/0/16131/coverbig.jpg?v=8406dd91b2cc523f555dac73fa48ef33)
Sophie, una joven periodista británica, decide pasar un verano en un pequeño pueblo de la Toscana para escribir un artículo sobre los viñedos italianos. Allí conoce a Luca, el dueño de una finca vinícola que es conocido por su carácter fuerte y reservado. Lo que comienza como una relación profesional se convierte en una historia de amor apasionada que desafía tanto sus diferencias como sus propios miedos.
El sol de la mañana bañaba la ciudad de Londres con una luz dorada que filtraba a través de las cortinas del hotel. Sophie Lambert, una joven periodista británica, despertó a la hora que su despertador sonó, esa alarma insistente que la sacaba de su sueño profundo. Miró el reloj, un tanto perpleja. A pesar de haber dormido pocas horas, se sentía extrañamente renovada. El sol estaba en su punto más alto cuando hizo las maletas, de la manera más organizada posible, para asegurarse de no dejar nada atrás. Hoy, el día había llegado.
Hace unas semanas había sido seleccionada para cubrir un artículo sobre los viñedos italianos, algo que parecía sacado de un sueño para alguien como ella, que llevaba años buscando una oportunidad para hacer su propio nombre en el mundo del periodismo. La Toscana. La misma región que tantas veces había visto en películas, donde el viento acariciaba las colinas llenas de uvas, y donde la comida, el vino y el amor parecían entrelazarse en una sinfonía perfecta.
-No te olvides del billete de avión, Sophie -se dijo a sí misma, buscando el pequeño sobre con la información en la mesa del escritorio.
Se trataba de un viaje de trabajo, pero Sophie, como buena periodista, siempre encontraba la forma de encontrar algo más en cada historia. En el fondo, deseaba que aquel verano en la Toscana fuera más que solo un artículo. Quería ser parte de ese paisaje, sentirlo en lo más profundo de su ser, como si pudiera entender de una vez por todas el significado de todo aquello.
El avión despegó de Londres por la tarde, volando sobre las nubes bajas que cubrían la ciudad, y Sophie se acomodó en su asiento, disfrutando del sonido tranquilo de las hélices y del suave balanceo del avión. Mientras se perdía en la vista desde la ventana, pensaba en todo lo que dejaría atrás. La vida cotidiana, las preocupaciones, la incertidumbre del futuro. La Toscana le ofrecía una evasión, una oportunidad para encontrar algo diferente, algo real.
El vuelo fue tranquilo, y cuando Sophie aterrizó en el aeropuerto de Pisa, el aire cálido y fresco de la región italiana la envolvió como un abrazo. Las colinas verdes que adornaban el paisaje la recibieron con los brazos abiertos, ofreciéndole un respiro de la ciudad, de la vida acelerada. Tomó un taxi hacia el pequeño pueblo de Montepulciano, donde pasaría las siguientes semanas. En el camino, el paisaje cambiaba constantemente, las montañas se alzaban majestuosamente, y los campos de viñedos llenaban el horizonte.
A su llegada, la pintoresca plaza del pueblo la cautivó. Las callecitas empedradas y las casas de piedra eran un reflejo de la vida tranquila que las rodeaba. El aire estaba impregnado con el aroma de las flores, el pan recién horneado y, por supuesto, el vino. En el centro de la plaza, un pequeño café tenía mesas al aire libre, donde los habitantes del pueblo conversaban mientras disfrutaban de una copa de vino local.
Sophie sintió la sensación de estar exactamente donde debía estar.
-Ciao! -saludó el taxista con una sonrisa, señalando el pequeño hotel donde se hospedaría. Sophie le agradeció en italiano, intentando sonar lo más fluida posible, aunque la verdad es que su conocimiento del idioma no era tan bueno como le habría gustado. A pesar de ello, la calidez de la gente y la tranquilidad del lugar la hacían sentirse en casa.
