cerca de la pista de ba
n la intención de ver que era lo que estaba
no le prestó atención, se acercó más r
puta!- y seguido de eso vió a v
ruzado hacía apenas unos minutos atrás. Detrás de el iba un grupo de
tenía en la cartera, no le hacía falta ponerse a correr pero... Había un impulso que le decía q
fue lo que ganó, dejando atrás a sus amigos empezó a co
habían tantas personas, la interminable fila que había cuando llegar
os. Llegó a la esquina y no se detuvo, sin embargo trataba de pensar una manera en la que podría librarse ese chico de la golpiza y no se le
l chico antes que ellos. Así que se detuvo y retrocedió por la calle en la que iba, tomando la
apreobecharlo. Llegó finalmente a la otra esquina y efectivamente vió cruzar al
id
uyendo lo último que haría se
pero que al parecer no habían alcanzado a ver qué se había metido al ca
llos fingiendo
...- lo
pero solo uno de e
a de ropa mugrosa c
iendo, me robó a mi también.-
atraparlo.- murmuró el chico
ia.- tenemos que ir por el antes de que se vaya más lejos pero debemos darnos p
a que iba vestida como el no era algo que se plantearan. Asintieron con sed de sangre y comenzaron a
tido orgulloso si hubiera dejado que golpearan al chico. Pero obviamente no podía s
o que por un momento creyó haber visto mal, pues no parecía que hubiera nadie allí,
y bien escondida. Le llegó la idea de que podría estar dentro de los contenedores, escondido entre la basura, pero entonces lo vió. No estaba dentro de los contenedores sino detrás de uno de estos. Se encontraba acurrucado, abrazando sus piernas y aunque no pudo ver su ros
bía dado cuenta en la fiesta. Sus ojos eran de un azul más claro del que le había parecido anteriormente, eran realmente hermosos. Luego estaba su ropa, la cual se veía vieja y gastada, y le iba algo grande. Pero lo que lo dejó paralizado
de todo lo que hiciste está muy mal.- soltó duro aunque no se sentía enfadado realmente.- allí en la calle- señaló hacia fuera del callejón.- hay unos chicos buscándote y si te encuentran van a darte una paliza por ladr
no dijo ni una
s cuantos segundos más
o si se dignara a hablar pero eso no sucedió. Resignado se puso de pie.- no deben estar muy lejos de aquí así que tenemos que tener cuidado ¿Okay?- silencio.- no puedes salir así como si nada, lo mejor será que..
ando, sin dejar de mirarlo. Parecía que est
date a
bir el mínimo movimiento que el menor hizo
cia la fiesta y fue directo a dónde había dejado estacionado su coche. Sus amigos
odían aparecer en cualquier momento así que lo mejor era darse prisa. Se estacionó frente al callejón y no se molestó en apagar el motor
astaño, lo miraba con miedo pues claramente no confiaba en el, pero a la vez sabía que si se quedaba ahí corría el riesg
efusivamente el menor se puso d
ta del lado del copiloto, el chico lo miró, a
ño.- puso los ojos
jarlo pasar y lo vió obed
de arrancar para salir de ahí pero entonces recuerda la razón por la cual empezó todo. S
mirada y se muerde el labio, pero finalmente soltando un suspiro se mete la mano debajo de la ropa y saca de allí la cartera que l
s ojos del chico algo má
- murmura tan bajo que a
ue te habían comido la lengua los ratones.- mueve
egundos, el chico finalmente obedece, se se
sin más se vuelve hacia el f
s miraba al chico de reojo, el cual
uiso suponer que tendría al menos dieciocho años como p
tu a
ecordarse
or un momento y luego hacia adelante, levantó lentamente su mano se
lado y se esperaba que el menor saliera huyendo apenas el vehículo se detuviera pero no fue así, este se qu
que estaba muy delgado, no parecía estar para nada en su peso ideal, además las heridas en su rostro le llamaban
enes
mente hacia el, con una expresión de no creer lo que estaba oyendo. Esperó un momento, quizás queri
ada uno de sus movimientos y
ntonces iremo