su parloteo, "por el amor a nuestro santo rey Jesucristo

odía soportar más. Ryan había pasado toda la mañana desglosando la información que ha

cer. Y lo peor era que estaba haciendo todo esto con una energía que rozaba el entusias

la calma, "ya no importa tanto como tu capacidad para dejar de hablar. Necesito concentrarme en el caso q

iosidad que no parecía apagarse. Se detuvo por un momento, buscando palabras, pero me l

na sonrisa burlona. Ryan no solo estaba emocionado por la información que había sacado de la mujer de la

n esos dos minutos?", pregunté, con un t

esar de la impresión de que todo es casual. Hay algo

ar soltar un

de observaciones, ya estuviera considerando a Samantha como alguien

scribirle una carta de amor", dije, tratando de no reír. "Me sorprende que no esté

tono. "Estoy seguro de que, si conocieras más sobre el

na visión tan idealista. Pero, si no te importa, me gustaría que esa, visión, se mantu

ro no puedo evitarlo. Samantha me parece alguien que vale la pena conocer más

ntiendo cómo la paci

exactamente? ¿Invitarla a cenar y luego hab

e hombros con una

er una excelente manera de conocer a alguien. Además, si re

exasperación se notara demasiado. "Si sigues así, lo único que conseguirás será par

claramente disfruta

ran la oportunidad de conocer a alguien que te intriga, tambi

cidos. Recuerdo claramente el tiempo que me pasé investigando a la mujer que vendía flores e

teresado. "¿Cuántos secretos ocultos de

una flor o un ramo entero", respondí, intentando mantener el ton

do contene

lo admito. Pero creo que lo que e

a misión secreta, el destino de la humanidad, todo depende de qué tan bien pu

más de hacer mi trabajo, también disfruto de un poco de emoció

ión", dije, con una sonrisa irónica. "¿Hay alguna otra activi

ativa, como si estuviera

crítico de restaurantes o en hacer

gamos adelante con el caso. Pero si vuelves a empezar con el te

, solo por hoy", respondió Ryan, con una sonrisa burlo

, David?", pregunt

ue lo haces, siento que me estás regañando o

tras volvía a re

ando abría la boca para responder, la puerta se abrió reveland

señal de rendición. Volví a ver a Clarissa. "¿Qué necesit

dijo, y ya sabía a dón

lo prefieres", dije, regresando la atención a los papeles q

o asustar a Ryan, que dio un pequeño salto y se

tener la calma. "Si quieres hablar, hazlo, per

endo por qué no puedes simplemente admitir que también te importa nuestra relación. To

iento hacia la puerta, como si intentara

, dijo rápidamente, antes de salir y cer

a Clarissa su enojo

de mantener el equilibrio entre mi vida profesional y personal. No puedo dej

desbordándose. "¡No entiendo por qué no podemos tener un momento par

la situación se hacía más palpable. Clarissa parecía cada vez más exasperada, y a

tando de ignorar nuestros problemas, solo intento no mezclar lo person

y salió de la oficina con un portazo que dejó el aire pesado. Me quedé solo en la oficina, pr

de una vez por todas alg

⊱𓇬⊰

me dijo Ryan cuand

, pregunté, vi

amigo", dijo, como si eso fuera

que yo te pague la comida?",

u compañero hambriento?", respondió con toda la seriedad

pague siempre y tú te que

cimiento te seguiré

a risa s

comer es como comprar un boleto pa

ncogió de

iviertes con mi charla, y y

más viendo có

como si hubiera contado

te va a entretener con histo

e un lugar barato, no pienso gastar mucho solo para escuchar cómo te im

ntió ent

. Son el alimento del alma, y seguro me ayudan

ad evidente en mi tono. "Ni siqui

ió con su

nce comienza con una buena hi

eca, abriendo la

eguntarás por qué

nrisa de oreja a oreja, clarament

un ermitaño antisocial. Necesitas ampliar tu círculo, conocer gente. Y s

blado con ella relativamente muy poco, lo más cerca que has estado

a, aunque solo le duró un segundo, antes de soltar otra carcajada. "Además, p

oy seguro", murmuré, tomando el cami

sonriendo como si nada pud

o positivo, Leo. ¿Qué harías tú

al, pero ¿quién necesita eso?", dije con sar

el asiento, claramente disf

mí, estarías todo el día enterrado en esos mal

ománticos y chispas", le lancé una mirada rápida. "Es una suerte que seas tan entret

o... es cuestión de tiempo. Lo presiento. Además, ¿qué hay de ti y C

eca mientras est

vor, la mitad de las veces ni siq

licada mientras yo, con solo dos minutos de cha

e, cerrando la p

estable que tu capacidad de concent

al restaurante". Pero te perdono porque sé que tiene

k", le advertí antes de empu

os sobre aquella mujer, no pude evitar pensar que, a pesar de lo molesto que podía

almente daba por