Sinopsis. Juan Andrés Duque es un playboy millonario, acostumbrado a tenerlo todo, no hay cosa que con el dinero de sus padres no pueda comprar, eso incluye hasta mujeres. Jamás ha tomado la vida en serio, y cree que el mundo gira a su alrededor. Paula Osorio es una muchacha de origen humilde, que guarda un oscuro secreto, a sus veintidós años es madre soltera, tiene un pequeño de cinco años, y lucha cada día por sacarlo adelante, a pesar de la enfermedad que cada día la consume. Paula desesperada por conseguir dinero para su operación, decide aceptar un empleo que jamás imaginó, se convertirá en la esposa de mentira de Juan Andrés Duque, aliada con los padres de él, para darle una lección, y enseñarle que el mundo no es color de rosa como él piensa, y que la vida de una persona puede dar un giro de ciento ochenta grados de forma inesperada. Solo existe un pequeño problema, a ella solo le quedan tres meses de vida. Obra registrada en Safe Creative: 07/12/2022 2212072792693 Registrada en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador, por lo tanto, queda prohibida la distribución de esta obra sin permiso expreso de la autora, se prohíbe la reproducción total o parcial del libro. ©Angellyna Merida, 2022
Antes de empezar debo informar que este libro pertenece a una Saga, pero no necesitas leer un libro para entender otro, son libros independientes, fáciles de comprender; sin embargo, te dejo el orden:
Un café para el Duque: Historia de los padres del protagonista de Una esposa de mentira. Lo puedes leer aquí en esta plataforma.
Hoy te vuelvo a enamorar: Historia de tío del protagonistas de Una esposa de mentira. Solo disponible en Buen0vela
De nuevo a tu lado: Solo disponible en Buen0vela. Historia de las hermanas gemelas del protagonista de Una esposa de mentira.
Una esposa de mentira.
Reitero no necesitas leer los anteriores para entender este.
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"¡El tumor es maligno, te queda poco tiempo de vida, si te operas hay esperanzas!"
Aquella frase retumbó con violencia en los oídos de Paula, e hizo eco en su corazón.
«¿Con quién voy a dejar a Cristhopher?»
Fue lo primero que pensó, la garganta se le secó y la piel se le estremeció, no podía dejar a su pequeño hijo solo.
-¿Y cuánto costaría la operación? -indagó con voz trémula y los ojos vidriosos.
-Treinta y cinco millones de pesos -dijo el especialista.
Paula palideció por completo, se sostuvo de una silla, jamás en su vida había escuchado esa exorbitante cantidad. Ella no tenía un trabajo estable, había días que vendía en las esquinas de Manizales, lo que podía, en otras ocasiones ayudaba de mesera en restaurantes, limpiaba edificios, casas, pero no conseguía un empleo que le pudiera ayudar a sobrellevar su enfermedad, no tenía un título universitario, y por mala suerte no alcanzó a terminar el colegio, y lo que más le angustiaba era su hijo, el pequeño apenas tenía cinco años.
-¿Cuánto tiempo me queda? -cuestionó resignada a su triste desenlace.
-No te lo sabría decir a ciencia cierta, pueden ser tres meses, más o quizás menos -indicó acomodándose los lentes-, debes someterte a las sesiones de quimioterapia, y por cierto debes la cuenta de cuando te internaron, y de todos los análisis efectuados -indicó el médico.
Paula deglutió la saliva con dificultad, presionó los párpados, se sentía derrotada, debía una cuantiosa suma de dinero en el hospital producto de los análisis que le realizaron, sumado al costo de la operación, además debía recibir quimioterapias, percibía que ya no podía más, trabajaba de día y de noche con tal de que no le faltara nada a su hijo, él era lo único que tenía en su existencia.
-Veré la forma de conseguir el dinero -susurró con voz débil, en su interior sabía que era una tarea imposible, necesitaba un milagro, y ya no creía en ellos.
Entonces, salió del hospital, caminaba por las calles de la ciudad con los hombros caídos, y el rostro humedecido, cansada tomó asiento en una banca de cemento de un parque.
