/0/5308/coverbig.jpg?v=4055094e4c4f504bfa8cac5b9727263d)
El mundo perfecto de Kimberly dará un giro inesperado cuando se convierta en la presa número uno de un temible cazador; la mafia. Erik Jones, el narcotraficante número uno de su ciudad hará hasta lo imposible para tenerla solo para él, hacerla suya y no dejarla ir nunca más. ¿Podrá Kimberly salir de aquel mundo peligroso o en cambio solo querrá quedarse en él?
Me bajo de mi auto y llego a la cascada, donde quedé a encontrarme con aquel hombre; un hombre alto y guapo, todo de él grita lujo; el hombre que conocí en aquella fiesta elegante.
Respiro profundo. Nunca he sido una chica asustadiza, pero debo admitir que estoy nerviosa, jamás había hecho algo como esto, siempre me he metido en problemas de niña rica, pero esto es otro nivel, sin embargo, en cuanto escuché la oferta no pude decir que no.
-La nena cumplió -escucho su voz y me sobresalto, volteo y está allí, con su traje y sus dos guardaespaldas.
Dos hombres robustos y de piel morena. Dan miedo.
Él me empieza a recorrer el cuerpo con una mirada lasciva, una mirada que acostumbro a que me den pero no de esta forma. Es como si tuviera rayos en sus ojos. Como si conociera cada parte de mi ser o al menos quisiera conocerlo.
Lentamente también inspecciono de nuevo lo que llevo puesto; una blusa ceñida a mi cuerpo, una falda corta y unas botas largas, mi bolso de mano y mi cabello suelto.
-Por supuesto -respondo cuando me doy cuenta que he tardado en hacerlo. No quiero que piense que soy una niñata miedosa.
-Tan bella como siempre, tengo la leve impresión de que serás estupenda, tienes el porte y todo lo necesario para esto -responde ajustando su corbata fina.
Cuando escucho aquello, sonrío. Siempre me ha gustado llamar la atención, atraer miradas y deseos. Me gusta eso y me fascina cuando me dicen que soy hermosa porque, aunque sé que es cierto, cuando te lo dicen los crees aún más, te ayuda, te hace sentir poderosa.
-Alto allí, ni siquiera he dicho que sí -hablo segura, es una decisión un poco difícil.
-Pero lo harás, todas lo hacen, todas quieren lo que yo les puedo dar -responde seguro.
¿Qué me puedes dar? Ya lo tengo todo, vivo en uno de los mejores vecindarios de la ciudad, visto con las mejores marcas y tengo miles de tarjetas de crédito, sin embargo, hay algo en su mirada que me invita a seguirle. Como un demonio que te seduce. Que te atrapa, que te da cada cosa que quieres, cada deseo lo convierte en realidad, aunque sea oscuro, muy oscuro. No puedo evitar sonreír al escucharlo.
-¿Cuánto? -pregunto.
-Me sorprende esto de ti, no lo necesitas, estás que te hundes en dinero -responde sin responder verdaderamente a mi pregunta
-La idea fue tentadora, tal vez lo hago por placer -comento y él sonríe. Es verdaderamente hermoso.
-¿Placer? La mejor sensación de la vida. La mejor que he podido experimentar. Vale más que el dinero -dice.
Me tomo un minuto para mirar a los dos gorilas y están igual que como llegaron, con su porte y listos para atacar, por si toca. Es como si no estuvieran escuchando nada de lo que decimos, pero al mismo tiempo sí.
-Aún no me has dicho cuánto.
-Miles de dólares, ya sabes, clientes excelentes y de mucho dinero -alardea.
-¿Seguridad? -pregunto-. No quiero sentirme asustada.
-Cuido a mis muchachas, ten eso seguro -dice con una sonrisa, es muy guapo-. ¿Algo más?, no verdad, vamos, acepta y ya.
Se acerca a mí, de tal manera que queda a escasos centímetros de mi cara. Su respiración es tranquila y su aroma es tentador. Es maravilloso. Huele a perfume fino ya ropa nueva.
-Sería genial tenerte para mí, solo para mí, pero sólo pasará si tú lo quieres. ¡Vamos! acepta, no te arrepentirás -me susurra al oído. Siento ése susurro como ese pequeño diablillo que te dice las cosas malas que debes hacer sólo que en este caso, no tengo del otro lado un ángel. Nunca lo he tenido y nunca lo tendré. No soy una buena persona y lo sé.
Todas las mañanas cuando me miro al espejo y recuerdo lo que he hecho, todo lo que he hecho para darme cuenta que no hay una pizca de arrepentimiento en ese reflejo, llego a la conclusión que he nacido para obtener lo que quiero, así arrastre mi alma al infierno en el intento.
Si llegué hasta aquí fue porque lo he pensado muchas veces ya. No necesito de esto pero a veces la curiosidad y el deseo pueden más contigo que tu propia razón. No sé cómo acabará esto, no sé si es la mejor opción, pero lo haré.
-Acepto -él sonríe, una sonrisa malévola, una sonrisa siniestra.