Al entrar al hotel, una pequeña y acogedora habitación le esperaba. Las paredes de piedra, el mobiliario sencillo pero elegante, y las grandes ventanas que daban a la plaza le ofrecían la atmósfera perfecta para comenzar su aventura. De inmediato, Sophie se sintió como una niña en una historia de fantasía. Decidió descansar un poco antes de dirigirse a la finca vinícola de Luca, el hombre que había organizado la visita para el artículo que escribiría.
Al caer la tarde, Sophie se vistió con algo cómodo pero elegante. Llevaba una blusa de seda azul y unos pantalones blancos, con el cabello recogido en un sencillo moño. Caminó hacia la finca, siguiendo las indicaciones del hotel. A medida que se acercaba, las colinas se alzaban más altas, cubiertas por un mar de uvas doradas que brillaban con la luz del atardecer. Era todo tan perfecto que parecía una pintura sacada de una de esas historias románticas que siempre había soñado con vivir.
Al llegar a la finca, fue recibida por un hombre alto y de complexión fuerte. Su rostro serio y enigmático la sorprendió de inmediato. Luca. La primera impresión que Sophie tuvo de él fue la de alguien que no deseaba ser molestado, alguien que preferiría que las cosas siguieran su curso sin tener que interactuar demasiado. Pero había algo en sus ojos que la intrigaba. Una mezcla de intensidad y misterio que, en el fondo, la hizo sentir que había algo más detrás de su fachada fría.
-Bienvenida a mi finca -dijo Luca con voz grave y profunda, extendiendo una mano que Sophie aceptó con firmeza.
-Gracias -respondió ella, con una leve sonrisa, mientras observaba el entorno a su alrededor. El olor a tierra y a vino llenaba el aire, y el sonido de las hojas moviéndose con la brisa era como una melodía suave que acompañaba cada paso.
Luca la guió por los viñedos, explicándole el proceso de cultivo y la historia de su finca. Había trabajado en ella desde que era joven, y aunque la pasión por el vino era evidente en sus palabras, su voz nunca se alzaba con entusiasmo. Parecía que Luca no encontraba la necesidad de compartir demasiado sobre sí mismo. Para él, el vino y la tierra hablaban por sí solos.
Sophie, en cambio, se sentía fascinada por todo. Aunque su enfoque era profesional, no podía evitar ser cautivada por la belleza del lugar y por la presencia de Luca. Él era tan diferente a los hombres que conocía en Londres: más rudo, más directo, y con una calma que desbordaba seguridad. Sin embargo, a lo largo de la tarde, Sophie comenzó a notar que había algo que lo mantenía apartado, algo que lo hacía parecer un hombre perdido entre los viñedos, atrapado entre su pasado y su presente.
Al final del recorrido, Luca la invitó a quedarse para una cena ligera. Sophie, aunque un poco sorprendida por la invitación, aceptó. Durante la cena, ambos intercambiaron algunas palabras más, pero la conversación era breve y, en ocasiones, un tanto incómoda. A pesar de ello, Sophie no pudo evitar sentirse atraída por la complejidad de Luca. Algo en su mirada le decía que había historias sin contar, y ella, como periodista, sentía la necesidad de descubrirlas.
Esa noche, al regresar al hotel, Sophie no pudo dejar de pensar en Luca. El fuerte carácter que él mostraba y la forma en que se había mantenido distante durante todo el recorrido la habían dejado con una sensación extraña. Sabía que tenía mucho más que descubrir, tanto sobre la finca como sobre él.
Al acostarse, Sophie se prometió que este verano no solo sería sobre viñedos y artículos. Sería sobre aprender a ver más allá de las fachadas, sobre descubrir las historias ocultas detrás de las personas. Y, tal vez, también sobre encontrar algo que cambiara su propia vida para siempre.
En el mundo de Artheon, donde dos lunas gobiernan los cielos, dos imperios están en guerra. La única forma de traer la paz es mediante el matrimonio de la princesa Selene con el príncipe del reino enemigo. Pero cuando descubre que su futuro esposo es el hombre que juró matar años atrás, la guerra se traslada a su propio corazón.
