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La historia sigue a Lucas, un joven de 23 años, y su tía, Alicia, de 38, en una relación prohibida que comienza de manera casual. Lucas ve a Alicia desnuda en su habitación y esto desencadena un juego morboso entre ambos. A lo largo de la novela, exploran su deseo mutuo en diferentes lugares, llegando a un momento en que Alicia queda embarazada. La trama se desarrolla en una casa de campo en el norte de España durante el verano.
En la casa de campo en el norte de España, rodeada de verdes colinas y un cielo despejado, vivía Lucas, un joven de 23 años con una vida repleta de aventuras y experiencias. Su cuerpo atlético, resultado de años de entrenamiento y una vida activa, estaba cubierto de músculos bien definidos que destacaban bajo su piel morena. Con sus ojos castaños y cabello oscuro, Lucas desprendía una confianza arrolladora que lo hacía irresistible para muchas mujeres. Su personalidad de don Juan y su curiosidad insaciable lo llevaban a explorar nuevas experiencias, siempre en busca de algo más emocionante.
Alicia, su tía, era una mujer de 38 años con una figura curvilínea que destacaba bajo la luz del sol del verano. Su cabello rubio claro y sus ojos verdes la hacían parecer una diosa griega en medio de la casa de campo. Alicia era cautelosa y nunca había tenido una pareja estable, pero su sobrino Lucas tenía una atracción magnética que la hacía cuestionar sus propios límites.
Un día, mientras Lucas caminaba por el pasillo de la casa, se encontró con la puerta de la habitación de Alicia ligeramente entreabierta. Intrigado, se acercó y, al asomarse, vio a Alicia desnuda mientras se cambiaba de ropa. Quedó paralizado por la vista, su corazón latía con fuerza y su mente se llenó de pensamientos impuros. Alicia, al darse cuenta de su presencia, dejó caer la ropa que sostenía y quedó en shock, su rostro se volvió pálido y sus ojos se abrieron de par en par.
-Lo siento, no quise... -balbuceó Lucas, tratando de ocultar su vergüenza y la excitación que sentía.
-Lucas, ¿qué haces aquí? -preguntó Alicia, intentando mantener la calma.
-Perdón, no quería verte así. -respondió él, sintiendo una mezcla de culpa y deseo.
La tensión sexual entre ellos era palpable, cada gesto y cada mirada hablaban de un deseo prohibido que ambos intentaban negar. Lucas se retiró lentamente, dejando a Alicia con una mezcla de culpa y deseo que no podía ignorar.
Más tarde, en la cocina, Lucas y Alicia se encontraron nuevamente. El ambiente estaba cargado de una tensión que ambos intentaban disimular. Alicia intentaba actuar normalmente, pero su voz temblaba ligeramente y su mirada no podía desprenderse de Lucas.
-¿Te gustaría un café? -preguntó Alicia, intentando romper el hielo.
-Sí, gracias. -respondió Lucas, acercándose a ella con una sonrisa traviesa.
Mientras Alicia preparaba el café, Lucas se acercó sigilosamente y comenzó a jugar con un mechón de su cabello. Alicia se sobresaltó, pero no se alejó.
-¿Qué haces? -preguntó, intentando mantener la calma.
-Solo quería ver cómo te veías con ese cabello suelto. -respondió Lucas, acercándose más.
La tensión entre ellos crecía con cada segundo, cada gesto y cada palabra era una invitación a algo más. Lucas comenzó a acariciar suavemente el cuello de Alicia, sintiendo el latido de su pulso acelerado. Alicia no se movió, permitiendo que Lucas continuara con sus caricias.
-Lucas, no debemos hacer esto. -susurró Alicia, pero su voz no reflejaba la misma convicción que sus palabras.
-¿Por qué no? -preguntó Lucas, acercando su rostro al de ella.
-Porque es prohibido, porque es incorrecto. -respondió Alicia, pero su voz temblaba.
