periodo, y la cual no está muy segura de hacerse, pues si confirma sus sospechas, ¿de quién es ese bebé? Por fin se arma de valor, y se realiza la prueba en orina, que sin demora,
nejar, si se entera de su embarazo le hará mil preguntas y no está segura de poderlas contestar. Pero ve a Ares tan decidido, que no le queda más remedio que fingir un desmayo. -¡Ares, no tan rápido! -Le pide, pero sigue caminando y de repente, Ares siente como su brazo es jalado hacia abajo, apenas se gira, ve a Vanesa tirada en el suelo, y a Aurora que corre para ayudarla. -Vanesa, ÂżquĂ© te ha pasado mi amor?, por favor respĂłndeme! -Pide Ares desesperado, mientras varios empleados, sorprendidos de su actuar, se acercan para ayudar. Aurora revisa su pulso, y disimuladamente mira que Vanesa no tenga ninguna mancha de sangre en la ropa que pueda indicar aborto. Se acerca para observar su respiraciĂłn y nota que no parece tener ningĂşn indicio de que algo estĂ© mal. -Todo parece estar bien. Quizás es solo estrĂ©s por el embarazo. Con un poco de alcohol podrĂamos despertarla -Comenta inocentemente Aurora que solo quiere ayudar. -ÂżAlcohol?, Âżahora te crees doctora?, Âżno ves que se acaba de desmayar? -Le responde Ares tomándola por inepta. -Debido a su estado, los desmayos son algo normal. Y no, no soy doctora, señor, pero en el convento me enseñaron primeros auxilios, y mientras llaman a un doctor o a una ambulancia, no deberĂamos dejarla asĂ. -Responde tĂmidamente sin verle el rostro. -No sabĂa que eras una monja sabelotodo! -Le dice y todos se dan cuenta cĂłmo trata a la pobre chica, incluida Adriana, que se acerca para ver que pasa. -ÂżDĂłnde está el maldito equipo de enfermerĂa que hay en esta empresa?, Âżacaso tienen una respuesta tan lenta? -Grita Ares muy enojado, asustando a todos, y Aurora se levanta, temerosa de que se ensañe con ella. Adriana de inmediato abraza a su hermana, consolándola por cĂłmo ha sido tratada. Segundos despuĂ©s, por fin llega el personal de la salud y apenas empiezan a atender a Vanesa, que intenta no reĂrse por el cosquilleo que siente al ser auscultada, una voz resuena en todo el pasillo, haciendo que todos los presentes queden petrificados. -ÂżQuĂ© está pasando aquĂ? -Es Jazmine, que pregunta al ver la reuniĂłn de personas en su empresa. Todos abren paso y ella de inmediato observa a Vanesa que está tirada. Con su habitual mirada frĂa y rostro inexpresivo, le pregunta a su hijo. -ÂżQuĂ© hace ella aquĂ? -Vino a buscarme madre. -Responde Ares de muy mala gana. -ÂżY quĂ© le paso? -Se desmayĂł, Âżno ves? -Si, lo veo, pero Âżpor quĂ©? -Pregunta y Ares guarda silencio, centrándose de nuevo en Vanesa, que aĂşn no reacciona. -ÂżAhora me ignoras?, Âżte hice una pregunta? -Todos miran la escena de madre e hijo, sorprendidos. -¡Eh!... -Se acerca Aurora junto a Adriana. -Señora, sĂ© que tal vez no es un buen momento, pero Âżpuedo decirle algo? -Le pide Aurora, y de inmediato Jazmine se sorprende al pensar que ya estĂ© enterada del romance entre Vanesa y Ares. -Claro que sĂ. Dime... -Se separa de Adriana, y guĂa a Jazmine afuera del tumulto, mientras Ares las mira de reojo. -ÂżQuĂ© pasa niña? Por quĂ© tanto misterio? -Lamento si la molesto, pero es que no creo que sea algo que se deba decir a los cuatro vientos -ÂżA quĂ© te refieres? -La señorita que está en el suelo, es la novia de su hijo, Âżverdad? -¡Jamás!, esa no es más que una oportunista. La Ăşnica novia de mi hijo eres tĂş! Aurora sonrĂe levemente, y muestra su tĂpica tranquilidad. -No se preocupe, mi intenciĂłn no es reclamar nada. Pero si pedirle que por favor, la boda se cancele. -ÂżPor quĂ©?, Âżacaso es por esa mujer?, Âżte dijo algo? -No. Es solo que no me parece correcto, y menos ahora. ¡Un hijo es un hijo! -Espera, ÂżquĂ© acabas de decir? Aurora se arrepiente de inmediato de haber dicho lo que dijo, pero ya no puede retractarse. -Lamento ser imprudente, pero la señorita que acaba de sufrir el desmayo está en embarazo, y por lo que escuchĂ© es del señor Ares. Es por eso que le pido que no nos obligue a casarnos, ese bebĂ© necesita una familia. -ÂżQuiĂ©n más sabe de esto? ÂżLe contaste algo a Adriana? -De inmediato reacciona Jazmine, que no se esperaba semejante noticia -No. A nadie. -¡Muy bien! Porque a nadie debes contarle-Jazmine se gira en direcciĂłn a Ares nuevamente. -Todos a sus puestos. Ya la señorita está recibiendo la atenciĂłn adecuada. -Dice y nota que Vanesa ya está despierta, sentada, cuidada de cerca por Ares, que no se le despega. Espera unos minutos, y apenas los paramĂ©dicos dan algunas indicaciones y se retiran, Jazmine les pide a ambos y a Aurora que la acompañen a su oficina. Aurora los sigue de lejos, al sentir la mirada de desprecio de Vanesa, que no entiende por quĂ© Jazmine es tan amable con ella. Apenas Aurora cierra la puerta detrás de ella. Jazmine, los mira como si algo malo estuviera a punto de pasar. -ÂżPor quĂ© nos hiciste venir mamá?, Âżno ves que Vanesa aĂşn está dĂ©bil? -Por el embarazo, me imagino. -Dice Jazmine, y Ares de inmediato mira a Aurora, quien baja la cabeza avergonzada. -¡Jazmine, disculpe que sea tan sincera, pero mi hijo no es algo que a usted le competa! -Le dice Vanesa, intentando parecer muy orgullosa -En primer lugar, no se te ocurra volverme a llamar por mi nombre de pila. Llámame señora, y en segundo lugar, las cosas cambiarán, si es cierto que estás embarazada... La interrumpe Ares, muy ofendido. -ÂżAcaso lo dudas mamá? -¡Por supuesto que sĂ! Es por eso que harĂ© que la revise un mĂ©dico. -Como quiera señora. -Responde muy segura Vanesa. -Muy bien, entonces, tĂş, Ares y Aurora vendrán ahora mismo conmigo, para que te hagas un chequeo general. Aurora al escuchar su nombre se pone muy nerviosa -ÂżNo entiendo que tiene que ver Aurora mamá?, esto es un asunto privado. -Aurora es tu