por la tarta -dijo
del agrado de Tommy... Tienes uno
tió él, mientras ella
gar con mis sobrinos -propuso la chica y Stephen asi
Definitivamente, se notaba que Wanda era de Glasgow, MT, ese era su hogar, estaba adaptada al clima, a la zona, a la tranquilidad y se notaba que lo
da a Wanda en el tiempo que estuvo, ni siquiera, un vaso de agua... Suspiró y decidió irse a descansar, por lo que, apagó la chimenea, las luces y s
ojos y se hizo la dormida, cuando la puerta cedió y dejó ver la silu
abía decidido ir a verificar que se encontraran bien en la otra habitación. Era muy poca la luz que se colaba por entre la c
ión, rápidamente se ali
a capa de blanco que cubría todo afuera... Era un imagen mágica, que se quedó mirando unos minutos, completamente embelesado. No era su primera vez en la
a cual esa noche lucía igual de vacía que todas las noches, pero esta vez, eso sí le incomodó... Posiblemente, fue su
e estaba inquieta pensando en todo y en nada, por lo que, decidió darse la vuel
ta de Stephen y ella. Suspiró y ce
cía desplantes constantemente; todos por culpa de una película que las dos habían visto en la que aconsejaban a las chicas "hacerse desear". Tal parecía que las palabras habían calado hondo en la mente de su hermana, en cambio, ella las dejó entr
pobre Leonard? -le preguntó Gia a
amos con novio -contestó est
d, por estar pensando en papá? -interrogó sin
ara tener un novio. Todavía somos pequeñas, Gia, tenemos dieciséis y este es el último año de
nard -se quejó Georgia, aunque
las mismas universidades que yo... No me quiero enamorar y después tener que terminar
sófica -bromeó Gia y
la mismas chica "ant
enamorar y después tenernos q
las esperaban en la mesa. A diferencia de ellas, el pequeño Paul, de catorce año
aludaron en cor
aludó Nicolas, recibiendo el b
jando el plato con el desayuno de cada una en la m
testó Gia
tearon a ver -. Es que... el cambio a la univers
iado -dijo mamá, con los
pidió Nicolas, sintiendo un nudo en su pecho
añarás? -le preguntó Alessia a su
n falsa soberbia, mientras Alessia
dijo Gia, que estaba senta
al bufete que había creado con el apoyo de su esposa y donde esperaba algún día tener de compañero de trabajo a alguno de
an a sus salones y darle oficialmente el inicio al último año, las chicas entraron y cada una se acomodó en su lugar. El profesor no demor
rofesor Morgan -se excusó
hacia la mujer, que provocó unas risas pícaras en los estudiantes -. Muchachos... -dijo el p
, dejando ver a un guapo joven de cabello rubio, sonrisa amp
ras agradecerle a la secretaria por llevarlo -. Sé que no debe ser fácil un c
fesor -contes
amos quién te ayudará a adapt
a mirada fija sobre el nuevo compañero de clase; a diferencia de los demás chicos, que habían prestado una
, guapo. Su hermana y amigas tenían enlistados a los chicos que a ellas les parecían atractivos, pero ninguno cumplía
mpletamente embelesada con el recién llegado. E
alda, pues había quedado sentado en diagonal, unas dos filas por delante -. Escogeré al azar quién le va a dar una recorr
los estudiantes y volvió su atención a
ro del 1 al 3
tó Stephen y el p
allace -las mellizas se miraro
hicas muy parecidas, pero la rubia captó su atención y le regal
nerviosismo y mordió le
él, mirándol
sintió distinto. No supo lo que era, pero por su mente pasó esa ideal del amor a primera vista, que para ell
chispas entre los dos, lo que la hizo sonreír, pero tam
era por segundos, los suficientes para acelerarles el
r, cortando ese instante de magia que solo
mera vez que vio a Stephen se le quedó grabada en la memoria, y ahora, dolía, aunque no se arrepentía de nad
e estaba llorando. Se limpió con prisa y decidió salir de la cama o terminaría despertando a los niños.
guntó al encontrarse
la cocina, por lo que, al ver el rostro de Gia, f