María Eduarda Montez Deocca despierta de un coma de casi un año para descubrir que ha sido abandonada por todos durante este tiempo. Decidida a sorprender a su marido, a quien dedicó su vida, se topa con una impactante revelación: tal vez durante años había sido engañada por él y su mejor amiga, una de las personas en las que más confiaba. Sintiéndose sola y frágil, decide ir a un bar para ahogar sus penas, pensando que beber una dosis de amor propio sería la cura para su corazón roto. Dispuesta a vengarse de su marido, María Eduarda se acuesta con el primer hombre que conoce. Simplemente no esperaba que ese encuentro inesperado cambiara su destino. Después de todo, ¿ese extraño CEO lleno de secretos y dueño de los ojos más hermosos que jamás había visto fue su salvación o su ruina? ¿Aceptaría ser "la otra", aunque viera cuánto le dolía? En medio de una red de conspiraciones que llevaron a la ruina económica y emocional de su abuelo, María Eduarda se encuentra en un punto muerto entre vengarse de todos o aprovechar la segunda oportunidad que le dio la vida e intentar ser feliz. En un escenario de mentiras, intrigas y ambiciones, descubre que, incluso en medio del caos, el amor verdadero y la amistad genuina pueden surgir de las situaciones más inverosímiles.
Escuché un sonido continuo, que parecía estar dentro de mi cerebro. Quería abrir los ojos, pero no pude. Sentí que mis párpados tenían problemas para moverse. Con gran esfuerzo, finalmente abrí los ojos. La luz me perturbó profundamente.
Varias personas corrieron hacia mí diciendo cosas que no podía entender. Todos vestían ropas azules y su cabello estaba cubierto por gorros hechos de la misma tela.
-Llame a la Dra. Adams... Encuéntrela, esté donde esté - ordenó una de las mujeres.
Empecé a moverme y me di cuenta de que había varios tipos de cables que me impedían moverme.
Intenté identificar dónde estaba, pero mi cabeza seguía extrañada... Y no podía conectar mis pensamientos correctamente.
- Latido del corazón normal... Presión normalizada. - Escuché a una de las mujeres a mi lado hablar mientras observaba las máquinas que brillaban y emitían chirridos que eran como si vivieran dentro de mi cerebro.
Logré mover la cabeza hacia un lado e identifiqué el ambiente en el que me encontraba: un hospital.
¿Qué estaba haciendo en un hospital? ¿Que podría haber pasado?
Una mujer se acercó rápidamente, haciendo que todos se alejaran. Volvió a comprobar todos mis carteles y preguntó:
- ¿Puede oírme, señora Montez Deocca?
"Montez Deocca"... Inmediatamente me acordé de Andress. Y yo estaba aún más confundido:
- ¿Me casé con Andress? - cuestioné, encontrando extraño el sonido de mi propia voz.
-¿Andrés Montez Deocca? - Su voz era suave y acompañada de una sonrisa: - Sí, es tu marido.
Sonreí cuando recordé a Andress. Quizás no pueda recordar nuestra boda, pero en mi mente quedó vívido el momento en que me pidió la mano, cuando todavía tenía 9 años, en el patio de comidas del centro comercial.
- ¿Puede decirme cómo se siente, señora Montez Deocca?
- Yo... me siento bien - dije - pero un poco confundida... Como si mi mente no pudiera recordar mucho. ¿Como llegué aqui?
El médico se volvió y habló con alguien:
- Los signos vitales están perfectamente bien. Programe todos los exámenes necesarios y tan pronto como estén listos, la quiero sola en una habitación.
- Puede dejarlo, doctor.
-¿Recuerdas algo? - Ella quiere saber.
Negué con la cabeza:
- Sólo recuerdo a Andress... Su olor, su sabor, su piel...
- Seguramente poco a poco irás recordando otras cosas, no te preocupes. Esta confusión es normal.
- ¿Qué sucedió?
- Te despertaste de un coma profundo.
Volví a mirar a mi alrededor, oliendo el olor a productos de limpieza mezclados con alcohol, característico de las zonas hospitalarias.
