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Emily es una chica humilde, ella estudió contabilidad, por cuestiones de la vida termina trabajando como secretaria, su madre sufre de tres enfermedades diferentes, para las cuales se necesita mucho dinero, su jefe multimillonario Jacob le ofrece ser su esposa, a cambio de ayudar a su esposa, algo a lo que ella accede, sin imaginar que luego conocerá la tentación, y de ella el verdadero amor, sin embargo conoce a Andrew quien le muestra que el amor verdadero existe. ¿Podrá Emily resistir la tentación, de sentir atracción hacia el hijo de su esposo?
Abro mis ojos y lo primero que veo es el rostro de mi esposo, Jacob siempre se ha caracterizado por ser un muy buen hombre, debe estar tan cansado.
Llevar una vida de negocios no debe ser nada fácil, además en realidad lo hace muy bien, cada vez tiene más dinero, por algo es multimillonario, aunque no me importa su dinero me ha servido de mucho para las enfermedades de mi mamá, renal crónica y diabetes, pero lo que más me da tristeza es la demencia, que hace poco le descubrieron, la extraño mucho, desde que vivimos en los ángeles, me he apartado mucho de ella, solamente le envío dinero, eso me hace sentir muy mal.
-¿Qué haces? Me encanta verte tan concentrada, mirando hacia un punto fijo, me es inevitable no pensar en lo afortunado que soy, al tener una mujer tan hermosa a mi lado. -Él se acerca, me toma de la cintura y empuja mi cuerpo hacia él, agacha su cabeza y me besa muy sensual mi cuello.
-No solo tú lo eres, yo también lo soy, quería preguntarte algo espero no pasar por indiscreta. -Lo miró fijamente a su rostro, mientras muerdo sutil y muy sensual mis labios, coqueteándole para conseguir lo que quiero.
-¿Qué quieres? sabes que con un simple movimiento de esos labios que me enloquecen, obtienes todo lo que quieras. -Él se quita su camisa, toma mi mano y la lleva hacia su pecho, roza la palma de mi mano por sus pectorales, mientras su mirada me va expresando que las palabras en este preciso instante sobran.
-No me estás entendiendo, necesito que me escuches. -Suelto mi mano de la suya, e impulsivamente sin pensarlo empujó a Jacob. -Quedó completamente estática, observó cómo él se levanta y refleja con su mirada molestia por lo sucedido.
-No has cambiado en nada, sigues siendo la misma mujer débil, a la cual le hice un favor, no te debes quejar, estas casada con él hombre más rico, un privilegio único, nunca estuviste a mi mismo nivel, acaso no recuerdas que eras mi secretaria y terminaste en mi cama, recuerda que todo esto lo estás haciendo por dinero, así que si no tienes como pagarme todo el dinero, continúa con tus deberes -él me habla con mucha ironía, mientras por dentro sus palabras me lastiman.
-Es la manera en la que te escudas, no es la más inteligente, tus palabras no me lastiman, sabes estoy acostumbrada a que me lastime tu actitud e indiferencia, debiste conseguir una mujer de tu misma clase, en realidad soy muy diferente a los prototipos de mujer, que estás acostumbrado. -Camino de lado a lado muy impaciente, mientras mi mirada se desliza hacia Jacob y noto como acaricia su arma favorita con sus manos.
-Suficiente, para mi lo eres, aunque seas terca y no sigas las órdenes, siempre sigues tus instintos, pero ellos te fallan, la verdad tu simplemente me encantas, y esos labios rojos y carnosos con una forma perfecta, es mi infierno y quiero seguir quemándome en el, Emily. -Él se levanta camina hacia mí y coloca su arma en mi cuello, resbalando de arriba a abajo, mientras mantiene una mirada inquietante.
-No juegues, no entiendo cual es tu obsesión con las armas, me produce pánico que se active por accidente en cualquier momento. -Mi respiración comienza a acelerarse, mientras mi piel se comienza a erizar rápidamente.
-¿Qué es lo que quieres pedir? pensé que era suficiente todas las comodidades que te doy, que más quieres, explicame, no es suficiente todo, sin embargo siempre te doy mi consentimiento de que puedes tener total libertad, para hacer lo que se te antoje, eres afortunada con tantos privilegios. -Él sonríe mientras me habla, al parecer ni él mismo cree sus palabras.
-Voy a ser muy directa con mis palabras, y exijo que respetes mi opinión, no es un permiso que te quede muy claro. Quiero retomar mi vida, volviendo a trabajar, te aviso para que no sientas que te apartó de mis decisiones. -Lo observo con atención.
-Crees que eso es negociable, primero deberías cumplir con tus obligaciones de esposa, porque esos deberes nunca los llevas a cabo, te acostumbraste a ser mediocre, no puede ser que te tenga todo a tus pies y me pidas eso ahora, no te lo permito, definitivamente necesitas una lección, no puedo parar de reprocharme, todo esto me sucede por ser tan dócil, has cambiado mucho, ahora pareciera que nada te importa -él me habla con un tono de voz muy fuerte, mientras empiezo a tener una cantidad de emociones mezcladas.
-Si, he cambiado y mucho, la mujer que conociste era completamente dócil a tus órdenes, no hacía nada que te pudiera molestar, en el momento acepte tener una relación contigo, lo hice muy segura, ahora estoy dudando de todo, está relación no está nada sana, por el contrario es una relación enfermiza, tus actitudes me hacen sentir en un laberinto en el que no encuentro la salida, eso me produce desesperación. -Me lanzó al suelo, y comienzo a llorar, tapando mi cara con mis manos, mientras mis ojos se inundan por completo.
-Es tu manera de manipular, te he entregado lo mejor de mi vida, contigo dejo de ser ese hombre fuerte al que todos le obedecen, y así me pagas realizando todo a tu antojo, tal como te gusta, lo que haces es muy egoísta, pretendes cambiar todo por nada, estaría siendo completamente minimizado mi nombre al tener a mi esposa trabajando como los demás, tú no estás para eso, debes dar órdenes como yo, no me hagas quedar en ridículo. -Jacob camina hacia la puerta sin mirar hacia atrás, la cierra muy fuerte y se va muy molesto.
No sé a cuántas horas de estar encerrada la cabeza empieza a fallar, y el mundo se comienza a voltear, llevo seis horas aquí metida, en total oscuridad, no me interesa ni mover la cortina de la ventana para que entre Luz, prefiero ahogarme en mis propias decisiones, aunque muy duras que sean, fue un sacrificio que hice por la salud de mi mamá, solo espero llegar amar a Jacob.
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