Tal vez éramos demasiado jóvenes, pero mientras él partía para triunfar futbolísticamente en Europa, luego de jurar su amor eterno y yo descubría, que no solo era un maldito infiel, sino que producto de tanta pasión desbordada, en mi vientre tenía un pequeño recuerdo suyo. No sabía que cuando naciera mi hijo, sería una copia fiel de su padre, el gran pulpo Cris, era tan parecido a su padre que al mirar los ojos de mi pequeño, veía al hombre que jamás iba a olvidar. Mi madre me echó de su casa, al enterarse que yo estaba embarazada, pero conté con la ayuda de mi gran amiga Andy. Triunfé medianamente como modelo publicitaria, eso me permitió vivir dignamente, no obstante seguí estudiando y me recibí de psicóloga. El destino nos llevó a España y allí, montamos con Andy, una empresa que se dedicaba a cambiar la opinión pública de nefastos personajes... ¿Saben quién tenía que cambiar su imagen de maldito infiel?
Por Melina
-Esta noche, cuando vuelvas a tu casa, felicitá a tus padres.
-¿Por qué?
Le pregunto divertida al chico que me había dicho eso.
Se acerca a mi oído, la música de la discoteca sonaba altísima.
-Porque hicieron a la chica más hermosa que vi en mi vida.
Morí de amor.
Lo miré y entre las luces de la bola de espejos que colgaba del medio de la pista, que nos tiraba sólo reflejos, alcanzaba para ver los maravillosos ojos verdes de ese chico.
De la mano, me llevó al centro de la pista a bailar, era música movida y él se movía como los dioses, parecía estar hecho para destacarse.
Lo miré casi embobada, era alto, debía medir 1,85, me llevaba una cabeza, mas o menos, tenía pelo negro, lacio, que despedía un perfume exquisito, sus músculos eran perfectos, no era muy musculoso tipo levantador de pesas, no, más bien tenía los músculos marcados, muy marcados.
¡Qué carita!
¡Dios, todo en él me gusta!
Él también me miraba, parecía que me quería comer.
Fuimos a unos sillones a tomar algo.
Surgieron las preguntas usuales.
-¿Cómo te llamás?
-Melina ¿Y vos?
-Cristian, me dicen el pulpo Cris.
-¿Por qué pulpo?
-Porque atajó muy bien, cuando jugamos al fútbol.
-Que creído.
Le digo riéndome.
-¿Te gusta el fútbol?
-¡Qué pregunta rara para hacerle a una chica! Sí, me gusta bastante.
-¿Mirás partidos de fútbol?
Que tipo raro, un enfermo del fútbol, pensé, bueno, algún defecto tiene que tener.
-No, solo los partidos del mundial.
-¿De qué cuadro sos?
Lo dicho, es un enfermo del fútbol, pensé, ya perdiendo interés.
Se dio cuenta.
-De Boca Juniors.
-Sos preciosa.
Me dice de repente, acercándose a mis labios.
Se queda a mitad de camino.
-¿Bailamos?
La música ahora es lenta, juro que dejé de escucharla desde hace un montón.
Bailamos pegados, demasiado pegados.
Él también me mira mostrándose muy atraído por mí.
Se inclinó hacia mí, bastante, yo mido 1,65, aunque tengo tacos altos y parezco más alta, eso supongo que también se debe porque soy flaquita, de contextura bastante delgada.
Yo también me la puedo dar de linda, mi cola llama la atención de muchos hombres, todo el tiempo me están diciendo piropos y también groserías sobre ella, no es que sea culona, solo tengo una linda cola y me visto llamativa, como ahora.
Tengo puesto unos pantalones blancos, ajustados, que llaman mucho la atención, mi busto es normal pero también lo aprendí a lucir, tengo un top apenas debajo del busto, bastante transparente, que me hace lucir muy seductora.
Y sé que soy hermosa, soy rubia, tirando apenas a ceniza no, no soy teñida, mi rubio es natural, en verano es más ceniza, porque se me aclara por el sol y en invierno se me oscurece un poco.
Soy de piel blanca, aunque luzco bronceada todo el verano.
Soy bonita, mucho y lo sé.
Me besa mientras bailamos y le devuelvo el beso.
¡Me acabo de enamorar!