- ¿Una coma? - Parece que mi mente se ha vuelto aún más perturbada.
- Sé que quiere saber muchas cosas, señora Montez Deocca. Y es normal. Resulta que primero debemos comprobar cómo va realmente la situación y si ha habido consecuencias. Luego nos centraremos en tu memoria. - Tocó mi mano con cariño. - Aquí estaré para lo que necesites. Mi turno estaba llegando a su fin – sonrió – pero ya llevamos juntos prácticamente un año. Entonces no me perdería tu despertar por nada del mundo. Sólo volveré a casa cuando esté seguro de que no hay heridas ni daños permanentes... Porque la forma en que despertaste es casi inexplicable.
La mujer se iba cuando tomé su mano, sintiendo su piel ligeramente seca:
- ¿Como se llama?
- Soy el Dr. Adams, neurocirujano. Pero puedes llamarme Verbena... - Con su mano libre utilizó uno de sus dedos para acariciar mi frente. - Me alegro mucho de que hayas vuelto.
- Gracias.
Ella lentamente quitó mi mano de la suya y se iba cuando le pregunté:
- ¿Y Andrés?
Parecía un poco vacilante al responder:
- Como dije, primero vayamos a los exámenes.
- Él... Él está bien, ¿no?
- Sí, Andress Montez Deocca está bien - confirmó, haciendo que mi corazón sintiera un alivio absurdo.
Cerré los ojos, aunque con dificultad debido a la luz que aún me perturbaba. Y en mi mente sólo apareció la imagen de Andress... El rostro terso, los ojos claros, generalmente a juego con la ropa azul, su color favorito. Su cabello siempre estaba limpio y bien peinado, un castaño claro común, pero le parecía especial, como si nadie luciera más perfecto en ese tono. Los labios de mi Andress eran suaves y sus besos dulces y gentiles.
Aún sin mucha noción del tiempo, ya sea contando horas o incluso días, me encontré realizando innumerables exámenes, que algunos ni siquiera sabían que existían.
La doctora Verbena Adams venía a verme todos los días. Pronto comencé a recibir visitas de un Psicólogo y otros médicos especialistas. Cada uno cuidaba una parte de mí: cerebro, cuerpo, órganos internos... Y parecía que todo estaba bien, menos mi mente, que no me traía nada más que Andress.
Me trasladaron a una habitación y en cuanto estuve sola en la habitación, me senté sola por primera vez, sin necesitar la ayuda de nadie. Y no me sentí cansado. Simplemente orgulloso de mí mismo.
Comí la primera comida normal y llegué a la conclusión de que podía repetirla, ya que todavía tenía hambre, cosa que me negaron. "Ir poco a poco" fue la orden de la nutricionista.
Estaba sentado, mirando la gigantesca pared blanca mientras las imágenes comenzaban a llenar mi mente.
Se abrió la puerta y entró el doctor Verbena, con esa sonrisa radiante de siempre.
Era negra, alta y sus labios carnosos estaban siempre abiertos en una sonrisa contagiosa que dejaba ver sus dientes blancos y completamente rectos. A pesar del olor del hospital, podía olerla. Y no era perfume. Era un jabón floral, con notas que recuerdan al jazmín. Y aunque estaba absolutamente seguro de que nunca había visto a esa mujer en mi vida, era como si la hubiera olido toda mi vida.
- ¿Como se siente?
- Bien muy bien.
-Ha pasado una semana.
Entrecerré los ojos, confundido:
- Tú... ¿No deberías haber informado a mi familia? ¿Dónde están? ¿Por qué Andress no vino a verme? ¿Lo que le sucedió?
Tenía tantas preguntas pero ninguna respuesta.
- Yo... intentaré explicarte lo que pasó... - Parecía vacilante. - Pero quiero que te quedes tranquilo, ¿vale?
- Ok... - Sentí que mi corazón se aceleraba, asustada de que algo le hubiera pasado a Andress.
- Llegaste aquí al hospital después de ahogarte.
