erro lo sacaron de su descanso. Al abrir los ojos, observó cómo Jackie se apresuraba hacia la habitación donde Emma descansaba. Simón, intrigado, se levantó con cautela y, al
uerta, reflexionando sobre si Emm
e iniciar su jornada laboral. Mientras trotaba, hizo una parada en el invernadero de su tía. Allí, compartió
tuvo un momento, permitiendo que la sabiduría de esas palabras resonara en su mente. Las fresias no eran solo flores; eran símbolos de la complejidad humana. A simple vista, parecian vulnerables y frágiles, pero si te acercas, su fragancia envuelve, dejando una
miento de la naturaleza y las personas, hubiera visto en Emma esa dualidad: la capacidad de ser delicada como impactante. Inspirado por este pensamiento, decidió llevar fresias para colocarla
ativo ya lo esperaba con una mezcla de expectación y nerviosismo. Simón se tomó un momento para res
sentes, asentían con comprensión pero también con determinación de hacerlo mejor y continúo su oratoria. -Las cigüeñas, como bien sabemos, son símbolos universales de esperanza y renacimiento. En contraste, la temporada navideña nos invita a sumergi
cionaba a la empresa como única. Simón continuó, -Necesitamos ir más allá de lo convencional, más allá de lo seguro. Este proyecto no solo elevará nuestra marca, sino que también nos
sabía que podían ofrecer. -Así que, les pido que se sumerjan en este desafío con todo lo que tienen. Dedi
clara y la confianza de que, con esfuerzo y colaborac
nstrucción desfilaron una tras otra, cada una con portfolios llamativos para impresionar al exigente empresario. Simón, con su mirada aguda y su instinto afilado, escuchó atentame
tarde. Cuando la última empresa se retiró y la puerta se cerró tras ellos, un silencio momentáneo llenó la sala. Simón se
te parecían no encajar como él deseaba. Tomando una decisión impulsiva, se levantó
entras caminaba, sus pasos lo llevaron hacia una librería cercana. Al entrar, el aroma de libros nuevos lo envol
iéndose observar el mundo exterior. Mientras sorbía su café, vio pasar a familias felices: padres con niños pequeños, parejas de la mano, abuelos compartiendo momentos con sus nietos. Una pregunta se apoderó de él:
a que el agua fluyera sobre las delicadas plantas del jardín, cada gota reflejaba la luz del sol de la ma
casa? -preguntó una voz famil
con una nota de sorpresa en su voz-.
anes de venir para Navidad? -pre
-. Ha estado bastante ocupado, señora. Pero deprimido, no p
en la conversación-. ¿Algui
erio-. El señor Simón ha estado acompañado por un
tás segura de que no es
y, por ejemplo, su hermano dejó unas fresias en el florero. Nunca había visto al señor ta
alerta, Anita. No quiero que mi hermano salga las
o fuera de lo común, será lo prime
lo. Estaré en contacto contigo -
ba tratando de encontrar la felicidad, también entendía las preocupaciones de Laura. Después de todo, cualquier distra
n permanecía recostada en la habitación de Simón. Sin embargo, al entrar, se sorprendió a
entó Emma, detectando el a
vernadero de su tía. Es algo que no hace a menud
? -preguntó c
Pasaba horas allí, sumergida en sus
ó Emma, notando la triste
to, nunca lloró su partida. Desde entonces, las festividades se convirtieron en momentos dif
atento. Ha sido un gran apoyo para mí -m
sorpresa-. ¿Desde
ma, y los ojos de Anita se abriero
esa del comedor? -preguntó Anita, inte
a comer aquí, en compañía -dij
rápido -afirmó Anita, prepar
l trabajo? -preguntó Emma, mientras tomab
y para entonces, él aún no ha llegado -respondió Anita, dándole un
obre el misterioso y amable Simón, y sobre cómo su presencia parec
ñal de Emma. Con cada vibración, su corazón saltaba, pero solo era otra
escribió con una mezcla
ta llegó r
en eso
mi sillón para dormir? Y también necesitaré algunas toallas para d
ella, con una calidez que él
e en el fondo esperaba que la conver
la respuesta breve
ni en las emociones profundas. Se preguntó si estaba invirtiendo demasiado de sí mismo en alguien que parecía distante. Lo que no
lo de amor y una sensación de anhelo se manifestaban. Suspiros no expresados flotaban en el aire, como si el uni