or a fresias permanecía suspendido en el aire y también estaba Jackie, su fiel compañero, dormido en el sillón, junto a su to
rió con delicadeza y sin hacer ruido para no perturbarla, Simón apagó la luz y se encaminó al baño de visitas. Al salir,
o invisible, murmurando un "no, por favor". Al intentar despertarla, un destello visual lo golpeó: imágenes de un hombre confrontándola violentamente. Sorprendido, retrocedió para alejarse.
en el aire. Con determinación, Simón sujetó a Emma, sacudiéndola suavemente ha
rmuró Emma, su voz temblorosa re
Emma -respondió Simón, su tono s
bil agradecimiento. Simón, comprendiendo su necesidad
e esta manera -se disculpó Emma, su respiración aún i
dez, sintiendo el líquido fresco recorrer su garganta. Simón, preocupado por su estado, acarició suavem
oche en vela, atormentado por la imagen del hombre en los
nara completamente la ciudad. Allí, en la tranquilidad matutina, esperó ansiosamente a Sandra, quien finalmente hizo su aparición a las ocho y media. El sonid
escuchar su nombre, Sandra dejó caer apresuradamente las carpetas que sostenía en su mano sobr
claramente preocupada por la expresión seria de Simón, ra
uien específico. ¿La encontró? -inquirió Simón, f
n momento antes de r
imón, con una mirada inquisitiv
a -respondió Sandra, evitando su mirada, a la vez que Simón rápi
ella. Y no quiero excusas -ordenó Simón, con una
guntó Sandra, tratando d
nueve y media de la mañana -recalcó Simón, d
había recibido el día anterior. Tras revisar varios diseños, se decidió por una pérgola innovadora con un mesón central, herramientas es
e el pago inicial -indicó Simón, mostr
ia la carpintería, asintió y se dispuso a iniciar las investig
voz femenina, denot
Sandra, la secretaria del Sr. Simón -se presentó Sa
respondió la vo
a proporcionarme su número de identificación?
reguntó la mujer con una mez
mo control médico -mintió S
ra anotó rápidamente la información, sin saber que estaba desencadenando
los datos, un nombre capturó su atención. Una conexión inesperada entre la señorita y un proyecto d
staba adentrándose en un territorio peligroso, donde los secretos y
ndra, ¿tienes la informacion de este pro
misma com
nde vive y si ha tenido problemas con la ley.- apunto con su dedo indice un nombre y
do pero necesario, se saco la corbata, aflojo unos botones de su camiza y se recostó en su sofa con una pelota antiestres en las manos, Simón sabía que la verd
sa hora Sandra dejó sobre el escritorio de su jefe otra carpeta con lo solicitado, Simón se acerco al escri
ton, al cabo de un rato salió una mujer con delantal de cocina que tenia un cabel
es- dijo el g
emente mientras secaba sus manos con
ace unos muebles rusticos bien lindos - mi
aquí- dijo la mu
ujer asomo su cabeza para ver el lujoso
ver unos muebles que dej
jos coquetos, con el fin de cautivar a la da
s Estela y
mente para no dejar ra
convidó un vaso de agua y lo llevó por un pasillo oscuro donde había en un mueble fotografias de una ancianita, una niña
o, ¿ Es
sobrina, la que
el cab
nes y continuo siguiendo a Estela hasta la salida del hogar a un patio trasero donde habia un pequeño taller con mu
cando, habria forma de h
ar rastro- entonces Simón dijo s
la ha
diciendo que no volvería jamas- para Simón todo tuvo senti
go el vaso vacio y giró para sal
a a llev
eria- hizo una inspeccion ra
a de tiempo se fue a la cocina p
haria con su nuevo proyecto, ya no la culpaba por no decirle de su familia, al contrario se sentía con la obligación de saber que era lo que es
u mirada se oscureció y un semblante de odio se reflejó en su rostro.