e había sonr
do una sonrisa a mi madre y me había sonreía a mí. Antes de que lo pensará correctamente, mi mano voló a su mejilla. El impacto de
i
nidad de hacer. Me observó con odio en sus ojos y se acercó hasta tener su cuerpo prácticamente enci
u mana tomó mi cuello. Sin embargo, no fue eso lo que hizo que mi corazón se acelerará de golpe, fue que durante
asustada, pero el auto terminó siendo la barre
o cuando su cab
e hiciste-espeto Santana
como de su acción sorpresiva. Aun en shock por lo que había hecho segundos anteriores, tuve que meter r
é una respiración profunda para tranquilizarme. Cuando Santana entró en el auto, mi corazón ahora se encontraba estable. Su ira
ho a que me hablas así-expuse con renovad
ía sentir la tensión asfixiante en ese lugar pequeño. Un semáforo
lo con el ceño fruncido y me di cuenta de que estaba mirándome-, eso lo
te per
nr
fería con que mi vida le pertenecía? ¿Era por qué era mi único tutor o por otra cosa...? ¿Qué otra razón habría par
ser diferente a ella. Si conseguir un trabajo impedía que Santana sint
a salió rápidamente del auto y empezó a dirigirse a mi puerta. Sabía que
a, Santana tomó mi brazo y
pensé mientras sentía que volvía a enderezarme sobre mis propios pies. Observé sus ojos, su mirada parecía enl
se acerc
con frialdad mientras me acercaba a un tirón a su cuerpo. Intenté que mis manos quedaran rígidas a mis
piensa
sa apareció de n
ue me
a llevarme a rastrar
or lo qu
-empecé a decir asustada-, no
o que voy hacerte, te
ecir con eso exactamente? ¿Qué pensaba hacerme?», pensé con miedo y desesperación. A
er cosas que no eran?», pensé con el frío colándose en mis huesos por el temor que sentía. En el momento que caminamos por el recibidor y en dirección h
ón de las escaleras, escuché una risa f
a. Pero él no e
aggie. «¡La madre de Santana!», pensé con alivio. La seguridad de
enseguida. Me
do tarde, lo miré a los ojos y con una sonrisa igual a la que
ie?! ¡¿
char los pasos de su madre, tuvo que soltarme a regañadientes. Con una ex
a sincronización fue perfecta. Pues en ese momento, apareció una anciana en un cuerpo peque
éjame verte-pidió la
. Mi madre siempre había dicho que se alegraba de las visitas de su suegra. Pues era la única razón del
ucho cuando no se hacían l
zarla y a cambio recibí un golpe e
del d
tienes el derecho que faltarme al respeto, señorita
el golpe, tallé mi
duramente, y termi
ñal para que me acercará y la abrazar
o nos alejábamos-, te ves muy delgada. Debes
hijo con r
cuando giré mi rostro, observé que estaba justo detrás de mí
edé c
uela. Puedes hacerlo con confianza. Aun con estos viejos
ma en que Maggie hablaba de Santana lo
o ha est
nció el ceño, pero después de varios segundos en silencio,
y me e
ña, enséñame
tana con voz sombría
miró a
ggie era imposible de ignorar. Bien. Pude sentir la mirada de Sant
no hay ning
r ese tono extraño y obse
mientras lo miraba, después, alzó
por el grito, pero por
unos pasos, Santana se
a, tú y yo, terminaremos
algo, pero M
as atrás, Marie?!
me estaba dando, pero cuando Maggie volvió a llama
tir la mirada de
me detenía de golpe y ob
esonaron en mi
o sé muy bien. Pero ahora, tu educaci
ensé mientras miraba esos ojos penetrantes y pr