Bueno a lo mejor no lo vuelvo a ver y dentro de unas semanas es solo un recuerdo.
Por Cristian
Por fin tengo un sábado libre, necesito despejarme, me encantaría salir todos los sábados a la noche, como no, tengo 23 años.
Mi trabajo me lo impide, soy futbolista, sí, tengo el sueño cumplido de millones de chicos que sueñan con llegar a jugar profesionalmente.
¡Que te paguen y muy bien, por jugar a la pelota!
Claro que es mucho más que eso.
Es entrenar todos los días, cuidarte con las comidas, no tomar alcohol, salvo muy de vez en cuando alguna cerveza, levantarme temprano y estar concentrado cuando la circunstancias lo requieren.
Ya sé, hay jugadores que hacen cualquiera.
También están los crack como el mismísimo Diego Maradona, que tiene serios problemas con las adicciones, pero de todos modos él es único, es de otro planeta, el mejor jugador del mundo y en la cancha no va a haber nunca uno igual y a pesar de todo, era una persona increíble, generoso como pocos, tiene la admiración y el cariño de todo el mundo.
Es mi Dios, como dice una de mis canciones favoritas y no es que me guste ese género musical, no, no me gusta, pero esa canción empieza diciendo...
En una villa nació y al mejor del mundo llegó...
Ya está su vida resumida.
Muchos futbolistas son de clase baja, con apenas la escuela primaria terminada. No es mi caso.
Soy de clase media y estudié una carrera terciaria, kinesiología, también aprobé varias materias de medicina, no seguí medicina porque no me da el tiempo.
Entré a la discoteca y vi a la mujer de mis sueños, justo un amigo me habló y la perdí de vista.
Pasa un rato y no la veo.
Los chicos se quedan en una esquina de la barra que estaba en la parte de atrás, había una barra del otro lado, no conozco mucho el lugar, esta debe ser la segunda o tercera vez que vengo en 3 años...
Alguna vez hemos ido a alguna otra discoteca.
Esta, particularmente me encanta.
Doy una vuelta por el lugar, la estoy buscando, cuando la veo bailar sola, es decir, sin pareja, estaba bailando con unas amigas, inventando un paso de baile, o algo así.
Eran 4 chicas.
Todas eran muy hermosas, pero ninguna lo era tanto como ella.
Llamaba la atención de muchos hombres que se acercaban para sacarla a bailar, todos volvían, por donde venían.
Una de sus amigas salta a los brazos de un chico, debía ser el novio.
Otra le hace una seña y supongo que va a toilette.
Si me acerco ahora, a lo mejor no quiere bailar conmigo por no dejar sola a su amiga, cuando un chico y una chica se les acercan y mi musa, porque juro que nunca voy a ver a otra mujer más bella, queda a un costado, no parece integrada en la conversación.
Hace 45 minutos que la estoy observando.
Me acerco y le digo.
-Cuando llegues esta noche a tu casa felicitá a tus padres.
¿Será muy cliché? Me pregunto.
Pero ella me responde.
Bailamos y charlamos toda la noche, tiene 18 años y está empezando la carrera de psicología.
La besé cuando bailábamos lentos y mis manos se fueron a su cola, me moría por acariciarla desde que la ví.
Me paró en seco y se separó.
-No te confundas.
Me dice.
-Te estaría besando toda la noche, sos hermoso, de un atractivo salvaje y podés tener a cualquier chica de aca.
Todas se están babeando por vos, pero tus manitos quietitas, recién te conozco.
Si, tiene razón, pero yo ya me la imaginé desnuda y en mi cama y gimiendo mientras grita mi nombre...
Por otro lado, justo que se separó de mí, mi amiguito se estaba despertando y si no íbamos a terminar juntos esa noche, iba a ser muy incómodo para mí.
No volví a ver a mis amigos en toda la noche, me encanta ésta mujer.
Al terminar la noche la llevé hasta su casa, en mi auto no podía dejar de besarla, ella me frenó varias veces, porque se me iban las manos por todo su delicioso cuerpo, mi pene estaba tan duro que me dolía, nunca me pasó, que una chica me diga que no, entre mi facha, sé que la tengo, y siendo futbolista profesional, las mujeres se tiraban a mis pies y ella, que es la más hermosa que vi en mi vida, me ponía frenos.
-Dame tu número de teléfono.