Valeria nunca imaginó que la persona que la salvó de un atentado era un asesino profesional. Su vida da un giro cuando descubre que él no solo la protegió, sino que la estaba siguiendo. Ahora, mientras huye con él por distintos países, debe decidir si confía en el hombre que podría haber sido enviado a matarla o en aquellos que afirman querer salvarla.
Desde niña, Natalia fue criada en la pobreza, creyendo que sus padres murieron en un accidente. Sin embargo, al cumplir 23 años, descubre la verdad: es la hija del multimillonario Esteban Montalvo, quien la creyó muerta tras un secuestro. Pero Natalia no busca amor paternal, sino venganza. Ocultando su identidad, se infiltra en la empresa de su padre para destruirlo, solo para descubrir que el verdadero enemigo siempre estuvo más cerca de lo que imaginó.
Después de seis años de angustia y búsqueda incansable, Antonio Villanueva finalmente encuentra a su esposa, Sofía Evans, quien había desaparecido misteriosamente. Encerrada en condiciones inhumanas, Sofía está irreconocible: traumatizada, confundida y sin recuerdos claros de su pasado. Pero el golpe más duro para Antonio no es su estado... sino el descubrimiento de que su hija, arrebatada de sus brazos al nacer, sigue desaparecida. Decidido a recuperar lo que le fue robado, Antonio se sumerge en una frenética cacería de pistas. Sin embargo, cada rastro parece llevarlo a callejones sin salida, a información manipulada y a enemigos que parecen estar siempre un paso adelante. En su desesperación, descubre algo que jamás imaginó: su padre, Daniel Villanueva, a quien creía muerto, sigue vivo... y ha estado ocultando un secreto aún más devastador. En una ciudad donde el poder y la traición se entrelazan, Antonio y Sofía deberán enfrentarse a una verdad cruel: su hija ha sido criada por otra familia, creyendo que nunca perteneció a ellos. Y la persona que la ha protegido todos estos años es alguien que jamás imaginaron. Pero el destino no ofrece finales felices. En una carrera contra el tiempo, tendrán que decidir hasta dónde están dispuestos a llegar por recuperar a su hija... y qué estarán dispuestos a sacrificar en el camino. Porque en esta historia, no todos podrán salir intactos.
En un mundo dividido por portales dimensionales, los hombres lobo, criaturas ancestrales con una inteligencia superior y una sed insaciable de poder, han descubierto una manera de cruzar a mundos paralelos. Liderados por un consejo oscuro conocido como "La Manada Eterna", buscan conquistar cada dimensión para establecer su dominio absoluto sobre la humanidad. Sin embargo, los humanos no están dispuestos a someterse. Un grupo de rebeldes, conocidos como "Los Guardianes del Velo", ha descubierto el secreto de los portales y lucha en las sombras para proteger su mundo y preservar la libertad. Entre ellos, Lía, una joven con un misterioso linaje que podría ser la clave para equilibrar el poder entre ambas especies, y Einar, un lobo que cuestiona las órdenes de su manada y podría convertirse en el inesperado aliado de los humanos. A medida que las fronteras entre los mundos se desmoronan, las alianzas se vuelven frágiles, y la línea entre el bien y el mal se difumina. ¿Podrán Lía y Einar encontrar una forma de coexistencia, o el destino de todos los mundos será decidido por la guerra?