Lucas se inclinó lentamente, acercando sus labios a los de Alicia. Ella cerró los ojos, sintiendo el calor de su aliento y la proximidad de sus labios. Cuando finalmente se besaron, fue como si un rayo los atravesara. El beso fue apasionado y lleno de deseo, sus lenguas se encontraron y se entrelazaron en un baile sensual.
Alicia intentó resistir, pero pronto cedió, permitiendo que Lucas la llevara a la mesa de la cocina. Allí, comenzaron a explorar sus cuerpos, cada toque y cada caricia era una invitación a algo más. Lucas desabrochó el cierre de la blusa de Alicia, revelando su piel suave y su escote generoso. Alicia gimió ligeramente, sintiendo la excitación recorrer su cuerpo.
-Eres hermosa, Alicia. -susurró Lucas, acercando su boca a su cuello y comenzando a besar su piel suave.
Alicia jadeó, sintiendo cada beso como una chispa de fuego que encendía su deseo. Lucas continuó bajando, besando cada centímetro de su piel hasta llegar a sus pechos. Tomó uno de sus pezones entre sus labios y lo succionó suavemente, haciendo que Alicia emitiera un gemido de placer.
-Lucas, por favor... -susurró Alicia, sintiendo la excitación recorrer su cuerpo.
Lucas se movió lentamente, deslizándose hacia abajo y desabrochando su pantalón. Alicia lo miró con deseo, sintiendo cómo su cuerpo se preparaba para recibirlo. Lucas entró en ella lentamente, sintiendo cada centímetro de su piel caliente y húmeda. Alicia gimió, sintiendo cada pulgada de él dentro de ella.
-Dios, Lucas... -susurró Alicia, sintiendo la intensidad del momento.
Lucas comenzó a moverse lentamente, cada empuje era una invitación a algo más. Alicia se aferró a él, sintiendo cómo su cuerpo se movía en perfecta armonía con el de él. La mesa crujía bajo el peso de sus cuerpos, cada empuje era acompañado por un gemido de placer.
-Te quiero, Alicia. -susurró Lucas, sintiendo cómo su cuerpo se acercaba al límite.
-Yo también, Lucas. -respondió Alicia, sintiendo la intensidad del momento.
Lucas cambió de posición, llevando a Alicia a la posición del perrito. Ella se inclinó sobre la mesa, permitiendo que él la penetrara desde atrás. Cada empuje era más intenso, más profundo. Alicia gimió, sintiendo cómo su cuerpo se movía en perfecta armonía con el de él.
-Más, Lucas, más... -susurró Alicia, sintiendo la intensidad del momento.
Lucas continuó moviéndose, cada empuje era más intenso, más profundo. Alicia jadeaba, sintiendo cómo su cuerpo se acercaba al límite. Lucas cambió de posición nuevamente, llevando a Alicia a la posición de la silla. Allí, Alicia se sentó en él, permitiendo que él la penetrara desde abajo. Cada empuje era más intenso, más profundo. Alicia se movía sobre él, sintiendo cómo su cuerpo se acercaba al límite.
-Lucas, por favor... -susurró Alicia, sintiendo la intensidad del momento.
Lucas aceleró el ritmo, sintiendo cómo su cuerpo se acercaba al límite. Alicia jadeaba, sintiendo cada empuje como una chispa de fuego que encendía su deseo. Finalmente, ambos alcanzaron el clímax, sus cuerpos se tensaron y sintieron una explosión de placer que los dejó jadeando y sudorosos.
-Dios, Lucas, eso fue increíble. -susurró Alicia, sintiendo cómo su cuerpo se relajaba.
-Lo sé, Alicia. Lo sé. -respondió Lucas, acercando su rostro al de ella y besándola suavemente.
Lucas se retiró lentamente, dejando a Alicia con una mezcla de culpa y deseo que no podía ignorar. La tensión entre ellos había aumentado, cada gesto y cada mirada hablaban de un deseo prohibido que ambos intentaban negar.