Él es un sacerdote venerado e idolatrado por el pueblo de Machia porque es descendiente de un rey que vivió allí hace siglos. Ella es la heredera de uno de los políticos más ricos y poderosos del país y vive en un mundo rodeado de lujos. Él es centrado, inteligente, creativo y vive no sólo para los fieles que acuden a su parroquia, sino que se entrega por entero a causas nobles. Ella es mimada, egocéntrica, narcisista y no acepta que la contradigan porque siempre ha tenido todo lo que ha querido. Él se hizo sacerdote gracias a un milagro y cree en Dios y en el poder del amor y del perdón. Ella no cree en Dios, porque cuando más lo necesitaba, fue abandonada. Ambos han tenido un pasado triste y oscuro y cargan con la culpa en sus conciencias. Cuando Danna es enviada a Machia como castigo, se desafía a sí misma intentando seducir al padre Killian. Por su parte, Killian ve en la joven una oportunidad de redención espiritual y decide guiar sus pasos en la fe. A medida que sus historias se entrelazan, ambos se enfrentan a la tentación de sucumbir a los intensos sentimientos que surgen entre ellos. Sin embargo, un oscuro pasado común amenaza con resurgir, poniendo en duda el destino de su improbable vínculo.
Aimê D'Auvergne Bretonne no nació primera en la línea de sucesión al trono. Pero todo el mundo supo siempre que tenía vocación de reina. Entre sus certezas en la vida, ella sabía: - Que no podía casarse con su novio porque no era de la realeza, aunque ella le había puesto en una situación en la que siempre estarían juntos. - Que sus obligaciones para con el pueblo estaban por encima de cualquier otra cosa, incluida ella misma. - Que el pueblo de Alpemburgo amaba a la D'Auvergne Bretonne y que tenía que ser una monarca tan buena o mejor que su padre y su hermana. Lo que nuestra futura Majestad no esperaba era eso: - Todas sus certezas se tornarían inciertas, tras un fatídico accidente, en el que la princesa bloguera pasó a ser tildada de irresponsable, ocupando la portada de los principales informativos del mundo. Al mismo tiempo, un escándalo en un pequeño reino salía a la luz en todo el mundo, con un príncipe desnudo ocupando los titulares. Un futuro rey con lo peor de la fama, que lleva a su país a ser blanco de especulaciones sobre una posible caída del régimen monárquico. Se hace una propuesta para paliar las noticias negativas. Una princesa es rechazada. Un rey es desenmascarado. Una revelación cambia todo lo que el pueblo siempre había creído. Aimê estaba preparada para absolutamente todo. Excepto para aceptar que podía tener cualquier cosa en la vida, pero lo único que quería era ser de él, el hombre más equivocado que jamás había conocido. Con diálogos ingeniosos, personajes carismáticos y una buena dosis de giros inesperados, "El hombre equivocado es mi pareja perfecta" es una divertidísima historia de amor que explora el viaje de Aimê en busca del amor verdadero, mientras lidia con sus propias inseguridades y dudas. Una lectura divertida y encantadora que nos recuerda que a veces el amor puede encontrarse en los lugares más inesperados. Portada: Larissa Matos
Sarah conoció al amor de su vida cuando aún era una niña. Soñó con ese chico durante todos los años que estuvo en el internado. Pero nunca imaginó encontrarse con él exactamente en el mismo lugar, el tren azul, de camino a casa. Y mucho menos que estaría empleado como capataz y la mano derecha de su padre en Mackerson Farm. Estaba completamente enamorada. Y aunque a João Mackerson le gustaba Tristán como su mejor empleado, nunca aceptaría su relación, no solo por la diferencia social y económica que existía entre ellos... Sino también por todos los prejuicios que hablaban por encima de todo en aquella hacienda, principalmente por su familia. Un amor que ha sobrevivido al tiempo ya la misma muerte. Una mujer capaz de cualquier cosa por encontrar la paz vengando el pasado, ojo por ojo, sangre por sangre. ¿Hasta dónde llegarías en busca de una terrible reparación del pasado?