-¿Qué voy a hacer? -susurraba en voz baja abrazada así misma, intentaba contener las lágrimas, pero le era imposible, no podía creer que le quedaba poco tiempo de vida. -¿Con quién voy a dejar a Cristopher? -se preguntó desolada-. Es tan pequeño aún -sollozó, y sintió una punzada en el pecho, un ardor que le carcomía las entrañas.
Ahí se quedó durante unas dos horas, llorando por su desdicha, entonces se dirigió a retirar a su hijo de la escuela.
-¡Hola mami! -exclamó el pequeño de vivaces ojos azules, y rubio cabello.
-Hola cariño, ¿cómo te portaste hoy? -indagó ella y se inclinó a la misma altura de él.
-Bien, solo que no pude jugar futbol con mis compañeros, me aprietan los zapatos. -Se quejó.
Paula sintió una punzada en el pecho al escuchar a su niño, la garganta se le secó.
-No te preocupes, prepararé bastante jugos de frutas para venderlo en las calles y te compraré unos zapatos nuevos. -Fingió una sonrisa.
-¿Lo prometes? -indagó en niño, la miró con atención. -¿Te duele otra vez la cabeza? ¿Por qué lloraste? -preguntó, Cristhopher era un pequeño muy inteligente, y era imposible esconderle las cosas.
-Sí prometo que te compraré los zapatos, no, no he llorado. -Mintió Paula-, creo que me va a dar gripe, ven vamos a casa.
El niño asintió, agarró con sus pequeños dedos los de su mamá, y empezaron a caminar en dirección a su residencia bajo el inclemente sol.
-Tengo sed -dijo el niño.
Paula miró las pocas monedas que le quedaban, ingresó a una tienda y le compró una botella con agua, pero notó como los ojos de su hijo brillaban al ver la cantidad de golosinas, el corazón se le fragmentó y salió de ahí a la brevedad con él.
Luego de unos minutos llegaron a la pieza que compartía con su amiga Luciana.
-¿Cómo te fue en el hospital? ¿Te dieron los resultados? -indagó la chica, quién peinaba su larga cabellera, alistándose para su trabajo.
Paula se colocó los dedos en la boca, en señal de silencio, no podía hablar en delante del niño. En aquella pieza no había privacidad, era una sola habitación, con dos camas, una mesa que Luciana usaba como peinadora, y al fondo tenían una cocineta.
-Cris, cariño ve a jugar con los vecinos -solicitó Paula a su hijo.
El pequeño se quitó los zapatos que le aprisionaban sus dedos, y se colocó unas pantuflas, y fue en busca de sus amigos.
Enseguida Paula, miró a Luciana, negó con la cabeza, se llevó las manos al rostro, empezó a sollozar.
-Necesito cincuenta millones de pesos, debo operarme o caso contrario moriré, requiero pagar la cuenta del hospital, no sé qué hacer -gimoteó con desespero, miró desde la única ventana que daba al patio a su hijo corretear, y el corazón se le rompió en miles de pedazos.
Luciana abrió sus grandes ojos con amplitud.
-¿Qué? -cuestionó Luciana, y se puso blanca como un papel-, no te puedes morir, debemos buscar la forma de conseguir el dinero -habló con la voz entrecortada, intentando mostrarse serena, pero la noticia le cayó como una cubetada de agua helada. -¿Qué va a pasar con Christopher? -indagó con voz trémula.
Paula sollozó con fuerza, y Luciana se puso de pie y la abrazó, conmovida.
-No tengo esperanzas, solo esa operación puede salvarme -susurró sin dejar de llorar-, no sé qué va a ser de mi hijo, tengo miedo por él. -Gimoteó temblando de dolor, tristeza, impotencia.
-¿Por qué no buscas al padre de la criatura? -indagó Luciana-, es momento que ese hombre cumpla con su responsabilidad.
Paula palideció por completo, un fuerte escalofrío le recorrió la piel.
