Jake, era un chico normal de 20 años, salvo por la condición de sus ojos negros heredado por su padre, que eran realmente llamativos y otras veces aterrador para algunas personas, condición que no encontraban explicación lógica ni médica. Su vida da un giro total, luego de que tres desconocidos, en el cual se encontraba una hermosa pelirroja, aparecen en su casa revelándole importantes sucesos sobre la vida de su padre, la explicación del color de sus ojos y la explicación de diferentes situaciones extrañas que ha vivido; de igual forma, seria reclutado a una organización llamada Dark Rainbow donde descubrirá que su poder tiene que ver con uno de los elementos. Con la práctica diaria iría mejorando sus habilidades, además que comenzaría un idilio con Ariana, pero no todo era color de rosa para él, ya que comenzaría una enemistad con uno de sus compañeros de equipo que podría afectar el rendimiento de todo el grupo. Luchando juntos, tanto dentro como fuera en una batalla final contra Lucas y sus seguidores, Ariana y Jake dan todo de sí mismos para así terminar con el mal y poder vivir felizmente juntos.
Era una tarde de septiembre, me preparaba para salir a correr como era costumbre desde los diecisiete años, antes de salir de mi habitación, me miré al espejo para comprobar que estuviera bien peinado y al ver mis ojos recordé las preguntas que le hacía a mi padre cuando era niño sobre de donde él venía y por qué solo nosotros dos teníamos lo ojos negros, si el resto de las personas que conocemos los tiene de otro color, también recordé que siempre me daba la misma respuesta.
- Vengo de un lugar que queda un poco lejos y allí, los ojos negros son tan comunes como los de otro color aquí.
No sé si me decía eso para que yo no preguntara más o simplemente me molestaba, al cabo de los años dejo de interesarme y luego de su muerte no seguí pensando más en ello, pero en ese momento simplemente lo pensé.
Sin darle más importancia, terminé de acomodarme y me disponía a bajar, cuando me percaté de ciertas voces que se escuchaban fuera de la casa, vivía solo y no era muy normal recibir visitas, las únicas personas que me visitaban eran, mi madre y mis amigos los fines de semana, pero era apenas martes, así que sabía que ninguno de los que siempre vienen podrían ser, además, las voces eran bastante diferentes.
Mientras me acercaba a la puerta, con mucho cuidado de no hacer ningún ruido, escucho como tocaban el timbre, por la cantidad de voces que escuchaba ahora que estaba cerca, parecía que eran tres personas y, por la voz, deduje que eran dos mujeres y un hombre, que confirmé al ver por el ojo de la puerta.
Al estar algo oscuro no logré visualizar bien sus rostros, lo que si alcancé a percibir es que una de las chicas, la que estaba más cerca de la puerta, era de piel blanca con el cabello rojizo, el cual llevaba recogido en un muy elegante peinado, sus ojos eran oscuros casi tanto como los míos y cargaba un vestido corto, color dorado con un cinturón negro.
La otra chica, pude darme cuenta solamente que era rubia pero no pude distinguir más porque, como si se hubiese dando cuenta que la estaba viendo, se hizo a un lado quedando fuera de mi vista, por último, el hombre que estaba con ellas era robusto, bastante más alto que ellas, y para mi desgracia, se veía más alto que yo, el hombre era moreno y cargaba una camisa blanca con corbata, un pantalón negro y unos zapatos bastante elegantes.
Pensé que tal vez serian de la iglesia, pero me retracté de la idea al ver a la primera chica de nuevo, no es una ropa que muchas mujeres de la iglesia utilicen, al descartar esa idea, pensé que tal vez iban de camino a una fiesta y se habían perdido.
Una voz en mi cabeza me detuvo cuando estaba a punto de abrir, la voz era de mi padre que me decía una frase, la cual siempre me la repetía cuando estaba más pequeño – No confíes en nadie -, esa misma frase se repitió en mi cabeza una y otra vez mientras me alejaba lentamente del pomo de la puerta.
Se me ocurrió la idea de que, tal vez, si no hacía ningún ruido que me delatara que estaba allí, las tres personas se irían sin más pensando que no había nadie, pero no fue así.