-Debemos hablar sobre esto. -susurró Alicia, pero su voz no reflejaba la misma convicción que sus palabras.
-Lo sabemos. -respondió Lucas, sintiendo una mezcla de culpa y deseo.
-Pero ahora no es el momento. -dijo Alicia, sintiendo cómo su cuerpo se relajaba.
-Tienes razón. -respondió Lucas, acercándose a ella y abrazándola suavemente.
La cocina se llenó de un silencio incómodo, cada gesto y cada mirada hablaban de un deseo prohibido que ambos intentaban negar. Lucas y Alicia se separaron, dejando claro que la tensión entre ellos había aumentado.
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Victoria Ríos es una de las mujeres más poderosas del mundo de la moda. CEO de Maison Ríos, un imperio construido con elegancia, perfección y exigencia absoluta, es admirada, temida y envidiada. Pero detrás de su imagen impecable, hay una mujer embarazada, agotada, sola y atrapada en un mundo donde hasta el aire parece tener precio. Una noche, harta del control y del encierro de su equipo de seguridad, Victoria escapa. Cambia sus tacones por zapatillas y se pierde entre las calles anónimas de la ciudad. Termina embriagada en un bar cualquiera y despierta al amanecer recostada junto a un vagabundo en un parque olvidado por el lujo. Sin preguntas, sin juicios, él le ofrece algo que nadie le había dado en mucho tiempo: paz. Esa noche, que parecía insignificante, desencadenará una serie de eventos inesperados. Porque ese hombre, envuelto en mantas y silencio, guarda secretos que podrían derrumbar o redirigir el rumbo de la vida de Victoria. Y cuando el pasado y el presente se mezclen, cuando el poder y la vulnerabilidad choquen, ambos descubrirán que a veces lo más valioso se encuentra justo donde nadie mira.
Elena Rivas entra a trabajar como secretaria personal del CEO de Valcourt Enterprises, una empresa de élite en el mundo del diseño arquitectónico. Su jefe, Adrián Valcourt, es exigente, brillante y distante. Elena, acostumbrada a mantenerse al margen, pronto se convierte en su mano derecha... y en la única persona capaz de entender su carácter hermético. Con el paso de los meses, la relación entre ellos se vuelve más cercana. Lo que empezó como respeto profesional se transforma en una atracción silenciosa, que ambos intentan ignorar sin éxito. Hay algo en Adrián que le resulta familiar a Elena, como si una parte de ella lo reconociera más allá de la lógica. Pero cuando Elena encuentra una antigua carta oculta en el archivo personal de Adrián -una carta escrita por una mujer que dio a su hijo en adopción veinte años atrás- las piezas comienzan a encajar. Ambos fueron adoptados por diferentes familias. Compartieron madre biológica, pero jamás lo supieron. Hasta ahora. El descubrimiento sacude todo lo que construyeron. ¿Qué se hace con un amor que nació sin culpa, pero que el destino marcó como imposible? ¿Pueden romper los lazos que los unen o simplemente vivir con el peso de haber cruzado una línea que no sabían que existía?
Emily Carter nunca ha sido de las que toman decisiones impulsivas... hasta que una noche en Las Vegas cambia su vida para siempre. Lo último que recuerda es haber brindado con un atractivo desconocido, y ahora se despierta con un anillo en el dedo y un certificado de matrimonio en la mesita de noche. Su esposo accidental resulta ser nada menos que Alexander Westwood, el joven y enigmático CEO de una de las empresas tecnológicas más influyentes del país. Para Alex, la noticia de su matrimonio sorpresa llega en el peor momento. Su empresa está bajo el escrutinio de los medios, y una imagen más estable y comprometida podría ayudarle a suavizar su reputación. Su equipo de relaciones públicas ve en este matrimonio inesperado una oportunidad de oro y le sugiere que lo mantenga, al menos por un tiempo. Emily, por su parte, no quiere formar parte de un circo mediático, pero cuando Alex le propone un trato imposible de rechazar, acepta seguir con la farsa... con algunas reglas claras. Sin embargo, cuanto más tiempo pasan juntos, más difícil se vuelve distinguir la mentira de la realidad. Entre eventos de alta sociedad, cenas fingidas y momentos de complicidad inesperada, Emily empieza a preguntarse si el amor puede nacer en las circunstancias más improbables. Pero cuando el pasado de Alex vuelve a acechar y la verdad amenaza con salir a la luz, ambos tendrán que enfrentar la pregunta más importante de todas: ¿es este matrimonio realmente un error... o el mejor accidente de sus vidas?