-¡No a él no! -balbuceó temblando.
Luciana frunció el ceño.
-¿Por qué nunca hablas de él? ¿Qué te hizo?
Paula tomó una gran bocanada de aire.
-Porque no sé quién es el padre de Christopher -declaró, miró a los ojos a Luciana, se mordió los labios, empezó a llorar, y luego por primera vez compartió su oscuro secreto con su amiga, necesitaba desahogarse y que si moría, alguien supiera la verdad, y nadie mejor que Luciana para eso.
Luciana Gómez no tuvo más alternativas en la vida que convertirse en escort para pagar la enfermedad de su hermano menor, era consciente que salir de ese mundo era difícil; sin embargo, jamás pensó que Juan Miguel Duque un joven empresario millonario quedaría prendado de su belleza. Varias noches contrató sus servicios sin atreverse a tocarla, solían conversar y abrir sus corazones, así fue naciendo un gran amor, y cuando él la sacó de ese mundo, sus enemigos idearon un plan para separarlos, y la alejaron de su vida haciéndole creer que ella lo engañó. Miguel no supo que ella estaba embarazada. A Luciana la encerraron y torturaron en un burdel, y el día que dio a luz a sus mellizos fue rescatada por un policía que dio su vida a cambio de la de ella, desde ese entonces tuvo que cambiar de identidad y fingir su muerte. Cuando Miguel quiso buscarla fue demasiado tarde, ella estaba muerta, consternado tuvo un terrible accidente que lo dejó en coma por más de un año, ahora no la recuerda, pero aparece en sus sueños cada noche; ahora solo sabe que ella lo engañó, y está por casarse con su novia de toda la vida, no imagina que ella fue la culpable de todo; sin embargo, el destino volverá a juntar los caminos de Lu y Miguel, cuando sus mellizos, dos pequeños superdotados, salven la vida de su padre. ¿Podrán volver a estar juntos? ¿Existirá una segunda oportunidad para esta pareja? ¿Qué hará Miguel cuando se entere de que tuvo dos hijos con una escort? Los invito a descubrirlo. Registro en Safe Creative 06/04/2023 23040XXXXX443 Queda prohibida la distribución de este libro sin permiso de la autora. Prohibidas copias, adaptaciones y demás, sin consentimiento de la autora, este libro y los demás de mi autoría, están debidamente registrados en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador, así que cualquier copia o adaptación ilegal será sancionada legalmente de acuerdo a las leyes vigentes en cuestiones de protección de derechos de autor.
—Vuelve a ser mía —susurró en sus labios —Caso contrario, te aseguro que todas las noches que estés con él, vas a pensar en mí, vas a extrañar mis besos, mis caricias, vas a imaginar que soy yo —afirmó reflejándose en los aceitunados ojos de ella. —Ese será tu castigo por ser tan necia y no admitir lo que sientes —sentenció. La joven se estremeció al escuchar sus palabras, todo su ser sintió un cosquilleo, su corazón palpitaba con fuerza, inhaló profundo para hablar: —¿Quién te asegura eso niño bonito? —inquirió. —¿Piensas que soy igual a todas esas mujeres con las que...? —presionó sus labios—. Ni así fueras el último hombre sobre la faz de la tierra —resopló cruzando sus brazos, mirándolo a los ojos. Historia Registrada en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador. ©Angellyna Merida, 2019. Código de Registro en Safe Creative: 1905291024256 Prohibida la transcripción parcial o total de la obra sin la autorización de la autora.
Joaquín Duque vive sumido entre sombras y remordimientos. Su existencia se resume a: mujeres, licor, fiestas y derroche. María Paz Vidal es luz, alegría, seguridad, apareció para pintar de colores la vida gris de él; sin embargo él cree que ella es un lujo que no se puede dar. Dos seres distintos: Él es oscuridad. Ella es la aurora. Dos almas gemelas predestinas a estar juntos desde antes de nacer, pero: ¿Será suficiente el amor para rescatarlo de las tinieblas? ¿Podrá el amor vencer a la maldición que pesa sobre los miembros de la familia Duque? Obra registrada en Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador. ©Angellyna Merida, 2019. Registro de Safe Creative: Código: 1910082127863. Prohibida su reproducción total o parcial, transcripciones, plagios, adaptaciones.