De forma insistente comenzaron a tocar el timbre hasta que una de las voces, una voz aguda que deduje, era de una de las chicas, habló, no entendí muy bien que fue lo que dijo ya que estaba concentrado en no hacer ruido y también en la forma de escapar en caso de que entraran a la fuerza, pero por el hecho de que dejo de sonar el timbre, lo más probable era que les dijo a algunos de sus dos acompañantes que no tocara más.
Habían pasado cinco minutos desde que me encontraba ahí en la sala, cerca de la puerta pensando en si abrir o no, las dos mujeres no parecían representar ningún peligro a simple vista, pero no podía decir los mismo de su acompañante que, aunque no logré verlo bien, con su tamaño y porte, intimida a cualquiera y como no era mucho lo que peleaba, claramente saldría perdiendo.
- Jake por favor abre, sé que estás ahí -, dijo la chica que había escuchado primero, con voz suave y bastante calmada.
Al escuchar que dijo mi nombre, mi corazón comenzó a latir más deprisa, ¿Cómo es posible que una chica que no había visto nunca en mi vida supiera mi nombre?, me pregunté al instante mientras intentaba buscar algo que decir, diez segundos después volvió a hablar
– No tienes que tener miedo, confía en mi – dijo manteniendo el mismo tono de voz que antes.
- ¿Cómo voy a confiar en ti? si ni si quiera te conozco - pregunté enojado a la desconocida, no sabía porque había respondido, quizás fue el simple reflejo a la pregunta que ella había hecho, o el que ya no tenía caso de estar ahí sin hacer ruido. Sabían que me encontraba ahí y si decidieran entrar a la fuerza, no había nada que pudiera hacer para detenerlos
Comencé a maldecirme mentalmente mientras el pánico invadía mi cuerpo y sentía como, al mismo tiempo, una sensación extraña recorría cada centímetro de mi piel, extendiéndose por todas partes, que me hacían sentir el cuerpo más pesado que de costumbre.
- Confía en mí, no te vamos a hacer daño, solo abre y déjanos explicarte quienes somos – dijo la contraria.
- Qué técnica usan ahora – dije riendo un poco, más por nervios que por otra cosa - ahora usan chicas para que uno se confié y les abran la puerta, y cuando lo hacen ya es historia.
- Si quisiéramos entrar a hacerte daño o a robar tus cosas, ya lo hubiésemos hecho no crees, porque sé que nos viste por el ojo de la puerta y viste a mi amigo aquí presente – dijo, su tono de voz no cambiaba, parecía destinada a no alterarse con nada que asumiera o dijera, más bien, intentaba hacer que confiera en ella lo suficiente para que le abriera.
Su voz hizo que la sensación que sentía, disminuyera un poco, y también, sus palabras me hicieran pensar en que tenía razón, el hombre con el que andaban era lo bastante grande como para derribar la puerta de un golpe, aunque tal vez no lo habían hecho para no alertar a la gente del vecindario, pero era casi de noche, no había muchas personas, por no decir que nadie, paseando por la acera o la calle.
- Está bien, abriré, pero solo entraras tú, entendido – le dije a la chica, no sabía si era la mejor idea, pero fue la única que se me ocurrió en ese momento, si aceptaba, al menos tendría una oportunidad de escapar de ahí tomándola de rehén si el caso lo ameritaba y si se negaba lo que haría era asegurar la puerta e intentar escapar por la puerta de atrás, tomar cualquier opción era muy arriesgado porque no sabía lo que el hombre podría hacer, pero en ese momento no tenía otras.
- Esta bien, solo entrare yo, mis compañeros se quedarán afuera – contesta animadamente.
- Bueno, abriré, que no intenten entrar que tengo... - dije, pero no logré terminar cuando la chica volvió a hablar.
- Si, no te preocupes, además sabemos que no estas armado – dijo la chica riendo levemente.
¿Cómo lo sabían? me pregunté, será que me habían estado espiando desde hace días o solamente está jugando conmigo; intenté dejar de lado cualquier pensamiento y me concentré en la primera alternativa, que era tomarla de rehén para poder escapar si alguno de los dos de afuera hacia algún movimiento de querer entrar.
Abrí la puerta un poco, lo suficiente para que la chica pasara, pero no para que pasara su amigo, la voz de mi padre volvía a retumbar en mi cabeza con la misma frase y al mismo tiempo, la sensación volvía a hacerse presente nuevamente.