Desde sus años universitarios, Samuel ha guardado en silencio su amor por Laura, su mejor amiga. Un amor que creció en secreto mientras compartían risas, confidencias y sueños, pero nunca tuvo el valor de confesar. Con el paso del tiempo, Samuel se ha convertido en un exitoso CEO, con una vida profesional brillante, pero su corazón sigue atrapado en aquel rincón olvidado de la friendzone. El destino, sin embargo, tiene otros planes. Laura, ahora más madura y con una vida propia, regresa a su vida, pidiéndole ayuda para conquistar a otro hombre. Desesperado por no perderla, Samuel se ve atrapado entre la lealtad de la amistad y el deseo de confesarle lo que ha sentido siempre. ¿Podrá soportar ser solo el confidente y el consejero mientras su corazón se rompe en silencio? A medida que ayuda a Laura a acercarse al hombre que cree es su verdadero amor, Samuel comienza a cuestionar sus propios sentimientos y su capacidad para dejarla ir. A lo largo de este viaje emocional, descubrirá si tiene el valor de enfrentarse a sus propios temores y arriesgarlo todo para que Laura vea que siempre ha estado allí, esperándola. "CEO en la Friendzone" es una historia de amor, amistad y sacrificio. Es una exploración de la lucha interna de un hombre que debe decidir entre ser el compañero perfecto o dar un paso al frente y luchar por lo que siempre ha querido: el corazón de la mujer que ama.
Andrés Villaverde, un CEO viudo, ha dedicado su vida a su empresa y a su hijo Lucas, aunque su relación con él se ha vuelto distante. Todo cambia con la llegada de Mariana, una niñera dulce y cálida que no solo conquista a Lucas, sino que también comienza a derretir el corazón de Andrés. A pesar de la creciente conexión entre ellos, el miedo de Andrés a enamorarse de nuevo lo frena. Mariana, por su parte, lucha con sus propios sentimientos, sabiendo que su posición complica las cosas. Entre momentos cotidianos y emociones inesperadas, Andrés deberá decidir si se atreve a abrir su corazón o deja escapar la posibilidad de una nueva felicidad.
Después de que Ellie recuperara su verdadera identidad, se encontró en un inesperado matrimonio con el Sr. Thorpe, un hombre lisiado que era despreciado por todos. Su exnovio infiel aguardaba su arrepentimiento, mientras los demás la miraban con sorna. Sin embargo, para Ellie, su aclamado bar no era más que un proyecto secundario. Su vasta colección de joyas parecía trivial. Los mejores diseñadores estaban a su disposición. Poseía autos de lujo, grandes mansiones e incluso islas privadas. Tenía el poder de ganar prestigiosos premios y vengarse de su infiel ex y de la amante descarada de este. No obstante, para los extraños, su vida parecía aburrida, ensombrecida por la discapacidad de su marido. Un día, el Sr. Thorpe se levantó de su silla de ruedas, incapaz de mantener la fachada por más tiempo. "Ya no puedo seguir fingiendo. Mi mujer es demasiado extraordinaria", declaró. Ellie, con las manos en la cintura y los dientes apretados, se enfrentó a él: "¿Y el divorcio que prometiste?". Tocándole suavemente el vientre ligeramente abultado, el Sr. Thorpe respondió en voz baja: "¡En tus sueños!".
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