desaparecido y ahora caminaba solitario por las sombras. Exalaba sobre su

buscando hacer el camin

abía llevado a comer sin pedirle nada a cambio. Bueno... Tampoco es que hubiera tenido la oportunidad, quizás iba a hacerlo después, cuando vol

eso no era lo que iba a suceder, que ese hom

res - vestían trajes elegantes y tenían familias que los esperaban en casa. No era una cuesti

bir en su voz algo como... Preocupación, o al menos algo parecido. Tal vez estaba equivocado, tal vez solo e

en problemas. No había conseguido el dinero, Patrik iba a matarlo. Pero no había nada que pudiera hacer al respecto

acia la puerta del apartamento, aunque ahora ya

lencio, también algo de oscuridad pues la única l

ándose a la pequeña posibilidad de que Patrik ya esté dormido. Pero por supuesto, un

ntos sofás, al parecer si estaba distraído con la televisión hasta que lo vió llegar. Tan solo unos segundos tr

cía nada, estaba vacía,

asta el, tan repentinamente que lo hizo retroceder, aunque no le dió la oportunidad de

lta para que Aaron supiera qu

a su bolsillo y sacó el miserable dinero que había lo

billete por unos cuantos minutos antes de sonreír, tomó el billete y se lo guardó en el bolsillo. Volvió a mira

s estaba en su mano, volvió a voltearse hacia el chico solo para hacerle una pequeña seña que entendió

nic aún no había llegado aún y que el resto de los

ir ansioso, prefería que le gritara, que lo insultar

as del pasillo. La de su habitación. Aa

ca cosa más. No se molesta en encender la luz pues no es ahí donde se quedarán. Sigue hasta el baño y ahí si que en

opa.- ordena f

hasta la bañera blanca y abre la llave para comenzar a llenarla. Termina de desnudarse, quitándose por últ

ezaba a desnudarse pues sabía que algo malo iba a pasar, sabía que no

aparente tranquilidad. Giró el rostro para mirar al chico y este pudo percibir com

o una seña con s

ra justo como le habían ordenado y lentamente se metió en esta. Quedó entre las piernas de Pat

ua caliente lo cubre, contestando con su piel fría, un pequ

en, puede sentir como la esponja recorre su espalda, subiendo a sus hombros para también refregarlos, su cuello, sus brazos, su abdomen, pero entonces baja hacia una zona peligrosa. Lava la part

r como poco a poco su pene comienza a de

r ruido. Pero Patrik no se detiene ahí. Su otra mano, que antes estaba sujetando su cintura también baja para sumergirse debajo del agua, solo que esta se dirige a su entrada. Da un pequeño saltito cuando lo siente hundir un dedo sin piedad dentro de el. Sus ojos vuelven a estar llenos de lágrimas y el miedo que siente hace que qu

y esa sensación de liberación que nunca llega pues Patrik se apresura a poner e

en su oído. Aaron trata de tomar aire, sin muchos resulta

e con la severa del contrario, quien

-yo

óndeme

empiezan a

iento, l-lo siento.-

a recibir placer. No cuando

e siente morir cuando alinea su miembro. Su pecho sube y baja, aprieta los dien

o trata de estabilizar su respiración, una

o, en su cuello, el cual pronto empieza a

rik...-

e tienen arto.- dice con voz dura mientras comienza a moverse un poco.- son unos malditos desagradecidos. No sirven n

nte la mano que antes estaba en su miembro ir a su entrada y abre tanto los ojos que siente que se le van a salir. El dedo comienza a jugar alr

ente estirar aún más su entrada con dos dedos,

para darle una fuerte bofeta

boca te he dicho.

trada que comienza a desgarrarse. Y cuando Patrik empieza a mover los dedos de ma

ha

de rabia, ya que si había algo que no podía soportar era qu

sumisos y obedientes, un chico fácil de doblegar, de manipular, de controlar. Es por es

ro de pena por los incontrolables so

ue antes había tenido. Lo único que podía

subir por su garganta, pero sabía que si llegaba

ser peor, que el dolor no podía ser más fuerte, Patrik comenzó a

r...- rogó e

ó el otro, sin prestar la más

rnas lentamente, permitiéndole en

o, tosió tratando de recuperar el aire pero era inútil pues volvía a ahogarse. Patrik se dió cuenta

o, hasta que por fin lo sintió corrers

se fue hacia adelante sin poder sosten

agonizar por un momento, pero no hubo ni un poco de consuelo de su parte. To

se molestó por eso porque sabía que hasta hablar le dolería.- ya te conseguí clientes así que mañana tienes trabajo aquí. Vas a traba

destruído, sin poder dejar de llorar mientras sentí