Daniel era un chico inteligente, fue uno de los mejores de su clase en la universidad y se graduó como tal, pero al salir a buscar trabajo, se dio cuenta que la experiencia es lo que vale para las empresas y no las buenas notas, su constante intento de conseguir un buen trabajo lo llevaría a conocer a una chica, gerente de una empresa muy reconocida en su ciudad, que le propondría un trato para poder darle la oportunidad de su vida. Tendría pocos días para decidir si, dejar de lado su orgullo y aceptar el trato o seguir buscando por su cuenta alguna otra oportunidad.
Ella cayó en la trampa que la tendieron su prometido y su mejor amiga. Lo perdió todo y murió en la calle. Sin embargo, ella renació. En el momento en que abrió los ojos, su esposo estaba tratando de estrangularla. Afortunadamente, ella sobrevivió a eso. Firmó el acuerdo de divorcio sin vacilación. La joven estaba lista para su miserable vida. Para su sorpresa, su madre en esta vida le dejó una gran cantidad de dinero. Ella dio la vuelta a las tornas y se vengó. Todo le salió bien cuando su ex marido apareció en su vida.
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Ella cayó en la trampa de su hermana y tuvo una aventura de una noche, y, peor aún, se quedó embarazada. Cuatro años después, cuando regresó con su hijo, un caballero encantador apareció en su vida. Desde el momento en que ella lo vio, le pareció familiar, pero no encontró la razón hasta que vio a su hijo junto a él.
Samara ha vivido toda su vida tratando de no ser una carga, desde que se enteró que era adoptada y ser el orgullo de su padre así que, siempre sobresalió en sus estudios. Su madrastra al principio no la apreciaba, pero cuando descubrió lo especial y poderosa que era Samara como bruja empezó a traela mejor pues ella también era una. Un día de la nada su padre decidió volver a su país natal con ella, con el pasar de los años después descubrió que era una loba. Sebastián, el rey alfa, después de la muerte de su padre cambió, se volvió frío y distante y también un completo idiota. Tomó el control de su manada a los 18 años y había buscado a su pareja por más de 7 años. Eso lo llevó a sacar conclusiones equivocadas y por ende, decidió buscar una luna fuerte para su manada. Cuando todo fluía bien en la vida de ambos, pero se encontraron en sircustancias desfavorables. Pues Samara a penas se enteraba que era mitad loba también , y no sabía nada de ellos, y Sebastián creía que ella era una enemiga humana.
El mayor arrepentimiento de Valerie es que aceptó trabajar como secretaria personal de Edwin. Resultó que la lealtad no significaba nada para él. Cuando se cansó de ella después de todo lo que ella había hecho por él durante los últimos cinco años, la transfirió a una sucursal sin pestañear. Se dijo que el trabajo en la sucursal era más difícil. Sin embargo, Valerie se regocijaba en cada momento. Estaba feliz de haber finalmente deshecho de ese malapata. Lejos de su jefe desagradable, la vida de Valerie ha experimentado muchos cambios: un chico guapo la invitó a salir. Mientras tanto, descubrió que su padre era un multimillonario moribundo. Solo tuvo que asentir con la cabeza para heredar su fortuna. Mientras Valerie disfrutaba de su nueva vida, sus caminos se cruzaron unos días después durante un cóctel. Edwin, que estaba tan absorto en sí mismo, se burló: "Veo que todavía no te has recuperado. Incluso me seguiste a esa fiesta. ¿Cómo puedes ser tan obstinada?". Valerie se rio de eso y chasqueó la lengua. "Hola, Edwin. No recuerdo haberte invitado aquí". "¿Qué estás diciendo? Oh, veo que la angustia ha afectado tu cerebro. Debes ir a ver al médico", replicó Edwin con una sonrisa irónica.
Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. La mujer que Pierce nunca podría olvidar incluso si ya hubiera acordado casarse con Kelly. *** Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. *** Dado que su amistad se había convertido en una jaula, Kelly decidió dejarlo en libertad, así como a la miserable misma. Pero ¿por qué entonces fue Pierce quien se negó a seguir adelante? Para empeorar las cosas, su diabólico hermanastro también intervino de manera dominante al mismo tiempo, pidiéndole que fuera suya. *** ¿Su príncipe azul contra su hermanastro diabólico? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio?