cho el señor Drope que debe de comprar ropa par
erdad
añe al centro comercial, que nos llevará Armando el chofer, no sé si le incomoda que la a
salir corriendo de aquí créame que lo haría, pero él le haría daño a mi ab
pudiera como dice usted, salir corriendo de esta casa y es
sabe que Armando si sigue las ord
de no salir de compras que par
o esperaba a las mujer
en donde venden ropa ejecutiva, calzado y lencería, dice que vaya a la joyería d
nada, así que no lo meteré en problemas, solamente procure no estar cerca ni de Ma
personal de la mansión y mucho menos por la esposa de su jefe, pero él recibí
ido que le dé su espacio, no se preocup
siento trasero, aquel vehículo era blindado, Landon no se iba a arriesgar que
ron, el hombre le abrió la puerta a la esposa de su
mi abuela sufriría de todo si me escapo, así que no me siga, es
para ancianos, ahí sería muy fácil de encontrarla, vaya se
sabía que ambas llegarían, ya que dos personas importante
Marian pudo observar el valor de aquellas prendas, varios cientos d
ba ropa exclusiva, pero no a estos precios, de verda
eado y maltratado, además, si usted puede tener algo bonito y costoso, téngalo, usted bien se lo
como Landon te maltrata y tú sigues ahí como
no me importaría, por e
iez años y ya lo tiene empacando la droga, no se imagina el dolor que siento al ver eso, mi hijo va a la escuela y de ahí lo recogen y lo llevan a ese laboratorio, el señor Drope me ha mandado fotos, una vez quise escaparme y sacó a mi be
igual que su hijo, ha visto la rabia de Landon, la dejó tirada en el suelo, con la clavícula fracturada, estuvo en el hospital con un pronóstico reservado durante unos días
pasara por lo mismo que yo, le
tras es que a mí me utiliza mi marido como un cebo para atraer clientes a sus
algunas prendas María, hoy el desgraciado de Landon paga la cuenta, dijo Ma
ijo Marian dando a María una gran c
e meterá e
l flamante empresario Landon Drope, así que la mitad de sus bienes
ía, le regaló a su nueva y única amiga, unos pendientes en diamantes muy costosos, esto e
ias s
ado tal cantidad de dinero en su vida, pero al escuchar a María contar su historia, ella supo de no tenía porque tenerle compasión alguna al tip