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Mi mayor anhelo eres tú

Mi mayor anhelo eres tú

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Jess García es una mujer que toda su vida a vivido rodeada de amor y buena vida. En la universidad ella encontró a su primer amor, hasta que un día él la abandonó sin dar ninguna explicación. Jess se suma en un laberinto de desesperación y búsqueda de respuestas sin encontrar nada más que mas preguntas. Hasta que el padre de Jess le pide que se case con un hombre a quien nunca ha visto, por nombre Alejandro Copoa, un perfecto desconocido para Jess y la sociedad donde vive. Pronto se casa y empieza a descubrir un nuevo mundo y una nueva raza a la cual ella siempre ha pertenecido, la raza lobo, pero Jess no encuentra solo esa discrepancia, si no que también conoce su propio poder interior y su verdadera identidad. Acompaña a Jess a encontrar el camino a su mayor anhelo de su corazón. ¿Encontrará Jess el camino a su felicidad, el amor en este desconocido hombre llamado Alejandro Copoa o hallará a su viejo amor perdido? ¿Quién de los dos hombres la merecerá más? Por que uno es su presente y el otro su pasado.

Capítulo 1 Sentada en un banco.

Hoy día el sol brillaba más que otros días, el calor era intenso, pero hacia un día maravilloso, quedé sentada en la banca del patio de la universidad.

Es una costumbre mía venir aquí a asicalarme bajo el inclemente sol, el resto de chicas huyen despavoridas para que el sol no las toque con sus rayos, a mi eso no me afecta, pues siempre me impregna de una energía espectacular.

Mi móvil vibra tajantemente, es mamá que me llama por qué quiere que regrese a casa a cenar en familia.

__¿Mamá, no te he dicho que no puedo ir a casa? __Ella alega extrañarme mucho, quizás así sea en verdad, pero no del todo cierto.

Miro la hora en el reloj de muñeca y respondo a mamá en tono algo agraviado, __¿Sabes qué mami? Papá y tú debieron tener a más hermanos míos, así no se hubieran codependido tanto de mi.

Y hablando de mi Madre, una mujer de 38 años, hermosa, no parece ser mi madre cuando está cerca mío, casi todos la confunden con que es mi hermana.

Yadira es su nombre, una mujer guapa, sofisticada, muy elegante y aristocrática sobre todo.

No e salido en citas desde mi adolescencia que fui con una amiga y todo fue un fiasco, el chico terminó declarándose a mi amiga, se suponía que estaba allí por mi, pero así son las cosas a veces, las cosas no salen a como uno quiere, de esa experiencia aprendí que no debo aceptar salir con alguien solo por el hecho de que me inviten.

Volviendo a lo de la invitación de mi madre, no tengo razones para rechazar la invitación a comer en casa, sin embargo mi mamá quiere presentarme al hijo de su amiga que ha vuelto de Londres.

Según ella es soltero, caballeroso, etc etc, estoy enterrada en mis propios pensamientos cuando de pronto se acerca un joven estudiante, su rostro podría compararlo a una cara tierna y hermosa, no tiene facciones duras de un macho potente, él es todo lo contrario, su cara es muy tierna, compararía a la de un bebé sonriente.

__¡Hola! __Me dice con su gran sonrisa de oreja a oreja.

__Respondo__Hola.

__¿Puedo hacerte compañía?__Pregunta con una mirada que me convence, es que tiene una carita muy tierna.

Cómo no respondo y quedo perdida en mis pensamientos, me vuelve a hablar.

__Quiero hacerte compañía ya que te veo muy sola. __A veces uno mismo busca un poco de soledad, estar consigo misma, tonto, pensé.

__¿Puedo? __Me pregunta de nuevo. Ya está sentado y todavía pregunta si puede, pensé.

__¡Oye, ya estás sentado no!__Respondo, él sigue sonriendo conmigo. A lo largo veo a un grupo de estudiantes mirándonos fijamente están hablando entre si mientras se ríen.

