o cerca de la universidad cuando las paredes empezaron a sacudirse, haciendo flecos por doquier. Me aterré y comprendí, en ese instante, la gravedad de lo que pasaba. Era un es
a los palos que separan los cuartos. Se confundió en la polvareda que provocaban lo
o de la comarca. El alfa de los disidentes. Tenía la piel cub
descubrieron, los humanos v
siguiendo a los otros lobos. Imaginaba que Malone y los otros harían un campamento en medio de la colina donde se definiría nuestro futuro. Mis padres, felizmente, estaban bien pero habían muchos amigos que estaban en riesgo. Pensé
escupió la horrible ex
*
embelesado de sus besos y excitado de su belleza deífica y maravillosa, encandilado de sus curvas, de sus cerros empinados y sus grandiosas cascadas, cuando estalló el laboratorio. La cama se sacudió y tintinearon los
ó a su celular a Miriam Turpin,
do una gran desgracia
ia Villa Hermosa, a toda velocidad, desafiando la neblina, la polvareda, la lluvia de cenizas y los pelle
*
pero encontré a unos soldados humanos. Estaban en un blindado armado de ametralladoras. Pero uno de ellos era lobo. Estaba infiltrado con los humanos. Lo reconocí
z. Los otros solados me apun
Estoy huyendo de la explosión!-,
s, como puñales, y eso nos delata. Al empezar la invasión silenciosa, huyendo de Bullit, muchos fueron
, sopló lueg
militar y él estaba dubita
eguntó sin dejar de apuntarme.
la universidad-, traté
no, dijo finalmente
risa. Los soldados s
staba lejos y supe que ya no me verían me saqué los lentes de co
*
con marcos dorados. Se detuvo frente a uno de los vidrios y se miró largo rato. Se retocó los pelos caoba, miró su boca bien pintadita de rojo y comprobó que sus ojos estaban delineadas corre
z y sus escasos pelos alborotados en su cabeza casi pelada. -Disculpa, Kate, una reunión de urgencia,
, continuando con su paseo por la sala, vien
creo que empezó el exterminio de la raza hum
os?-, reci
eso, a que desaparezca la raza hum
-, arrugó su
as de ella enfundadas en una a
una fórmula que haría desaparecer a los humanos,
a los lobos. Las fieras se habían convertido en un peligro para la raza humana. Se habían enterado de las amena
silla y cruzó las piernas. Zoff sig
án con Bullit. Es sencilla la cosa. No queremos a ninguno de
-, adivinó el
guir adelante con sus planes de acabar con la raza humana. Él está armando un gran ejército en el mundo oscuro, pero no podemos per
acen complicad
o es solo eliminar a tal o cual lobo infiltrado en las altas
s?-, preg
bozó una larga
, meneando las caderas, con sus manos en ele. Zoff se deleitó con su cadencia y no le perdió det
, volvió a repetir m