que ha cambiado mucho. Quería quedársela para él a pesar de que ya era madre de dos hijos. Y cuando supo que ella se iba a casar de nuevo, irrumpió como un loco. "Ramon, ya morí una vez antes, así que no me importa volver a morir. Pero esta vez, quiero que muramos juntos", gritó ella, mirándolo con angustia en sus ojos. Ximena pensó que él no la amaba y estaba feliz de estar fuera de su vida. Pero lo que ella no sabía era que la noticia de su inesperada muerte le había roto el corazón. Durante mucho tiempo lloró de dolor y agonía. Siempre deseó poder retroceder en el tiempo o ver su hermoso rostro una vez más. Todo esto fue demasiado para Ximena, cuya vida estuvo llena de idas y venidas. No sabía si debía volver al lado de su exmarido o seguir adelante con su vida. ¿Cuál elegiría ella?
La rivalidad que existe entre tú y Miguel viene de la secundaria, peleando siempre por demostrar quién es el mejor en todo, siempre fueron vecinos y ahora serán concuñados, el destino se empeña en unirlos ¿Cómo no lo ves?, tienen personalidades parecidas, son exitosos en sus campos, sus padres se llevan bien... ¡Melissa, ya deja de decir estupideces!, ese imbécil no me interesa ni lo me interesará nunca, además que no sabes que tiene novia, jamás haría pasar a otra mujer por lo mismo que yo pasé, sé lo que duele que te engañen y aún si fuera soltero él no es mi tipo y siempre seremos rivales y nunca nos caeremos bien, así seamos familia. ¿Por qué lo odias tanto? ¡No lo odio! Él a mi sí, pero no es de mi agrado nunca lo ha sido y nunca lo será ¿Por qué no lo entiendes?, eres un psicóloga exitosa...Deberías entender que hay personas que simplemente no se la llevan... Melissa: Solo te digo una cosa, en ocasiones...DE LA RIVALIDAD TAMBIEN NACE EL AMOR.
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Se suponía que mi matrimonio con Mathias me haría la mujer más feliz del mundo. Aunque sabía que él no me amaba, pensé que se enamoraría de mí una vez que lo colmara de amor. Ya pasaron cinco años y Mathias me trataba como a una cualquiera. Para colmo, conoció a su verdadero amor y cortó todos los lazos conmigo por culpa de ella. Él la presentó a todo el mundo; algo que nunca hizo por mí. Su infidelidad me llevó a la depresión. Me sentía totalmente destrozada. Tristemente, incluso en mi lecho de muerte, mi supuesto marido nunca apareció. Cuando volví a abrir los ojos, sabía que el destino me había dado una segunda oportunidad. Yo todavía era la esposa de Mathias y pasamos dos meses antes de que conociera a su verdadero amor. En esta vida, me negué a que él volviera a lastimarme. Consciente del gran error de mi antigua yo, le pedí el divorcio. Mathias rompió los papeles del divorcio una y otra vez y al mismo tiempo me encerró. "¡Rylie, deja de hacer estupideces! ¡Hacerte la difícil no me funciona!". Para demostrarle que hablaba muy en serio, seguí adelante y solicité a la justicia. Finalmente entró en pánico. Abandonó a la "mujer de sus sueños" y se arrastró a mi lado. "Por favor, dame una segunda oportunidad, Rylie. Te prometo amarte con todo mi corazón. Serás la única mujer en mi corazón de ahora en adelante. No me dejes, ¿de acuerdo?". Una guerra estalló en mi mente. Por un lado, no quería que me hicieran daño otra vez. Pero, por otro lado, no quería dejar ir al hombre que amaba tanto. ¡¿Qué debo hacer?!
Joelle pensó que podría cambiar el corazón de Adrian después de tres años de matrimonio, pero cuando se dio cuenta de que ya pertenecía a otra mujer, ya era demasiado tarde. "Dame un bebé y te liberaré". Sin embargo, el día en que Joelle se puso de parto, Adrian viajaba con su amante en su jet privado. "No me importa a quién ames. Ahora ya he pagado lo que te debo. A partir de ahora, no tenemos nada que ver el uno con el otro". No mucho después de que Joelle se fuera, Adrian se encontró suplicando de rodillas: "Por favor, vuelve conmigo".