Pasamos unas horas sentados hablando de cosas sin importancia, la verdad es que no me molestó su presencia, al día siguiente él me buscó de nuevo y así sucesivamente se hizo un cohala pegado a m, no le pedí que se fuera, ya que no me irritaba, aparte no era desagradable, según él me contó sobre sí, era un estudiante de intercambio.

A las siguientes semanas al ver que no iba a casa, mamá vino a verme, todos en la clase estaban perplejos de la madre que tenía; ella era todo lo contrario a mi, jovial, encantadora, carismática, bella, sobre todo hermosa, atractiva, a mi madre no le hacía problema mostrar sus atributos tan mágicos, mamá era dueña de un par de hermosos pechos.

Al fin, desde ese día empecé a oír por los pasillos, que que cosa rara era yo, que si era adoptada, que aquí, que allá.

A mí nunca me gustó llamar la atención de las personas, me gustaba estar tranquila en mi zona de confort así que al llegar mi mamá y hacer semejante embarrada, tomé la desición de largarme fuera del país.

Esa noche, en la cena lo dije:

__Papá, iré a Harvard a estudiar.__¿Qué? dijo él.

__¿Por qué ahora esta desición, cariño?

__¡Creo que no quiero distracciones con mi preparación, mamá seguirá insistiendo que tenga novio a fuerza si sigo aquí! Así que...

Mi madre empezó a sollozar. Luego me miraba a mí y se quejaba más todavía. __¡Pero mira que haces Jess, tu madre solo quiere verte feliz y casada!

__¡Papá! __Dije en una sola voz fuerte y conciso.

__Por una vez en sus vidas, déjenme tomar mis propias desiciones, no estoy enamorada, no quiero casarme aún. Quisiera que mamá y tú respetaran esa desición.

Papá me miró incrédulo, era verdad que mi padre se volcaba al ver a mi madre derramar una lágrimilla, no lo soportaba, y siendo sincera, creo que mi madre se aprovechaba de ello.

Me puse de pies, dije de imprevisto. __Mamá deja el drama.

Ella sollozó aún más, si no supiera que ella era mi madre, diría que ella buscaba deshacerse de mí.

A las siguientes semanas salí de casa y fui volando al País de los Estados Unidos, hacía mi nuevo destino por ahora.

Que cosa, cuando llegué, vi a mi amigo, al joven entrometido cara de cachorrito, si él, me sonrió con amplia sonrisa. Yo estaba muy confundida con él.

Al paso de los días después que me hablara, él había cambiado de amistades, dejó a sus antiguos amigos, empezó a andar solo conmigo, después supo de mi intención de venirme a Harvard a estudiar, y aquí está también, no sé realmente que desea, pero tragó saliva.

Siempre he sido cuidadosa respecto a mis desiciones, nada es al azar para mí, si ya se, eso me hace verme aburrida quizás, fuera de época me decían mis compañeros...

Al fin, nada de eso de el qué dirán me afectaba ya, volviendo al presente, me dije, "bueno Jess aquí vamos de nuevo"

__Scott, ¿Por qué decidiste venir a Harvard? Consulté, él sonrió algo ruborizado.

__Es por ti, ¿No estoy siendo obvio? __mmm...¿No? __Le respondí.

Se acercó a mí, me dió un beso suave. Entonces entendí su respuesta. Estaba aquí por mi.

Acepté su amor, por varias razones, era lindo, inteligente, atento, muy risueño, todo lo contrario a mi carácter neutro, también me parece que yo le gustaba, pero yo era alguien muy rara, si, yo misma sabía eso, así que si alguien quería estar con un bicho raro como yo, lo aceptaba. Después de todo, él no me irritaba como otros hombres.

Así pasó fácilmente seis meses, mi relación con Scott fue acrecentando, creí que acabaría de buenas a primera, pero no, él siguió con nuestra relación.

Scott era súper inteligente, llevaba las mejores calificaciones, sabía que con ese talento él llegaría muy lejos, entonces me confíe un poco más en él, y al verano siguiente en vacaciones, lo traje a casa.

Papá estaba recontento de ver qué yo al fin estaba en una relación con alguien. Según él ya no me dejaría el tren.

