-No... -susurra Sol con dolor, su mano se posa sobre su pecho como si buscara calmar el latido desbocado de su corazón, pero la comprensión parece escaparse de ella. -Lo lamento, Sol -la voz del hombre resuena grave. -¿Por qué no me lo dijiste? -pregunta Sol con una angustia que le oprime el pecho, y se deja caer de rodillas ante él.-¡Era tu esposa! Tenemos una hija... ¡No! -Yo... no sabía cómo hacerlo. Temía que... que no me recordaras, Sol. Y el doctor no lo recomendaba... y... -murmura con la voz quebrada, y Sol sacude la cabeza con incredulidad antes de levantarse. -No quiero... -susurra, tragando el aire con dificultad antes de reunir el valor para decirlo en voz alta. -No quiero volver a verte... nunca más. -¡Sol! ¡Por favor, Sol! -grita el hombre.
En medio de la plaza, Sol se encuentra paralizada al ver al hombre frente a ella. Cada fibra de su ser se estremece, y el peso de los recuerdos regresa con una fuerza abrumadora, llenándola de un miedo profundo. Sus labios se tensan bajo su mordida, intentando contener el torrente de emociones que amenaza con desbordarse. Un mareo repentino la obliga a buscar apoyo para no caer.
-No... -susurra Sol con dolor, su mano se posa sobre su pecho como si buscara calmar el latido desbocado de su corazón, pero la comprensión parece escaparse de ella.
-Lo lamento, Sol -la voz del hombre resuena grave, teñida de arrepentimiento, mientras sus ojos reflejan un remordimiento profundo.
-¿Por qué no me lo dijiste? -pregunta Sol con una angustia que le oprime el pecho, y se deja caer de rodillas ante él. Sus lágrimas amenazan con desbordarse, y él, con la mirada baja, intenta en vano secarlas. -¡Era tu esposa!
-Yo... no sabía cómo hacerlo. Temía que... que no me recordaras, Sol. Y el doctor no lo recomendaba... y... -murmura con la voz quebrada, y Sol sacude la cabeza con incredulidad antes de levantarse.
-No quiero... -susurra, tragando el aire con dificultad antes de reunir el valor para decirlo en voz alta. -No quiero volver a verte... nunca más.
-¡Sol! ¡Por favor, Sol! -grita el hombre, su voz cargada de un dolor que se remonta a un tiempo que ya no es presente, un anhelo que se desvanece entre las palabras no dichas.
Capítulo 1
Sol.
En ese pequeño lapso, pensaba que la vida consistía en matices diferentes de colores. Algunos días, veo colores muy blancos y amarillos. Pero otros; el color gris y negro abunda. Y eso es parte de la vida. Y a veces, tengo ganas de no levantarme y que se joda todo. Ni siquiera chocolate tengo... Ay chocolate.
¿Cuándo volverás a mí vida? ¿Por qué sales tan costoso?
Vuen... ¡Mierda! Casi escribo la palabra "bueno con v", sigamos con mi relato.
A veces siento, algo falta en mi mente. Una laguna en blanco, donde no puedo cruzar de una orilla a la otra. También tengo sueños. Sueños raros, recuerdos de un amor que no consigo recordar. Lo veo un sinfín de veces, como si fuera una película de blanco y negro. Y sí, con la pobreza que me cargo podría ser perfectamente así. Creo que al no tener el cable, prefiero imaginar historias.
Estoy demasiado pobre, para comprar un libro y... demasiado millonaria para imaginar miles de historias en mi mente.
Me encuentro llegando a la plaza. Es mí refugio, me encanta venir con mi perrito Roco. Al mismo, le falta una pierna. Producto de un accidente, lo atropellaron y quedó mal, tuvieron que amputarle la pierna derecha. Pero... eso no lo detiene para robarse las cosas de los demás, sí. Es un perro travieso, pero es la mejor compañía que alguien como yo, podría tener.
A lo lejos, lo veo. Al chico misterioso.
¡Está demasiado bueno!
No sé su nombre, tampoco su edad. Mi único conocimiento sobre él, su amor por los libros. Siempre llego a las ocho menos cuarto, él siempre se encuentra sentado debajo del árbol. Siento que una parte de nosotros, está conectada para llegar siempre a este sitio.
Vendría más temprano, pero trabajo. En una cafetería cerca de aquí, ofrece unas tortas fritas buenísimas. Argentina, es el país del mate, dulce de leche y el fernet.
-¡Oye! –exclamo, al sentir un golpe, pronto veo el suelo cerca de mí. La rodilla, impacta con las pequeñas piedras, causándome dolor. Hago una mueca, veo a lo lejos a un sujeto corriendo y la soga de mi cartera colgando.