Carlos y Joaquín Duque, siendo niños mantienen una relación de complicidad y hermandad inquebrantable, es así que meses antes de la navidad siembran una orquídea, esperando que florezca para jurar: cuidarse, protegerse y estar siempre uno al lado del otro. En la época navideña Carlos escucha una conversación que lo hace pensar que nadie lo quiere y decide irse de la casa, es así que Joaquín, al enterarse va tras su hermano. Los dos emprenden camino juntos y terminan perdidos en el bosque, en medio de una torrencial lluvia, descubren una casita humilde; en ese lugar son acogidos con generosidad por una humilde familia; es así que aquel 24 de diciembre Carlos y Joaquín, descubren el verdadero significado de la navidad, al día siguiente descubren que la orquídea ha florecido y realizan el juramento sin imaginar que años más tarde uno de ellos olvidaría aquella promesa. Los invito a leer la historia que nadie conocía de los hermanos Duque, con la esperanza de que algún día vuelva a florecer el cariño entre ellos y vuelvan a recuperar el tiempo perdido. PROHIBIDA SU REPRODUCCION TOTAL O PARCIAL. REGISTRO EN SAFE CREATIVE: 1912062630585 REGISTRADA EN EL INSTITUTO DE PROPIEDAD INTELECTUAL DE ECUADOR.
Paloma Borrero, a sus dieciocho años creyó haber encontrado el hombre de sus sueños, atento, caballero, educado, era el hombre con el cual había soñado toda su vida. El amor a veces no entiende de razones, ella lo dejó todo por él, y él se acercó a ella solo con un propósito... ¿Cuál fue el motivo que llevó a Iván Arellano a destrozar la vida de la persona que amaba? ¿Logrará Paloma, recomponer su corazón recogiendo los pedazos que se quebraron después de aquel engaño? ¿Existirán las segundas oportunidades? ¿Se podrá volver a creer y confiar en la misma persona? Si lo quieren descubrir los invito a leer esta historia, llena de dolor, lágrimas, mentiras, engaños, pero que al final nos dejará un gran mensaje. Obra registrada en SafeCreative Código de registro: 2003123287998 Registrada en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador. 2018. Derechos Reservados. Queda prohibido, copias, adaptaciones, transcripciones sin autorización de la escritora; las personas o grupos involucrados recibirán la respectiva sanción que la ley amerita.
Una joven novicia, obligada por su madrastra, se prepara para ser monja, mientras su hermanastra, busca casarse con un hombre rico, incentivada por su madre, para recuperar la vida de lujos que antes llevaban. Un hombre, rico y poderoso, enamorado de una mujer casada, obligado por su familia, busca una esposa, que sirva para recibir su herencia, mientras sigue con la mujer que ama.
Ariana Ortega había tomado una decisión valiente y solitaria: tener un hijo. A sus treinta y dos años, con una carrera en ascenso y sin intenciones de un compromiso amoroso, optó por un método no convencional: una agencia que le aseguraba privacidad y confidencialidad en todo el proceso. Aquel noviembre, una noche de lluvia la llevó a una habitación discreta de un bar, donde había sido acordado el encuentro. Su corazón latía con mezcla de emoción y nerviosismo, sin saber que el hombre al otro lado de la puerta cambiaría su vida para siempre. Daniel Montenegro, el imponente CEO de uno de los conglomerados empresariales más poderosos del país, había escapado momentáneamente de la abrumadora presión de su vida, buscando refugio en la discreción de un rincón alejado. Pero esa noche algo extraño ocurrió: alguien había manipulado sus bebidas, dejándolo en un estado de vulnerabilidad que él jamás permitiría. Con recuerdos vagos y confusos de lo sucedido, despierta a la mañana siguiente sin memoria de la mujer con la que compartió aquella íntima velada. La vida de ambos continúa por caminos separados, hasta que meses después, Ariana se ve en la necesidad de aceptar un puesto de secretaria para mantener su independencia económica. Y, para su sorpresa, su nuevo jefe no es otro que Daniel Montenegro, el CEO inaccesible, temido y respetado por todos. En el silencio de su oficina, mientras observa su rostro y su semblante, Ariana empieza a notar una inquietante coincidencia: su hijo, que llegará justo en Navidad, parece llevar en su rostro los mismos rasgos que su jefe. ¿Qué sucederá cuando la verdad comience a salir a la luz? ¿Podrá Ariana mantener su secreto mientras la cercanía con Daniel crece día a día? Y, cuando él descubra los recuerdos que esa noche le negó, ¿será capaz de perdonarse por el destino al que la sometió sin saberlo? Una historia de redención, amor y segundas oportunidades, donde el poder y la vulnerabilidad se entrelazan en la víspera de la Navidad.