Sabía lo que él pensaba, así que me reí de sus pensamientos tan cavernícolas, una vez en casa, ordené al mayordomo a instalar a Scott a la habitación de invitados en el segundo piso, mi Madre estaba renuente a qué hiciera eso, ella dijo:

__De todas maneras se van a casar, pueden quedar en la misma habitación.

__¡Mamá!, ¿Que reglas me inculcas? __Ya estoy en casa, es vergonzoso. Dije mordiendo los dientes, a veces la manera de ser de mi mamá me sacaba de onda.

__¡¡¡ Vamos Jess!!! Ni que aún siguieras virgen. __Mr reprochó.

__Madre, ¿eres una madre o tratas de ser mi amiga? __Papá se acercó y dijo: __Vamos Jess, no te molestes con tu madre, seguro te está bromeando.

Mientras tanto Scott nos miraba a la familia tan fuera de contexto que yo tenía. El dijo:

__Jess y yo decidimos respetar la pureza hasta el día de la boda.

__¿De Verdad? __Gimió mi madre. Y luego prosiguió.

__Ya veo, creo saber quién decidió eso. Pobre Scott.__Dice "mi mamá" pongo entre comillas por que creí que soy adoptada y ella nunca buscaba mi bien.

No sentía esa sensación fuerte de comérmelo a besos a Scott, pero era alguien en quien podías confiar, era guapo, muy inteligente, sobre todo siempre estaba a mi lado, éramos jóvenes.

Estuvimos con la familia por dos largas semanas, vi que Scott nunca intentó ir a ver a su familia, también no hizo en intento de llevarme a conocerlos, algo raro, me dije, pero no presté la suficiente atención.

Unos días antes de irnos de regreso a la universidad, vi algo raro, vi salir a mi mamá de la habitación de invitados, de la que Scott ocupaba, pregunté.

__¿Mamá, que haces aquí?

La sentí muy nerviosa, estaba sonrojada y traía la ropa arrugada, pero no dije nada, pues se dice por allí que el ladrón juzga por su misma condición, pasé de inocente lo que realmente había estado pasando esa última semana.

( Por supuesto, esa realidad lo supe tiempo después )

***

Scott Landeta

Siendo yo un estudiante de intercambio, aproveché al máximo mis utilidades, y esa era un rostro y físico tallado por el mismo Satanás, por qué Dios realmente hace bien hecho las cosas y de forma completa, en cambio Satanás me talló perfecto, pero me puso en mi pecho a un corazón vacío lleno de ganas de avaricia y terquedad.

Ese día por una apuesta me acerqué a Jess, todos en el grupo de estudiantes adinerados en la que me había colado, dijeron que Jess era rara, la rara del cuento, que lo único bueno que tenía era su cuerpo mal mostrado y su cuenta bancaria.

Claro, razón suficiente para que yo trazara una línea hacia ella, sería fácil enamorarla, sería fácil robarme el corazón de Jess. Pensé.

Por supuesto, eso fue más difícil de lo que pensé, pues me valió varios meses y aparte tuve que decidir dejar la universidad en la que elegí, pues había muchas chicas con dinero, y a más de una podía usarla para mí conveniencia.

Pero pensé equívoca mente, pues para ser muy sincero, ella era única, era rara si, pensé que sería la chica con la autoestima más baja, que pronto moriría de amor por mi, pero no, tenía un carácter que pareciera que no necesitara de nadie, sumado a eso, ella no tenía a nadie cerca suyo por que simplemente no sentía que había hayado a la persona que llenara sus espectativas.

De alguna manera eso me afectó el ego, pues hasta ahora ninguna mujer me había rechazado nunca, los besos que Jess me dejaba darle eran piquitos, yo era un hombre, no me confirmaría con solo rozar los labios. Pero me había aguantado.

Por eso, cuando su madre entró a mi habitación y aún viéndome semidesnudo no se fue, sabia que ella quería algo conmigo y yo pues con hambre y ver el manjar servido...

Ustedes se imaginarán...

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