-¡Mierda! –exclamo, con los ojos llorosos. Me pongo de pie, creo que me voy a desmayar. Voy cojeando, mientras Roco me mira con aburrimiento. Lo dejo ir, parece estar más interesado en orinar el pie de un árbol. Suspiro, llego justo al banco más próximo.
Soplo algo complicada la zona, al doblar la rodilla me duele. Lo que faltaba, ni curitas para curarme tengo. Así es mi nivel de pobreza, tendré que usar el papel higiénico de casa; parece más una lija que un suave papel para el trasero.
¡Lo bueno es que deja la zona bien limpia!
-Te vez pésima –comenta una voz desconocida ¿O enserio?, al girarme me encuentro con unos ojos verdes observando mi herida; tiene el ceño fruncido y los labios fruncidos.
-Oh, ¿gracias? –pregunto con una mueca, ruedo los ojos e intento ponerme de pie. –Mierda, duele –comento con una mueca y suspiro.
-Espera... -anuncia, se gira y busca algo en una mochila color negro a su lado. Vuelve al frente, y me rocía con algo. Espero el dolor, cierro los ojos pero no llega.
Luego, envuelve la herida con una venda. Hago una mueca, pero es sumamente cuidadoso. Envuelve con paciencia el área de la pierna, y estiro no me aprieta.
-Eres bueno... -confieso y el asiente –gracias... ¿siempre tienes todas estas cosas contigo?–pregunto con una ceja levantada. -Eres una farmacia con pies -mierda, quiero darme un cachetazo mental por la estupidez que acabo de decir.
-Sí, hay que estar preparado por las dudas.
-Me duele... -protesto, para que me analice. Aún siento el calor de sus manos sobre mi piel, mis mejillas se volvieron rojas.
-Te han pasado cosas peores –contesta, dejando desconcertada.
-¿Qué? ¿De qué hablas? Da igual –contesto confusa ¿Tanta cara de mala suerte tengo? Este tipo ya sabe que la desgracia me persigue "voz de Homero"–Gracias por tu ayuda.
Comento con felicidad y entusiasmo, levanto ambos pulgares, le ofrezco una gran sonrisa; me mira aterrado ¿no me lavé los dientes? Quiero ponerme de pie, hago una mueca. El chico, no se mueve. No le debe interesar mi malestar.
Me marcho, llamo a Rocco quien aparece enseguida. Y si, por suerte no le robó nada a nadie y no tenemos a una persona enojada frente a nosotros.
Isabella, una joven inocente, se ve envuelta en una apuesta con el seductor caballero Alejandro. Si gana, Alejandro la protegerá y la cuidará. Si pierde, ella perderá su virginidad a los ojos de Alejandro.
Observé de reojo al joven que estaba a unos metros delante de mí, Eric. Era el hijo de mi mejor amiga, Laura. Suspiré bajando la vista, pero no pude evitar verle. Ultimamente, para ser sincera podía llegar a jurar que el chico, se veía mas atractivo que antes. A sus veinte años, parecía un hombre sacado de una revista para mujeres maduras. Mis mejillas se tornaron rojas, y tuve que sostener con fuerza mi vestido. Mis ojos se volvieron frágiles ante la imagen que tenía frente a mí. Cuando flexionó sus brazos para sonreírle a mi hija, sentí un nudo extraño en mi garganta. Olivia, tenía la misma edad que Eric. Laura, me pasó un mate y desperté de la ensoñación, de observar la sonrisa de su hijo. -¿Estás bien? –cuestionó bajo una mirada intimidante, asentí enfocando mi vista a los dos. Eric, rodeaba en un abrazo a Olivia, tragué saliva en seco –son adorables. -Lo son –comenté sin titubear, si tan solo un solo sonido de mi voz sonaba insegura, Laura se tiraría sobre mí como una gacela. La conocía demasiado bien para saber que era curiosa, en demasía. -Entonces... ¿saldrás con el ingeniero? –su pregunta, provocó que mi concentración volviera a ella. Suspiré asintiendo, ¿qué le podría decir? De todos modos, ya era demasiado extraño que quisiera quedarme con su hijo en la ciudad. Yo tenía una casa en la capital, y me había ofrecido para que él fuera a vivir allí una temporada, incluso Laura fuera para hacerme compañía. No pretendía comenzar a mirar a Eric con otros ojos.
Una enfermera encuentra a una niña congelada en el exterior de su hospital y la rescata. Después de atenderla, descubre que la pequeña tiene un don mágico que le permite curar heridas y predecir el futuro. La niña la lleva a su manada, y se desarrolla una tensa relación con su cruel padre, el Rey de la Manada.