-Bueno, agendame.
-Nena, nunca deseé tanto a una mujer...podemos ir a algún lugar, para estar juntos.
-Yo no me acuesto con alguien cuando recién lo conozco, de hecho, solo me acosté con un solo chico, mi ex novio, salimos un año.
-¿Por qué se pelearon?
-Porque lo vi con otra chica, no soporto las infidelidades, es algo que no perdono jamás.
Trago saliva, porque de verdad quería salir con ésta chica, pero como hoy no pasó nada, estaba pensando en desahogarme con alguna botinera de las que siempre me rodean.
-Creo que me estoy enamorando de vos y sucedió apenas te vi, yo...nunca te sería infiel.
-Vos también me gustás, creo que también me enamoré.
La besé con muchas ganas y pude meter una mano por debajo de su top, le acaricié su pecho, jugué con sus pezones, me llevó a otra dimensión, eran los más suaves que había tocado, quise chuparlos, pero recibí de nuevo una negativa.
Yo estoy a mil y quiero tener sexo y con ésta diosa, no con algunas de las chicas que están siempre dispuestas.
Nos besamos un poco más dentro de mi auto, ya estaba casi amaneciendo.
Melina tenía que entrar a su casa, sus padres se levantan temprano y no querían que la encuentren besándose con un desconocido dentro de un auto.
Fuí hasta casa, sin buscar a ninguna chica, vivo con mis padres, pero tengo mi departamento, un piso en una zona exclusiva, aunque cerca del club donde juego.
Muchas veces me quedo en el departamento, aunque eso lo hago cuando estoy acompañado, que es demasiado seguido, claro, eso sucede cuando no estoy concentrado.
Llegué a casa y lo primero que hice fue mandarle un mensaje, para que le quede mi número registrado.
No sé demasiado de ella, me gustaría saberlo todo, pero nos pasamos la noche besándonos.
Nunca me había pasado algo así, porque siempre salía lo suficientemente temprano de la disco, con alguna chica y terminaba en mi departamento, o en un hotel alojamiento.
Estaba muy excitado e hice algo que no hacía desde mis 14 o 15 años.
Me masturbé pensando en ella, no logré ni besarle los pechos, a pesar que sé lo excitada que estaba y lo atraída que se sentía por mí.
Al medio día cuando me levanté, mis padres no podían creer que un domingo que tenía libre, amaneciera en mi casa, bueno en su casa.
-¿Se te cortó la racha ganadora?
Me carga mi hermano, tiene 20 años y él, sí está estudiando medicina, por lo que nos vemos poco, pero somos muy unidos, tiene llave de mi departamento y lo usa cuando tiene su oportunidad, que en general son los sábados a la noche que yo suelo estar concentrado.
Se parece a mí, pero tiene el cabello más claro, de un castaño claro y sus ojos son parecidos a los míos, es muy fachero el chico.
-Conocí al amor de mi vida.
Le digo en un tono serio.
Comenzó a reírse a carcajadas.
-Claro y por eso estás acá.
-No quiso coger porque recién nos conocíamos.
Veo a mi madre en la puerta de la cocina, estaba escuchando nuestra conversación, no de metida, simplemente llegó y no quiso interrumpirnos.
-Entonces me gusta esa chica.
Dijo mi madre con una sonrisa.
-A mí me gusta más, pero la voy a convencer hoy.
-¿Hoy la vas a ver?
Pregunta mi hermano, muy asombrado.
Yo no veía a la misma chica dos días seguidos, jamás, si era ocasional no repetía, ni las llamaba y si eran las botineras, que también son ocasionales, repetía, porque están siempre rondando los vestuarios y si hacemos fiestas suelen estar.
Pero de algunas no recuerdo ni su nombre y de ninguna sé nada personal.
Son las 2 y media de la tarde y terminamos de almorzar con mis padres, mi hermano ya está en su habitación estudiando.
La llamo, no puedo dejar de pensar en ella.
Quedamos que la pasaba a buscar a las 4 de la tarde por su casa.