Hace cinco años, la familia Powell quebró. Madeline Powell dio a luz a gemelos; dejó uno con el padre del niño y se llevó al otro. Años espués, Madeline regresó como líder de Internet de opinión. Sin embargo, alguien se enteró de su regreso. El hombre la pellizcó por la barbilla y se burló fríamente: "Has publicado muchos videos en Internet, ¿qué tal filmamos algo picante juntos?". Los ojos de Madeline se abrieron y su garganta se secó. Al día siguiente, vio a un niño pequeño que se parecía exactamente a su hijo en la casa del hombre. Madeline no pudo evitar besar la mejilla regordeta del pequeñito. Sorprendentemente, el niño no estaba contento. Puso una cara solemne y preguntó: "¿Qué estás haciendo?". Madeline estaba furiosa. ¿Cómo pudo ese hombre haber hecho que su hijo fuera tan desagradable como él?
"Toda la familia de Thalía Cloude tenía preferencia por su hermana menor, Agnes, incluyendo a su esposo Adam Matthews. ¡Adam incluso deseaba divorciarse de Thalía para casarse con su hermana! Thalía sabía que se encontraba enferma de gravedad, por lo que estuvo de acuerdo con aceptar el divorcio. Sin embargo, drogó a Adam para que tuvieran intimidad una vez más, anhelaba que él pudiera recordarla cuando se hubiera ido. Su única condición para el divorcio era que Adam le diseñara un vestido de novia. Era una promesa que él le hizo cuando eran niños. No obstante Adam confundió a Agnes con la niña que conoció en aquel tiempo. Además, toda la familia Cloude apoyó a Agnes para que la verdad no saliera a la luz. A Thalía la invadía una profunda tristeza. Quería desaparecer y estar sola cuando llegara el momento de morir. Para su sorpresa descubrió que estaba embarazada, esperaba al bebé de Adam......"
Para pagar la deuda, desesperada y sin opciones, ella sustituyó a la novia y se casó con el hombre quien era conocido como un diablo al que todos temían y respetaban. Él le dio un mordisco a su dulzura y gradualmente se sometió a la lujuria adictiva. Antes de que se diera cuenta, ya era incapaz de liberarse de ella. El deseo desencadenó su historia, pero ¿cómo continuaría este amor condicional?
Fue engañada vil mente por su prometido y su hermanastra. Por lo que se vio obligada a contraer matrimonio forzado con el prometido de su hermanastra, a quien su hermana había rechazado porque estaba atado de por vida en una silla de ruedas de por vida. -No tuve más remedio que aceptar ser su sustituta porque ella está enamorada y embarazada de mi actual ex prometido y no quiere casarse contigo -dijo ella, mientras que el hombre en silla de ruedas se limitó a mirarla con el rostro desprovisto de cualquier emoción. -Supongo que no tengo opción -dijo el hombre fríamente. Cogió un expediente y se lo deslizó sobre la mesa. Ella sacó el documento y se quedó sin aliento cuando se dio cuenta de que era un contrato.