vanzar, pero a cada paso que da el dolor es más y más intenso. Cas
la puerta de su habitación toma el picaporte y la ab
uerde el labio hasta hacerlo sangrar, y luego de suspirar un poco vuelve a
bía sentido un dolor tan fuerte, su cuerpo está dest
ar de que está agotado no puede dormir,
ozado que solo quie
uridad, se mete en su cabeza buscando un recuerdo
gen de una mujer de cabellos castaños como los s
m
mayoría de los momentos en los que estuvo a su lado y eso lo hace sentir en
uviste que
a muchas vec
rse de lo único bueno que
re ella eran vago
ciso, uno en el que ella le hablaba sobre estrellas. Había estrellas en el techo de algún lugar del cual no se acorda
ristal y protegerlos como si fueran su mayor tesoro. Pero no podía hacer eso y sentía que cuán
er un poco de calor, pero el frío de la soledad l
tro recuerdo ll
rprenderse a sí mi
r alguna razón... Se sintió como un consuelo. La manera en que lo miró, difer
o, no sabe
habría dado vergüenza entrar en un lugar público con alguien como el. Pero ese chico... No solo lo había llev
a de que era la primera persona que lo h
e un alambre pero... También lo había salvado de aquellos tipos que querían g
u cabeza. Supo que si lo de guardar los recuerdos fuera
n las fuertes punzadas que sentía en su estómago. Cuando el dolor era muy fuer
do pero estaba dado vuelta, mirando hacia la pared. Esperó en silencio,
e Aaron supuso que era quitarse la ropa. Pronto la cama se hundió a su lado. Esperó quietito hasta
lo
ue no dudó en abrazarlo con fuerza y rodearlo con las piernas para hacer
e movió el pelo hacia atrás mientras siseaba tratando
os viviendo juntos habían hecho que conocieran al otro más que a si mismos.
chico y le dió unos suaves masajes buscando aliviarlo aun
ose el uno al otro, para ellos era la únic
*
dicho, tuvo que atende
bre mayor se pone el traje que anterior
rse, demasiado adolorido como para pr
erdido la cuenta de cuántos lleva, podrían ser unos o
angre y quien sabe que más. Muchos simplemente se corren con el condón puesto, pero
ar que alguien que no fuera el lo follara sin
an y lo golpeaban por querer poner las reglas cuando no era más que un prostituto por el que estaban
an y terminaban por ponerse el condón con tal de que se dejara foll
constantemente. Un hombre alto y de cabello pelirrojo. No era tan desagradable, nunca lo trataba mal, solo era... Indiferente pues ya estaba acostumbrado a todo ese tipo de
abía entrado. Giró levemente la cabeza para observar a l
Pa
había cumplido con su trabajo y que lo dejaría salir a la ca
cercarse. Bajó un poco la mirada al
v
rca a el. Parece a punto de subirse a la cama pero se detiene al mirar las sábanas con una mueca de asco. Las retira bruscamente, movie
quita el o
cintura para levantarlo, lo acerca hacia el y lo deja un poco más levan
ante el tacto pero este no parece
o acerca a sus labios. Sin pensarlo Aaron comienza a beber el agua
a dejar el vaso sobre la mesa y s
enza a pasar los dedos por los golpes en su rostro. Odia
se hubiera acabado, ve esos hermosos ojos llenarse de lágrimas pero no le da la oportunidad a decir nada.- si te comportarses nada de esto estaría pasando, si hubieras hecho lo que t
tirse protegido de alguna manera así que esc
disculpó entre sol
egaló unas suaves car
para que sepas comportarte lo haré.- suspiró un poco.- en unos minutos llega tu próximo cliente así que no te duermas.- anunció mientras se levantaba. Fue
c
r al club, dónde tenía que dar ridículos espectáculos para hombres - en
r fuerzas de alguna part