oro ayudar a las personas, por eso quiero seguir con mis estudios de medicina, pero si no hago mis votos me tendré que ir del convento y eso implicaría dej
amistades e incluso me llevo bien con el Doctor Durad, ya que está casi siempre en esta área. Llego al ala en donde me toca hacer parte de mi servicio y m
re, estas dispuesta
nsación va creciendo dentro de mí y no entiendo que ocurre conmigo, porque siempre que el señor Alphonse está cerca de
su ojo negro se clava sobre mí con intensidad; siempre he sentido curiosidad por saber cómo perdió su ojo izquierdo. Pasa una de sus manos po
puede fumar aquí adentro- Le reproch
nariz; me sorprende lo hábil que es para eso y sé que no debería impresionarme, puesto que lleva tiempo fumando, aun así, me gusta verlo, inclu
ebo hacerlo, es una costumbre bastante arrai
, pero solo le pido que dentro del hospital se abstenga de sacar su caja de cigarril
o, su trabajo debe de ser muy laborioso y difícil. Tener que mantener segura la ciudad de París no es tarea fácil. Igual que él, arqueo levemente mi ceja derecha mientras apago el cigarro en un cenicero que
algo, señor
a herida que tengo en la espald
iene que empezar a bajar el riesgo en su vida, él asiente suavemente con la cabeza y como siempre, se disculpa por lo descuidado que es, pero son cosas que pasan ¿A diario? lo dudo mucho, pero tampoco conozco el es
de siempre, ir
Contestó con sua
nco y retomé mi camino, todavía tengo que ir a buscar las vendas y gazas, de paso, busco antisépticos y otras cosas. Una vez que tengo mis co
era con el torso descubierto, tiene sus codos apoyados sobre sus piernas y con sus manos
son muy devotos a Dios, van todos los días a misa, al menos él junto con su señora madre y hermana, pe
por unos instantes para luego cerrar el ojo y seguir con su oración. De la maleta saco un pequeño bote de alcohol, gasasón señor Alphonse- Un suspiro d
lado, apoyo con suavidad las yemas de mis dedos por los bordes de la herida y veo algo incrustado dentro, jalo u