María Lua tenía la vida con la que cualquier mujer podía soñar: guapa, rica y con una familia perfecta. Pero detrás de esa chica afortunada y con cara de ángel se escondía una rebelde que huía de su pasado y aspiraba a ser feliz y hacer lo que quisiera, sobre todo con los hombres. Inmersa en el mundo de los CEO desde que nació, su vida siempre estuvo ligada a hombres que vestían de traje. Y a ella le tocaba quitarles todas las prendas que los rodeaban, empezando por sus corbatas, aprovechando los hermosos cuerpos que se cruzaban en su camino, los dueños y herederos de las mayores empresas de Noriah Norte. Lo que no esperaba era verse envuelta en un gran escándalo el día de su compromiso, montado por alguien dentro de su propia casa. Dispuesta a darle la vuelta a la situación, ya que nada podía doblegarla y lo único que quería era mostrarse como una mujer fuerte, Malu no esperaba que la segunda caída, ahora sí, la destrozara por completo. Teniendo que abandonar su propia casa, y obligada a madurar y asumir responsabilidades, dejando atrás su vida de borracheras y aventuras de una noche, ahora tenía que elegir qué camino tomar: recuperar a su prometido, seguir adelante con su amante o luchar por su verdadero amor. Lo que María Lúa no esperaba es que en medio de todas sus dudas, inmersa en un mundo de negocios, chantajes, robos y comportamientos poco éticos, un nuevo hombre se cruzara en su camino. ¿Sería él su redención? ¿O estaría dispuesto a destruir su corazón por completo, como había hecho toda su vida con los hombres? Todo podía ser incierto y catastrófico en la vida de Maria Lua Casanova, excepto los hombres trajeados... Éstos siempre fueron su tentación.
Sabrina Rockefeller es heredera de una de las familias más ricas de Noriah North. Tiene un novio perfecto, amigos que harían cualquier cosa por ella y una vida envidiable. Pero una doble traición acabó con el cuento de hadas que había vivido hasta ese momento. Lo que nadie esperaba era la forma en que reaccionó y manejó toda la situación. La niña mimada decidió dejarlo todo y vivir esa noche de verano como si fuera la última de su vida. Fue en un bar de carretera, con un cantante de rock mayor, con una mirada que no solo le quemaba el cuerpo, sino también el alma, que Sabrina conoció los placeres de la carne y se dio el lujo de no preocuparse por el mañana. La joven que no conocía el mundo real tuvo que madurar y sufrir las consecuencias de la decisión más importante de su vida. Y pagó un alto precio: libertad, fortuna, amor. Después de años, necesitaba regresar a su hogar, ver a su familia y vivir con los fantasmas del pasado. Fue entonces cuando decidió asumir su relación con su alumno imperfecto y problemático, pero que le dio la vida: Bill Bailey. Una boda, una sorpresa, una mentira, una fuga. Una niña mimada, una cantante de rock y una estudiante problemática. Una niña inteligente y divertida, capaz de derretir hasta el corazón de J. Rockefeller. Una familia tradicional rota y tratando de reconstruirse para un niño. De suegra y heredera a asalariada y viviendo a favor. De una hija que lo tenía todo a sus pies a una madre sin idea ni experiencia. Ven a conocer a Sabrina y comprende todo lo que pasaba en aquellas noches de verano, con la brisa fresca, el cielo estrellado, donde los únicos sonidos que se escuchaban eran las olas rompiendo en el mar y los incontrolables gemidos de placer, que sirvieron de inspiración para un canción de amor que dio pasaporte al sueño y la fama de Charles B. Portada: Larisa Matos.