-Perfecto, ahora eres mía, sabes que este negocio es de lealtad, da un paso en falso y te mueres -me amenaza.
Aprieto los labios en señal de enojo, si no confía en mi ¿para qué proponerme esto?
-Sé lo que significa esa palabra -respondo levemente enojada.
-Perfecto, si vas a traer más chicas, por favor que sean leales, no quiero ensuciar mis trajes de sangre barata.
Es como si fuera otra persona ahora. Ya acepté, ya obtuvo lo que quería, ya soy de él así que ya puede mostrarse cómo es. Eso hace que una pizca de arrepiento ahora si crezca en mí.
-Okay, trataré de atraer a más.
-Procura traer a tu amiga, la de pelo rojizo, ¿cómo era que se llamaba? -pregunta y sé a quién se refiere enseguida
-Brooke, Brooke Miller.
-Ésa, está linda, muy linda. La próxima vez que nos veamos será en mi oficina, no quería arriesgarme si no aceptabas -me dice mientras me mira con una sonrisa-. Aunque a mí nadie me dice que no -alardea orgulloso.
-Adiós.
Se sube a la parte de atrás de su auto y luego se suben sus guardaespaldas para posteriormente irse.
Me subo a mi auto y doy un suspiro, esto será divertido, es mi nuevo secreto.
Estoy pensando seriamente en lo que acabo de hacer. Habrá sido una buena decisión. No lo sé.
Haciendo un recuento de mi vida, me he dado cuenta de lo bien que me ha ido y que mis decisiones, por más locas que hayan sido, siempre han sido las más beneficiosas para mí. Soy una mujer independiente, inteligente y muy calculadora. Sé perfectamente cuando el peligro está frente a mí así que creo, es más, estoy segura que este nuevo trabajo no me quedará grande y que podré con su peso. Su gran peso.
Conocerá gente nueva. gente poderosa, gente que me pueda dar un lado de la buena vida que aún tengo. Algo que contar cuando esté vieja.
Victoria Donaldson es una adolescente soñadora que desde muy pequeña se crió viendo los concursos de belleza que pasaban por la tele, así que decidió que ése también sería su mundo. Sin embargo, cuando llega a una de las mejores agencias de su ciudad descubre que ser modelo es más que sólo ser bonita, tener una cara perfecta, saber caminar y ser delgada... es mucho más. Ser modelo conlleva esfuerzo, dedicación, organización, horarios, desafíos, eventos, ojeras... cuartos de hotel, lencería, poder, hombres, placer, sexo, mentiras, secretos y dinero, mucho dinero.´ ¿Entrará Victoria a este mundo lleno de sexo y de mentiras o decidirá mantenerse alejada de él?
Zen Luo, un joven y prodigioso patrón del clan Luo, perdió todo lo que apreciaba durante una pelea interna de la familia provocada por la codicia. Y después de eso fue esclavizado, pero al mismo tiempo, los impulsos de la venganza se calentaron a fuego lento. Nació una leyenda cuando, gracias al trabajo duro y la determinación, se convirtió en un arma poderosa. ¿Finalmente tendría éxito en vengar a su padre? ¿Llegaría al destino de la inmortalidad? ¿Qué pasaría con los que tratan de matarlo? ¡Lea esta historia y descúbralo!
Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa... Porque ella no quiere estar con un hombre tan frío... Seis años después... RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él... Porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK, "¿Cómo te atreves a tener un hijo con otro hombre?" Stella, "No creo que tenga nada que ver contigo". RK estaba a punto de decir más cuando su mirada se posó en el niño a su lado... Su rostro se veía igual que cuando era joven...
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
Elena, antes una heredera mimada, lo perdió todo de repente cuando la verdadera hija le tendió una trampa; su prometido la ridiculizó y sus padres adoptivos la echaron. Todos querían verla caer, pero ella desveló su verdadera identidad: heredera de una inmensa fortuna, famosa hacker, top diseñadora de joyas, autora secreta y doctora talentosa. Horrorizados por su glorioso regreso, sus padres adoptivos le exigieron la mitad de su nueva fortuna. Elena denunció su crueldad y se negó. Su ex le suplicó una segunda oportunidad, pero ella se burló: "¿Crees que te lo mereces?". Entonces, un poderoso magnate le propuso amablemente: "¿Puedes casarte conmigo?".
Tras dos años de matrimonio, Sadie por fin estaba embarazada, llena de esperanza y alegría. Pero su corazón rompió cuando Noah le pidió el divorcio. Durante un atentado fallido contra su vida, Sadie se encontró tendida en un charco de sangre, llamando desesperadamente a Noah para pedirle que la salvara a ella y al bebé. Pero sus llamadas quedaron sin respuesta. Destrozada por su traición, abandonó el país. Pasó el tiempo y Sadie estaba a punto de casarse por segunda vez. Noah apareció enloquecido y cayó de rodillas. "¿Cómo te atreves a casarte con otro después de haber dado a luz a mi hijo?".