Edith no podía entender por qué su marido, su gran amor, se había suicidado, ella nunca creyó que él podría tomar semejante decisión. Se encontró sola, teniendo que hacer frente a gastos que no tenía cómo cubrir y no quería despojar a su hijo de la casa en donde había crecido, venderla no era una opción. Cuando una amiga le propuso bailar en el club de strippers de más categoría de la ciudad, luego de dudarlo, aceptó, saldría al escenario camuflada y nadie sabría quién era ella. Lejos quedó la dama de alta sociedad que un día había sido, aunque su belleza y elegancia resaltaba entre miles de mujeres. Ella sólo quería que su hijo ingrese a la facultad y tenga una vida digna. Todo se complicó, cuando el jefe de su hijo, uno de los hombres más importantes de la ciudad, descubrió su verdadera identidad.
El amor entre ellos surgió como por arte de magia, ambos eran médicos y la mejor amiga de la bella doctora era cuñada de Ramiro, ellos estaban compartiendo sus vacaciones. Era tan profundo lo que ellos sentían, que pensaban que al volver a su país, estaban en una pequeña ciudad cerca de la frontera, pronto se casarían y estarían unidos para siempre. De pronto el mundo cambió, tuvo lugar la pandemia del COVID, se cerraron las fronteras y ambos quedaron atrapados en el país vecino, decidieron colaborar en la clínica de la pequeña ciudad. Rocío terminó por contagiarse de ese cruel virus, que arrasó con media ciudad. La tuvieron que intubar, y aunque Ramiro quería quedarse a su lado todo el tiempo, los casos se multiplicaban y tenía que atenderlos. Una enfermera, que siempre estuvo celosa de la bella médica, dejó de suministrarle los medicamentos, en lugar de empeorar, Rocío recuperaba de a ratos la conciencia, en un momento Rocío tuvo una pequeña arritmia, un pequeño preinfarto, Charo, la enfermera, se apresuró a desconectarla, diciendo que había fallecido, amenazando a los médicos residentes, inventando que tenía un romance con Ramiro, que era el médico más importante, logró que metieran el cuerpo de Rocío en una bolso mortuoria, sin avisarle a él. Rocío logró recuperarse y con ayuda del destino, pudo salir de la bolsa mortuoria y de la ambulancia llena de cadáveres. Luego de esconderse en la que fuera la casa de sus padres, volvió a Argentina, el médico de la clínica en donde ella trabajaba, la acogió, protegió y le propuso matrimonio, ya que siempre estuvo enamorada de ella. Por agradecimiento, aceptó la propuesta, ya que sólo confiaba en él, un año después su esposo, fallece de cáncer, dejándole como herencia sus clínicas y una cuantiosa fortuna.
Tenía 6 años cuando en la puerta de mi casa apareció una mujer con una niña de mi edad, diciendo que esa pequeña también era hija de mi padre. Recuerdo a mi madre llorar y subirnos a su auto, luego de viajar un rato, el auto comenzó a hacer trompos y volcamos, mi mamá falleció en ese accidente, aún siento las lágrimas de mi papá al rescatarme de entre los fierros retorcidos. Esa mujer se instaló en mi casa, haciendo de mi vida un infierno inimaginable, luego de unos años, ellos se casaron y Rosie, mi media hermana, pasó a llevar mi mismo apellido, si su madre me torturaba ella fue la alumna que superó a la maestra. Intentó ahogarme cuando tenía 15 años, y a mis 19, organizó un plan para que me violaran. Mi padre falleció de una enfermedad terminal, casi en la ruina. Yo me quedé sola, sintiéndome culpable de su muerte, prácticamente en la calle, con un ser en mis entrañas y sin saber quién era su padre, pero… mi progenitor siempre estuvo mil pasos adelante, nada es lo que parece y cada cuál tiene su merecido.
Cuando Gonzalo, un importante ceo, tan atractivo como egoísta, abandona a Elizabeth, su bella, sensual y fina esposa, sin importarle que ella tenga un embarazo de 8 meses y que su hijo de 5 años, vaya a sufrir por su ausencia, no se imagina jamás lo caro que le va a costar su capricho, porque sí, él se había encaprichado con una mujer que se cruzó en su camino en el momento en que Elizabeth tenía que hacer reposo absoluto por su embarazo. No tarda en darse cuenta de su equivocación, pero su orgullo, sumado a su estupidez, le impiden acercarse a su familia y pedir perdón, más tarde todo se vuelve en su contra y tiene la sensación que nunca va a remendar el desastre que provocó con sus acciones.