Unidos por un matrimonio arreglado, Lina y Mateo se encontraron por primera vez en la noche de su boda. Sin embargo, Mateo sólo tenía ojos para su herencia y no para Lina, y la abandonó en cuanto obtuvo lo que buscaba: cuatrillizas. Cinco años después, un anciano de la familia empieza a sospechar que los dos no están enamorados, ejecuta un plan para arruinar la herencia de Mateo si no puede demostrar su amor a Lina. Con la presión de los dos lados de la familia, Mateo hace una propuesta arriesgada a Lina: fingirán ser amantes y recuperarán la herencia. Pero el destino tiene otros planos, y mientras más tiempo pasan juntos, más difícil es ocultar sus secretos y, aún más importante, el creciente amor que los une.
Kiara despierta en una carcel, había sigo secuestrada por unos desconocidos. Esperando no encontrar el peor amo, alguien la salva, un hombre lobo cuyo nombre es Alexander. Emilia, hermana de Alexander descubre que Kiara es su pareja, al parecer reencarnada en una humana. Pero él se niega a creer eso. Ella la cura y le borra la memoria. Vuelve a su vida normal ya la universidad, encontrándose aun profesor muy sensual, Alexander.
Liam, un joven ambicioso y decidido, está a punto de perder su empresa. Cuando se entera de que podría salvarla casándose con la hija de su padre empresario, decide aceptar la oferta. Pero, a medida que conoce a Elena, una joven inteligente y atractiva, empieza a sentir una atracción inesperada por ella. Al mismo tiempo, Elena siente que la relación se está poniendo más profunda, y se pregunta si Liam siente lo mismo que ella. ¿Qué ocurrirá si Elena descubre la verdad sobre el contrato? ¿Y sí Liam, se entera el secreto de Elena? ¿Se perdonarán?
Cuando eran niños, Derek le salvó la vida a Norah. Años más tarde, Derek quedó en estado vegetativo tras un accidente automovilístico y Norah se casó con él sin pensarlo dos veces. Con sus conocimientos médicos, incluso lo curó. Durante dos años, Norah amó a su marido con todo su corazón, esperando poder devolverle su bondad. Pero cuando volvió su primer amor, él pidió el divorcio. Sin dudarlo, ella estuvo de acuerdo. Lo que pocas personas sabían es que ella, etiquetada como "abandonada", era en realidad una piloto de carreras, una famosa diseñadora, una genio hacker y una reconocida doctora. Lamentando su decisión, Derek le pidió perdón a Norah. De repente, apareció un encantador CEO, abrazó a Norah y le dijo: "¡Aléjate de mi esposa!". Sorprendida, Norah soltó: "¿Qué?".
Pensé que mi matrimonio podría seguir adelante. El amor platónico también era amor, ¿sí? Pero, estaba totalmente equivocada. Resultó que mi marido no tenía nada malo de cuerpo, todo esto solo porque no fui de su gusto. Conmigo, era un hombre anormal en la cama. Pero con mi madre, ¡podría hacer todo lo que ella deseaba! Y el día, ¡los encontré en la cama juntos! Sin querer afrontar a ellos, decidí saltar del puente. Pero un desconocido me impidió, y me ofreció una propuesta especial. Y yo la acepté, y le entregó mi primera vez por capricho. Después de una noche loca, hui de su casa pensando que nunca volvería a encontrarnos. Luego fui a la fiesta de compromiso de mi tía, y ella hizo alarde de su fiancé frente a mí. Pero este era el mismo desconocido que pasó la noche conmigo. ¡¿Y él pronto sería mi tío político?!
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. La mujer que Pierce nunca podría olvidar incluso si ya hubiera acordado casarse con Kelly. *** Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. *** Dado que su amistad se había convertido en una jaula, Kelly decidió dejarlo en libertad, así como a la miserable misma. Pero ¿por qué entonces fue Pierce quien se negó a seguir adelante? Para empeorar las cosas, su diabólico hermanastro también intervino de manera dominante al mismo tiempo, pidiéndole que fuera suya. *** ¿Su príncipe azul contra su hermanastro diabólico? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio?
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
¿Qué esperas de tu cumpleaños? ¿Dinero? ¿Joyería? ¿U otras cosas? Lo que sea, pero por lo menos debe ser un día maravilloso. Lola Li, una mujer linda, encantadora e inteligente, graduada en la comunicación audiovisual a una edad muy temprana. Todo el mundo pensaba que Lola tendría un futuro muy prometedor pero las cosas no salieron como se esperaba. Su fiesta de cumpleaños de 22 años fue una pesadilla para ella. Cuando terminó su fiesta de cumpleaños, su mejor amiga la traicionó, su novio la abandonó y su familia se arruinó por completo. Cuando se despertó al día siguiente, Lola se encontraba tumbada en la cama de una habitación de hotel. Con el corazón acelerado, solo podía recordar vagamente a un hombre extraño con el que estaba anoche. ¿Había venido para salvarla? O, ¿era un demonio que lo estaba persiguiendo?