un poco. Deberían comer
ada de Robert; sus ojos parecían dos estanques oscuros y profundos que la cautivaron. Se quedó sin pal
al baño y cerró la pu
rojadas la miró fijamente. Se obligó a mirar su
, mujer tonta! ¿Cómo se te ocurrió pen
d se sintió fría contra su piel acalorada, y agradeció la sensación de alivio. En ese momento, solo quería que el s
respiración, se armó de valor y
que no quiera acostarse con una dama como yo es peor que una bestia. ¿Es siqui
sí misma mientras ha
una loca. Suenas como si estuvieras decepcionada de que no haya hecho nada. ¡Estúpida! ¡Deberías estar agradecida de qu
u apasionado monólogo
mi casa. No es como si ahora pudiera ahuyentarlo. Y, con todo lo que pasó, estoy
a impotencia y luego a la frust
o! Ya n
ía idea de
y si bien era cierto que había hecho una buena a
s vueltas". Satisfecha con su conclusi
iente estaba sumido e
illos en la mesa y miró a R
ificaba la mirada de su hijo. Claramente
l hecho de que su hijo volviera
algunos trucos, tampoco era como
a Jax. Pensó que de esa manera, podría llevarse
e su hijo y sintió un nudo en la garganta. ¿De
idad creció entre el hijo y el padre, que
mirada hacia el ba
mente hacia el pequeño, tratando de no
hica lleva un buen rato en el baño. ¿Te
óvil y siguió mirando
bien. Un solo vistazo a los ojos de s
s manos. ¡No era su
z más y se frotó el puente de la nariz. 'Estoy muy feliz de que s
esperaban muchos dolores
propio hijo, Jax se movió en su silla. De repente,
n vacilación hacia la puerta, mirándola durante un momen
¿Quién
egó a su mente, Charlene se sintió
e y el hijo. ¿Era necesario
tú, J
necesitaba sa
respondió a
vamente
e obligó a sonreír. Lentament
pó con los silenciosos
ció callado, de alguna manera,
frente a él y le dirig
¡Volvamos a
omisuras de su boca se curvaron hacia abajo hacie
impotente y le de
pero ahora estoy realmente bien. ¿Cómo no podría sentirme mejor de
omo si estuviera considerando sus palabras, lu
en su silla con los
stazo a su plato para que Charlene supie
e estaba vig
simuladamente y se sentó en su sill
t era un hombre como cualquier otro sin ningún tipo de inconveniente, se puso
n quien compartía una comida, había
no y besarse. Muchos creerían que era una mujer anticuada, pero ella solo quer
Arnold. Pero nunca había estado tan equivocada. El hombre con el que
una fuerte punzada en el pecho y, nuevamente, Charlene estaba sumida en
lenteja aparec
rovocando un contraste entre su co
más apetitoso fue el sentimiento
fundos e impenetrables como un abismo sin fondo, pero de
una persona empática, no habría en
ña sonrisa de gratitud, tomó la
or entre dul
mismo tiempo desenredara s
s emociones eran los
ella de esa manera. Recordó a su madre cuando todavía estaban juntas, antes de q
servó en
n excelentes
puso otra lenteja en
a y se encontró con sus o
ue la hacían sentir como si estuviera atrapada en un estanque, pero al mismo tiem
apoderó nuevame
o en la garganta y luchó contra el calo