Virginia quería una relación seria y alguien que la sacara de Spring Town, lejos de su madre manipuladora y egoísta. Francis solo quería seguir siendo el hombre más buscado de la ciudad, sin involucrarse con nadie hasta el punto de tener citas, siguiendo su pequeña vida tranquila con su familia perfecta. Pero en Primavera no había Francis sin Virginia, y mucho menos Virginia sin Francis, porque todo lo hacían juntos y se conocían los secretos. Hasta que descubrieron que el sexo podía potenciar su amistad sin ser un problema. Pero no contaban con los sentimientos de posesión y celos que podían acompañar a la decisión de mantener una amistad pintoresca. Ni que todo eso pudiera convertirse en un amor loco e incontrolable. Pero el destino quiso que la reina de la primavera, Virginia Hernández, se cruzara en su camino con un hombre rico y poderoso capaz de unirse a su codiciosa madre para destruir cualquier posibilidad de que ella y Francis fueran pareja. Virginia le guardó secretos a Francis que nunca podría revelar, por temor a que no la perdonaran. Francis necesitaba alejarse, para mantener su equilibrio emocional después de todo lo que había pasado. Pero el destino no aceptó a Virginia lejos de Francis, ni tampoco Francis lejos de Virginia. Así, aún lejos de su pequeño y apacible pueblo natal, se reencontraron, como vecinos nuevamente. El problema es que Francis y Virginia se fueron de Primavera... Pero Primavera no los dejó, porque allí estaban los mayores secretos de sus vidas... Esperando a ser revelados, a riesgo de separarlos definitivamente. PORTADA REALIZADA POR: Larissa Matos
El amor es ciego. Lucinda renunció a su acomodada vida por un hombre. Se casó con él y se ocupó de todo durante tres largos años. Un día se le cayeron las escamas de los ojos. Se dio cuenta de que todos sus esfuerzos habían sido en vano. Su marido, Nathaniel, siempre la trataba como a una mierda, porque su amor ya pertenecía a otra mujer. Se dijo a sí misma: "¡Ya basta! He terminado de malgastar mi tiempo con un hombre desagradecido". El corazón de Lucinda se rompió en pedazos, pero de todos modos, reunió el valor para pedir el divorcio. La noticia causó un gran revuelo en Internet. ¿Una joven rica que acababa de divorciarse de su marido? ¡La mujer soñada! Innumerables directores ejecutivos y jóvenes apuestos acudieron a ella como abejas a la miel. Nathaniel no aguantó más. Dio una rueda de prensa y suplicó con los ojos llorosos: "Te quiero, Lucinda. No puedo vivir sin ti. Por favor, vuelve a mí". ¿Le dará Lucinda una segunda oportunidad? Siga leyendo para descubrirlo.
SOY LA PERVERSIÓN DEL JEFE *PARTE 2* Él creía que ella siempre estaría a sus pies, que toleraría su crueldad con tal de no perder lo que tenían. Después de todo, estaba seguro de que nadie podría darle lo que conseguía con él. Sin embargo, ella se cansó y aquella noche desapareció de su vida. Sebastián no imaginó que aquella inexperta en el sexo podría ser capaz de mover el mundo bajo sus pies y, aunque hizo de todo por negar sus sentimientos y destruirla por completo, terminó siendo quien se arrodillara ante ella y suplique el perdón, pero para cuando él la localizó, ya había alguien que tenía puesto sus ojos en ella. Ariana estaba dispuesta a ponerle fin al capítulo más doloroso de su vida. Y es que su enfermiza obsesión por el Licenciado Vega terminó con sus sueños de ser una gran abogada y con una amistad de años. O era así como ella consideraba la relación que tenía con Ana, porque tan pronto abandonó la ciudad, ninguna de las dos se interesó en saber de la otra. Un año había pasado y en ese tiempo sus vidas habían dado un giro de 180°. Por un lado, él no había perdido sus manías y ya tenía a otra mujer que cumplía a la perfección con sus exigencias. Por el otro estaba ella, que llevaba meses en una relación con un hombre casado que, además de ser un excelente amante, era su jefe. Cuando Ariana debe regresar a Buenos Aires, se entera de que Sebastián tiene una favorita y descubre que no es otra que Ana, su ex mejor amiga. El resentimiento resurge y lejos de escapar por segunda vez, decide hacer hasta lo imposible para cobrarse lo que le hicieron, aunque eso signifique introducirse en ese mundo perverso del que se juró, no regresar jamás. ¿Será capaz de destruir la vida de las dos personas que más ama o dejará que una vez más Sebastián la manipule y la arrodille a sus pies? Una traición, muchas mentiras y un deseo de venganza que crece.
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