Hace dos años, un despiadado CEO, Alexander Cain, ejecutó un plan maestro para destruir a la tercera familia más poderosa de la ciudad, los Valtieri, asegurándose de eliminar toda competencia y consolidar su dominio empresarial. En el proceso, solo una persona sobrevivió: Isabela Valtieri, la hija menor del patriarca. Sin recuerdos claros de lo sucedido y desconociendo la identidad del responsable, Isabela lucha por reconstruir su vida. Sin embargo, Alexander no dejó cabos sueltos. Desde las sombras, designó a un leal subordinado para vigilar cada paso de Isabela, asegurándose de que nunca descubra la verdad. Ahora, dos años después, Isabela se postula para un puesto de secretaria en la imponente corporación de Alexander Cain. Atraído por su determinación y su astucia, Alexander acepta contratarla, sin revelar que él fue quien destruyó su mundo. Pero con cada interacción, su fachada de frialdad comienza a resquebrajarse, mientras Isabela siente que algo oscuro conecta a su nuevo jefe con su trágico pasado. Una historia de secretos, poder y emociones prohibidas, donde las líneas entre el bien y el mal se desdibujan, y el destino de ambos podría cambiar para siempre.
Tras ser expulsada de su casa, Harlee se enteró de que no era hija biológica de su familia. Se rumoreaba que su empobrecida familia biológica favorecía a los hijos varones y planeaba sacar provecho de su regreso. Inesperadamente, su verdadero padre era multimillonario, lo que la catapultó a una inmensa riqueza y la convirtió en el miembro más apreciado de la familia. Mientras esperaban su desgracia, Harlee poseía en secreto patentes de diseño valoradas en miles de millones. Por su brillantez, fue invitada como mentora a un grupo nacional de aviación, atrajo el interés de varios pretendientes adinerados y llamó la atención de un misterioso personaje, ascendiendo a la cima del mundo.
Traicionada por su pareja y su hermanastra en la víspera de su boda, Makenna fue entregada a los despiadados príncipes licántropos como amante, pero su propio padre ignoró su difícil situación. Decidida, ella intentó escapar y buscar venganza, pero, sin darse cuenta, captó el interés de los tres príncipes licántropos, que la deseaban en exclusiva entre muchas admiradoras. Esto complicó sus planes, atrapándola y convirtiéndola en rival de la futura reina licántropa. Enredada en deseo y celos, ¿podría Makenna lograr su venganza en el intrincado baile con los tres príncipes?
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
Después de que Ellie recuperara su verdadera identidad, se encontró en un inesperado matrimonio con el Sr. Thorpe, un hombre lisiado que era despreciado por todos. Su exnovio infiel aguardaba su arrepentimiento, mientras los demás la miraban con sorna. Sin embargo, para Ellie, su aclamado bar no era más que un proyecto secundario. Su vasta colección de joyas parecía trivial. Los mejores diseñadores estaban a su disposición. Poseía autos de lujo, grandes mansiones e incluso islas privadas. Tenía el poder de ganar prestigiosos premios y vengarse de su infiel ex y de la amante descarada de este. No obstante, para los extraños, su vida parecía aburrida, ensombrecida por la discapacidad de su marido. Un día, el Sr. Thorpe se levantó de su silla de ruedas, incapaz de mantener la fachada por más tiempo. "Ya no puedo seguir fingiendo. Mi mujer es demasiado extraordinaria", declaró. Ellie, con las manos en la cintura y los dientes apretados, se enfrentó a él: "¿Y el divorcio que prometiste?". Tocándole suavemente el vientre ligeramente abultado, el Sr. Thorpe respondió en voz baja: "¡En tus sueños!".
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.
Rachel pensaba que con su devoción conquistaría a Brian algún día, pero se dio cuenta de que se había equivocado cuando su verdadero amor regresó. Rachel lo había soportado todo, desde quedarse sola en el altar hasta recibir un tratamiento de urgencia sin su presencia. Todos pensaban que estaba loca por renunciar a tanto de sí misma por alguien que no correspondía a sus sentimientos. Pero cuando Brian recibió la noticia de la enfermedad terminal de Rachel y se dio cuenta de que no le quedaba mucho tiempo de vida, se derrumbó por completo. "¡No te permito que mueras!". Rachel se limitó a sonreír. Ya no necesitaba a ese hombre. "Por fin seré libre".