Todo se complica cuando la competencia de dos mujeres va más allá de lo estipulado y pasan ciertos límites cruzando las fronteras permitidas, sin embargo ellas no son las únicas que compiten, también lo hacen los dos primos, que terminan exponiendo situaciones y exponiendolas a ellas, quienes son señaladas por la sociedad, sin embargo, ellos pretenden luchar hasta las últimas consecuencias para lograr limpiar el nombre de las dos bellas muchachas, no obstante, los celos y la venganza, separan a las dos parejas que finalmente se formaron.
Me enamoré profundamente de Agustín, sin embargo él ponía una distancia enorme entre nosotros, su excusa era que soy menor de edad y que me lleva 12 años, pero yo no bajé los brazos, lo iba a conquistar a cualquier precio. Sabía que me deseaba, eso lo veía en sus ojos, por lo que decidí acorralarlo cada vez que tuve la oportunidad. Cuando cumplí 18 años, todo cambió, tuve su amor incondicional, sin embargo nunca pensé que tendría que ser yo, la que con mucho dolor, lo abandonaría. * En Argentina se llama pendeja/jo a Mujer/hombre muy joven o adolescente, puede ser despectiva o cariñosamente. *La historia de Any comienza en Mi primer amor, Ivana y Willy.
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
Todo el mundo pensaba que Lorenzo quería de verdad a Gracie, hasta el día de la operación de corazón de su hija. Para sorpresa de Gracie, Lorenzo donó el preciado órgano que necesitaba su hija a otra mujer. Desolada, Gracie optó por el divorcio. Impulsada por su necesidad de venganza, Gracie se unió al tío de Lorenzo, Waylon, y orquestó la caída de Lorenzo. Al final, este se quedó sin nada. Consumido por el remordimiento, él suplicó por una reconciliación. Gracie pensó que era libre de seguir adelante con su vida, pero Waylon la retuvo con un abrazo. "¿Pensaste que podías abandonarme?".
Anoche pasé una noche erótica con un desconocido en un bar. No soy una mujer al azar. Hice esto porque estaba muy triste ayer. El novio que había estado enamorado de mí durante tres años me dejó y se casó rápidamente con una chica rica. Aunque actúo como si nada hubiera pasado delante de mis amigos, estoy muy triste. Para aliviar mi estado de ánimo, fui solo al bar y me emborraché. Accidentalmente, me encontré con él. Él es más que atractivo e increíblemente sexy. Como el deseo controlaba mi mente, tuve una aventura de una noche con él. Cuando decidí olvidarme de todo y seguir adelante, descubrí que mi aventura de una noche se convirtió en mi nuevo jefe. Un tipo posesivo.
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Un repentino giro del destino conectó a Helena con una persona prominente e influyente. A los ojos de los demás, parecía una tonta ingenua. En realidad, era una especialista de alto nivel, envuelta en capas de identidades ocultas. Charlie declaró: "Es bastante delicada y se hiere con facilidad. Si la traicionas, me traicionas a mí". Las familias de élite, vencidas por la destreza de Helena, le ocultaron estas verdades. Helena finalmente se liberó del control de Charlie, quien empezó a perseguirla en todo el mundo. Para él, ella era un pájaro de alas deslumbrantes, y su objetivo era ayudarla a alcanzar nuevas alturas.
Johanna Suárez, una mujer mexicana de espíritu libre y apasionado, conoció a Kim Ji-Sam, un hombre coreano reservado y misterioso, en un desfile de modas en Seúl. Desde el primer momento, hubo una conexión innegable entre ellos, una chispa que encendió un amor prohibido debido a sus diferencias culturales y las expectativas de sus familias. Johanna, con su cabello café y rizado, y ojos llenos de vida, era una mujer que irradiaba calidez y alegría. Sin importar su pasado. Provenía de una familia tradicional mexicana, donde la familia y la comunidad eran el centro de todo. En contraste, Kim Ji-Sam, con su porte elegante y mirada profunda, venía de una familia coreana estricta y conservadora, donde el honor y la disciplina eran fundamentales. Su mundo era uno de sobriedad y formalidad, donde las emociones se mantenían bajo control. A pesar de sus diferencias, Johanna y Ji-Sam se encontraron atraídos el uno al otro de una manera que no podían explicar.