parativos necesarios. No querían dejar nada al azar, especialmente en momentos tan delicados como ese. S
erlo de vista. Al llegar a la modesta casa de Isabella, Gio bajó del coche y se dirigió a la puert
después de tres días, su corazón dio un vuelco.
l dispositivo. Su tono no dejaba lugar a la duda; era más una or
u presencia, tomó el celular y
reguntó mientras él se
ió sin volverse-. No tengo tie
momento y luego, con voz alt
ho mi nombre!
, murmuró en voz b
has cos
últimas palabras. Lo vio alejarse. No podía evitar sentir una
ia, reportando cada movimiento de Gio. La situación se volvía cada vez má
do en la silenciosa noche. Mientras iba en la parte trasera de su vehiculo,
eces antes de que ambos cont
sin preámbulos, su tono firm
preparado -respond
ás en el almacén
í. Todo en orden
mismo, satisfecho
ngo que llamar a alguien más -dijo Gio, finalizando la
testaran, sus pensamientos volvieron brevemente a Isabella. Sabía que el camino que había elegi
ofia Romano. Ella era una de sus informantes más confiables, alguien que siempre tenía un puls
mismo -dijo Sofia ráp
enemigos se han estado moviendo?) -preg
es de que Sofia respondi
sappia. (No
lestia por la respuesta breve, pero entendiendo la necesidad de discreción. La in
os en su plan. La noche todavía era joven, y Gio sabía que cada decisión que tomara
l, Vincenzo, para aclarar la situación. Sacó su teléfono y marcó el núm
estros negocios y lo que habíamos acor
espondió Vincenzo abruptamente
licó Gio, su voz firme-. Los han visto
ilencio antes de que
s. Mis órdenes fuero
a Vincenzo, entonces había alguien más en el juego, alguien dispu
volucrado -dijo Gio, más par
o. Esto puede perjudicarnos a ambos
unque Vincenzo
emos en contacto -dijo an
nó, Gio sintió una ola de frustr
LDIZ
prendidos, lo mirar
dan información -ordenó Gio con firmeza-. N
mientras Gio se daba la vuelta, tr
cía, utilizando un número seguro. Después d
a voz al otro l
vimientos recientes en nuestro territorio -dijo Ca
e la situación y respondió en clave, sabiendo que s
Bueno, parece que ahora está usando el apellido Jhonson. Se llevó algunas máquinas y varios de sus an
ara Vincenzo y que ahora estaba operando bajo el nombre de Jhonson. Este individuo había traicionado a
la información -respondi
ia Gio, quien estaba esper
guien que trabajaba anteriormente para Vincenzo, pero se le fue con parte de s
ación. La situación empezaba a tener sent
stros territorios, sino que también podría estar desestabilizando t
quipado y con suficientes hombres para
la furia que sentía. Sabía que neces
tas y asegúrate de que vigilen cualqu
ncenzo. Sabía que esta conversación sería decis
o? -preguntó con un
perro -dijo G
s de que Vincenzo hablara nuevam
traición siempre lleva a
ncenzo entendía perfectament
hacer. Jhonson ha roto el equilib
to juntos. Mantente en contacto -
nzo. La traición no se perdonaba en su mundo, y ahora tenían un ob
ense de que todos nuestros hombres estén p
nto, un sonido ensordecedor que resonó en la quietud de la oscuridad. Una camioneta negra emergió de las sombras
uriosa desatando su ferocidad. El humo de sus neumáticos ardientes se elevaba e
ucía en la tenue luz de la noche, un símbolo de poder y autoridad en sus manos. Sus hombres, siguiendo su
io apretó los dientes, su mirada fija en la camioneta, sus sentidos alerta ante cualquier movim
tes. El destino pendía en el equilibrio, esperando la chispa que desataría el caos o la victoria. Y en medio de todo, Gi